En una hermosa habitación una jovencita de tan solo 18 años habría los ojos por fin después de haber permanecido dormida, en coma, durante muchos días.La confusión en su rostro era evidente, no tenía la menor idea del lugar en el que se encontraba. Ella observaba todo con curiosidad, pero también con algo de miedo. Sus manos y pies estaban aún adormecidos después de tanto tiempo en la misma posición, aunque ella es una cambia formas y su recuperación es más rápida que la de los seres humanos comunes.Su mente permanecía en blanco, nublada por el tiempo que había estado dormida, e intentaba, por todos los medios recordar qué era lo que le había ocurrido, cómo llegó hasta ese lugar.Hasta que por fin, como flashes llegaron a su mente las imágenes del horror sufrido los días anteriores. No podía creer que todo eso hubiera acontecido, debía ser un error, pero las marcas en sus manos y en su cuerpo le decían que todo había sido real. Las heridas externas habían cicatrizado, pero las del c
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