Ella caminada llena de ensoñación. Todo en la manada era cercano, por lo que no fue necesario ir en auto. Este medio solo lo usaban sus padres y hermana, ella ni siquiera sabía manejar.
La tienda era un lugar muy grande, allí había gran cantidad de personas que iban y venían. Toda la manada estaría presente esa noche en la celebración. Todos, menos ella.
Al entrar al lugar se ganó las miradas de desprecios de todos. Esa manada se caracterizaba por no tener omegas. Que naciera una omega después de cientos de años en los que todos eran alfas fue verdaderamente un hecho vergonzoso. Esa es la razón por la que su familia la rechazaba, y es que todos lo hacían. Solo había una persona en el mundo que nunca la rechazaría y ese era su mate. Sabía que cuando lo encontrara su vida sería diferente, pues este la amaría y juntos formarían una linda familia con muchos cachorritos.
Con calma, y casi ocultándose se acercó al mostrador donde debía pedir el paquete que su madre había encargado. Ella esperaba ser atendida cuando una mano fuerza la tomó de su brazo causando bastante dolor.
_ ¡Auch! ¡Duele! _ dijo ella ya con lágrimas en los ojos.
_ ¿Qué te has puesto omega? El perfume, tu olor es…diferente _ Dilan la había visto ingresar al lugar y se había molestado. Su sola presencia en la manada ya era algo desagradable, peor aún al saber que era una m*****a zorra que se acostaba con todos y solo sabía lastimar a su hermana.
_ No uso perfume alfa _ dijo ella mirando sus manos. Ella nunca levantaba la vista ante él, ni ante nadie, el miedo siempre estaba presente entre ambos.
_ Mmmm _ por alguna razón él acercó su nariz y comenzó a olerla _ luego se alejó molesto de ella, no sin antes advertirle que no se atreviera a cruzarse en camino ni en el de su hermana nunca más en la vida.
“Eso sí que fue raro” dijo una voz en el interior de Isis que ella escuchó perfectamente. “Sí que lo fue” contestó sin darse cuenta…hasta que por fin “¡Estás ahí!” Gritó saltando de felicidad.
“Claro tonta, donde más estaría. Esta noche nos conoceremos, me llamo Gala”
Gala, repitió Isis saboreando el nombre de su lobita en sus labios. Ahora ya no estaba solita, solo necesitaba encontrar a su otra mitad y todo sería perfecto.
El dependiente por fin la atendió y le entregó el paquete que había ido a buscar. Al salir pudo ver nuevamente al alfa, es tan guapo suspiró al fin. Lástima que un hombre como él jamás se fijaría en una omega. Solo esperaba que su mate sea bueno y dulce, con eso se conformaba.
“M****a” se dijo, no podía salir del lugar sin pasar por donde el alfa estaba de pie esperando, no se sabía qué. Sin más que hacer, comenzó a caminar a la salida. Se armó de todo el valor del que pudo y comenzó el recorrido.
_ M*****a omega _ escuchó que dijo Dilan con furia _ no solo eres una zorra, sino que también eres malvada. De seguro que ese olor que traes te lo pegó alguno de tus amantes alfas _ Nuevamente la había tomado del brazo y tratado con un odio profundo, lo que ella no entendía en absoluto es eso de zorra, ¿Por qué ahora le decía de esa manera? Ella jamás había salido con ningún alfa, es más todos le huían, nadie quería jamás hablarle.
Ella forcejeó y corrió hasta su casa. Lloraba de manera desconsolada. Nunca se terminaría, ella siempre sería el blanco de los insultos y de las humillaciones, parecía que la diosa la odiaba, ¿por qué la hizo omega? Si ella hubiera sido una alfa más, jamás habría sido tratada de esa manera, de eso estaba segura.
Dejó el paquete en la entrada y fue a realizar su trabajo. Ella solo quería que todos se marcharan, quería tener su ansiada transformación y si no encontraba a su mate, no importaba, ella se iría de esa manada. Prefería ser una pícara que seguir sufriendo en ese lugar. Estaba segura de que si no huía pronto moriría a manos de su familia o del alfa.
Luna estaba ya lista para su fiesta, pero no podía irse si no destilaba un poco más de su veneno.
_ ¡Oh hermanita! Lamento tanto que no puedas acompañarnos…pero ya sabes, las personas como tú no pueden ser parte de los acontecimientos importantes de la manda _ dijo con una cínica sonrisa en los labios _ es más, nos harías a todos un gran favor si por fin decides morir _ tras estas palabras salió del lugar siendo seguida por sus padres que solo reían de las duras palabras dichas por su hija.
Isis, hizo lo único que en ese momento pudo hacer. Lloró, durante mucho tiempo, horas. Luego se durmió durante un momento, hasta que fue despertada por un golpeteo en su mente.
“He despierta dormilona, ya es hora” Gala estaba a punto de salir y sería lo mejor que ella estuviera en el lugar indicado para la transformación.
Isis tomó un bolsito que tenía preparado. En él colocó algo de ropa, sabía que la necesitaría pues lo que tenía puesto quedaría hecho trisas. Caminó sola y en silencio, la distancia era poca, toda la manda estaba rodeada de bosque. Solo era cuestión de salir de casa. Caminó sin embargo unos minutos. No quería transformarse tan cerca del resto de la manda. Todos estaban en la fiesta y ella quería evitarlos a toda costa.
Una vez en el sitio que le pareció correcto comenzó a llamar a su loba. Era algo que nunca hizo, y solo leyó toda la información que pudo para poder entender y saber qué hacer en ese momento.
De repente su cuerpo comenzó a cambiar. Sus manos fueron a tocar el piso y su piel se cubrió de pelos. El dolor fue grande, pero en poco tiempo ella ya se había transformado en una hermosa loba negra. Era algo pequeña, claro después de todo solo era una omega, pero era hermosa. Vio su reflejo en el agua del lago, se saludó a sí misma con alegría y comenzó a correr dando vueltas y festejando que su otro ser al fin se había hecho presente.
Mucho fue el tiempo que recorrió en cuatro patas. Mucho fue lo que disfrutó, se sintió feliz y libre como nunca antes se había sentido. Disfrutó del viento acariciando su pelaje, y de la tierra besando sus patas. Ese era el paraíso sin lugar a dudas.
Cuando ya el sol despuntaba en el horizonte supo que debía volver. Se acercó al ato de ropa que había dejado y una vez en forma humana se vistió. Ese había sido un momento mágico y ella sentía que esa felicidad nunca podrían robársela.
En tan solo unos minutos todos sus miedos se harían realidad, y lo que ella creyó un sueño será su peor pesadilla.
Al llegar a su casa Isis pudo ver que el auto de su familia estaba en el lugar, era lógico que ya hubieran llegado, pero lo que la sorprendió fue ver el del alfa. Parece que tendrá que verlo nuevamente, solo espera que no la envíe a azotar nuevamente.Al entrar vio que todos estaban sentados en la sala, lo que le causo algo de miedo. Pero, lo más sorprendente fue la mirada de Dilan. Sus ojos parecieron oscurecerse en cuanto entró. La observó detenidamente, tenía sus cabellos revueltos y traían en las manos las ropas desgarradas que rompió en su transformación.Un gruñido aterrador se escuchó en el lugar. El hombre se acercó a ella de manera rápida y ágil. Comenzó a olerla y un cruel gruñido salió de su interior. Ella sabía lo que ocurría, lo olió en cuanto se acercó a la casa, en un primer momento se sintió feliz, su mate estaba en el lugar…pero ahora, que lo veía observarla con odio y asco comprendió que no era nada bueno lo que estaba ocurriendo.Luna a su vez la miraba con furia. N
En la sucia celda de la prisión de la manda Isis respira con dificultad. Ha sido azotada y rociada con acónito. Su cuerpo se siente débil. No sabe cuántos días han pasado. Solo que el sol ha salido y se ha ocultado infinidad de veces. Su hermana y el alfa han realizado la unión, y ella ya ha sido marcada como luna de la manada. Ese día, para celebrar, los azotes fueron con puntas de acero, quería causar el mayor dolor posible en su pequeño cuerpo._ Espero que mueras de una vez, no entiendo cómo puedes seguir con vida después de tanto tiempo _ fueron las palabras finales que le dedicó Luna antes de salir del lugar.Había ido a informarle oficialmente que ella era la nueva luna de la manada, también mostró, orgullosa la marca que ostentaba como pareja del alfa.Isis pensó que ese día por fin sería el último, pero no tuvo tanta suerte. Nuevamente el sol salió y nuevamente se ocultó. El tiempo siguió transcurriendo. Ella era azotada a diario, excepto cuando se olvidaban de hacerlo, pero
En un lujoso departamento de Light City un hombre se encontraba desnudo sentado sobre un sofá observando a la mujer que aún permanecía dormida sobre la cama. La larga jornada de sexo había acabado finalmente y ella se había dormido de manera plácida y tranquila.Ramsés se puso de pie y se encaminó hacia la ducha. Se daría un baño rápido, necesitaba quitarse el nauseabundo olor de esa mujer de su piel. Sentía que, por alguna razón, los olores vulgares de los perfumes se quedaban impregnados sobre su cuerpo y no podía quitarlos con facilidad y eso era algo que le molestaba sobremanera.Mientras que el jabón recorría cada centímetro de su piel pudo sentir como dos manos comenzaban a acariciar su cuerpo._ Mi amor, pensé que pasarías la noche junto a mi _ dijo ella aun abrazando al hombre con el rostro apoyado en la espalda de él._Lo siento preciosa, pero yo no duermo con ninguna mujer, solo sexo _ dijo de manera tranquila mientras que la alejaba de él _ tampoco me interesa repetir, ya t
Ramsés limpiada cuidadosamente el cuerpo de su mate. El duro y fuerte alfa dejaba caer gruesas lágrimas de sus ojos al comprobar el lamentable estado en el que ella se encontraba. Nunca en su vida se había imaginado tanta crueldad contra una linda omega. Él estaba tan orgulloso de que su mate fuera una omega, ellas eran las más hermosas y dulce que podían existir. Por desgracia la diosa Luna había dejado de enviar omegas al mundo. La última había sido su madre, que murió hace ya muchos años. Él era apenas un cachorro cuando eso pasó. Su padre no pudo esperar mucho tiempo y volvió a casarse, pero con una alfa. Ella era hermosa, pero también despreciable. Lo había lastimado de incontables maneras frente a la mirada dura de su propio padre, todo en nombre de convertirlo en un alfa fuerte, el digno heredero de Shadow Moon, la manada de licans más importante y la que gobernaba a todo el mundo sobrenatural.Ramsés Licaón era el futuro Rey alfa, bajo su mando debían estar todas las manadas d
Ramsés tomó a su pequeña cachorra en brazos y la acercó a la cama. Allí se encargó de secar con delicadeza su cuerpo, centímetro a centímetro. No había una pisca de morbo en su acto, él actuaba con amor y devoción, cuidando ese hermoso tesoro que la diosa Luna le había confiado.Sabía que habría una larga y triste historia tras el deplorable estado en el que ella estaba pero esperaría lo que ella necesitara para contar, después de todo, él también tenía su triste historia.Isis era solo un despojo de ser humano. Su piel estaba delgada y lacerada, los huesos se dejaban ver por donde fuera que mirara. Su delicada columna se hacía presente y sus piernas estaban débiles y sin fuerzas. Ella era una loba, pero había estado tanto tiempo siendo torturada, rociada con acónito, durmiendo entre sus propios desechos y comiendo los restos de basura que le tiraban que iba a ser verdaderamente larga su recuperación. El acónito había sido eliminado, pero tenía que lograr reponer ella misma lo que fal
El sol acariciaba delicadamente la piel de Isis que aún permanecía en la cama. Ella abrió los ojos e inmediatamente una sonrisa se asomó a sus labios pensando en todo lo que había ocurrido la noche anterior. Ese hombre era un descarado, se la había comido completita y ella gustosa se había dejado devorar. Era la sensación más plena que había podido sentir en su vida. Nunca imaginó que ella podría vivir algo como eso después de los años de sufrimiento en Colmillo de Luna.Una sombra vino de repente a invadir sus pensamientos, el terror de que todo fuera mentira, de que lo que estaba ocurriendo no era más que un sueño, pero dentro de ella su linda lobita revoloteaba alertándola de que la experiencia de la noche anterior había sido muy vívida y sentida para ambas.Isis volvió a sonreír ante ese recuerdo. Sí, su licans hermoso la había hecho muy feliz durante la noche, y varias veces a decir verdad._ El que solo se ríe de sus picardías se acuerda mi hermosa cachorrita _ dijo Ramsés ingre
Los días habían pasado tranquilos. Isis estaba aprendiendo muy bien todo lo que Ramsés quería enseñarle, tanto así que la había convertido en su asistente personal, aunque él ya tenía uno, ella era como la ayudante del otro.Todo transcurría con calma, haciendo que Ramsés se sintiera el hombre más feliz del mundo, después de todo había encontrado a su mate, su otra mitad y aquella que hacía que sus días fueran verdaderamente los mejores.Nana Nila los veía con orgullo, estaba feliz de que el lazo fuera lo suficientemente fuerte. La marca de ella era hermosa. Era una luna blanca, brillante y un licans negro bestial. Era algo mágico y sublime, ver esta marca era un recordatorio de la espectacularidad de su especie. Simbolizaba la acción redentora de la Diosa Luna, quien se enamoró de Licaón y con su amor lo salvó de su trágico destino de soledad y barbarie.Al ver el prodigio Ramsés quedó consternado. Él nunca había visto una marca como esa, en sus 500 años de vida. Era algo especial y
Ramsés realizo las llamadas correspondientes y en breve las personas que él necesitaba llegaron al lugar. Él no era el único licans que se encontraba en el mundo humano. Había otros, muchos que se habían camuflado y vivían una vida tranquila y simple como cualquier otro mortal, aunque ellos eran superiores en todos los ámbitos pudiendo pasar desapercibidos a pesar de sus grandes logros en todo lo que se propusieran.Isis estaba preparando las maletas, un poco apesadumbrado, tenía mucho temor de lo que estaba por venir. No estaba segura de lo que fuera a suceder en ese lugar, después de todo ese ya no era el hogar de su alfa. Mientras ella acomodaba todo como Ramsés se lo había pedido escuchó un gran alboroto en la planta baja y con premura y aprehensión descendió para poder ver qué ocurría.Al llegar a la sala Isis se topó con una imagen un tanto molesta, a su ver, ya que una hermosa y esbelta mujer rubia abrazaba efusivamente a su mate. Ella solo arrugó el entrecejo y cruzó sus brazo