Los días habían pasado tranquilos. Isis estaba aprendiendo muy bien todo lo que Ramsés quería enseñarle, tanto así que la había convertido en su asistente personal, aunque él ya tenía uno, ella era como la ayudante del otro.Todo transcurría con calma, haciendo que Ramsés se sintiera el hombre más feliz del mundo, después de todo había encontrado a su mate, su otra mitad y aquella que hacía que sus días fueran verdaderamente los mejores.Nana Nila los veía con orgullo, estaba feliz de que el lazo fuera lo suficientemente fuerte. La marca de ella era hermosa. Era una luna blanca, brillante y un licans negro bestial. Era algo mágico y sublime, ver esta marca era un recordatorio de la espectacularidad de su especie. Simbolizaba la acción redentora de la Diosa Luna, quien se enamoró de Licaón y con su amor lo salvó de su trágico destino de soledad y barbarie.Al ver el prodigio Ramsés quedó consternado. Él nunca había visto una marca como esa, en sus 500 años de vida. Era algo especial y
Ramsés realizo las llamadas correspondientes y en breve las personas que él necesitaba llegaron al lugar. Él no era el único licans que se encontraba en el mundo humano. Había otros, muchos que se habían camuflado y vivían una vida tranquila y simple como cualquier otro mortal, aunque ellos eran superiores en todos los ámbitos pudiendo pasar desapercibidos a pesar de sus grandes logros en todo lo que se propusieran.Isis estaba preparando las maletas, un poco apesadumbrado, tenía mucho temor de lo que estaba por venir. No estaba segura de lo que fuera a suceder en ese lugar, después de todo ese ya no era el hogar de su alfa. Mientras ella acomodaba todo como Ramsés se lo había pedido escuchó un gran alboroto en la planta baja y con premura y aprehensión descendió para poder ver qué ocurría.Al llegar a la sala Isis se topó con una imagen un tanto molesta, a su ver, ya que una hermosa y esbelta mujer rubia abrazaba efusivamente a su mate. Ella solo arrugó el entrecejo y cruzó sus brazo
Mientras ellos tenían una sincera conversación en el estudio, en la habitación de la pareja las cosas eran un poco diferentes.Isis estaba un poco, en realidad, muy inquieta. Ella presentía que las cosas no serían tan sencillas como ir a un funeral y volver. Mientras Hatice observaba la habitación y hablaba hasta por los codos, ella tenía su mirada perdida en la inmensidad del campo que se cernía fuera de la hermosa Villa que ahora era su hogar._ ¿Isis? _ la voz de su acompañante la sacó de su ensimismamiento._ Mmm ¿Sí? _ preguntó sabiendo que se había perdido de todo aquello que la hermosa mujer a su lado le estaba diciendo._ Isis…tranquila, no dejaremos que las cosas se salgan de control _ Hatice comenzó a decir presintiendo lo que ella estaba sintiendo _ tienes que ser fuerte, allí habrá personas que no serán amigables, pero tú tienes que ser lo suficientemente astuta como para no permitir que eso te afecte, solo confía siempre en Ramsés, él nunca te traicionaría ¿Sí? _ La hermos
Ramsés tenía una hermosa sonrisa de satisfacción en los labios al ver lo que su cachorrita acababa de hacer. Ella se había defendido de manera espléndida, aunque pudiera parecer un poco extremo, pero la verdad es que ella nunca se había defendido en su vida y ahora tenía el derecho de hacerlo de la manera en la que se le antojara._ Dimitri, ven a recoger la basura, y dile a Martina que venga _ dijo Ramsés a través del teléfono celular.El pobre asistente estaba aún en el vestíbulo, había tenido el privilegio de poder salir a almorzar, ese era un lujo que no todos los días tenía y había decidido aprovecharlo. Estaba ya caminando hacia el ascensor cuando recibió esa llamada intimidante. Intentó encontrar a Martina, pero ella. Al parecer aún estaba en su descanso, por lo que decidió correr solo hacia la oficina de su jefe.Al salir del ascensor Dimitri se asustó de muerte por los alaridos estridentes que se oían desde la oficina de su jefe. Asustado de muerte, corrió al lugar y se encont
Mientras que ellos se amaban de manera apasionada y sumamente lujuriosa, en la manada Shadow Moon todo estaba de cabezas por la muerte del antiguo alfa.Dilan y Luna habían llegado en el momento en que todo estaba ocurriendo ya que su vieje se había retrasado un tiempo a causa de una enfermedad que había aquejado al alfa y de la que le había costado recuperarse.Casandra, corría de un lado al otro organizando todo para despedir de la manera correcta al ex alfa. Esperaba que llegaran comitivas de todas las manadas, ya que ellos eran los gobernantes supremos del mundo sobrenatural, por lo que era un evento que traería todas las cosas que ella estaba esperando que sucediera._ Madre, ¿crees que él vendrá? _ preguntó Ícaro quien estaba observando dudoso a su progenitora __ Claro que vendrá, él es su padre después de todo _ dijo la mujer con un extraño brillo en sus ojos._ Pero…Vera ha vuelto por él…si ellos se unen… _ el temor estaba impregnado en las palabras y mirada del hombre que se
Ramsés caminó por los pasillos del aeropuerto como lo que era, un Rey, tal así que, de acuerdo o no, todos se veían obligados a hacerse a un lado cuando él pasaba, incluso inclinaban la cabeza ante su presencia, los licans lo reconocían como rey y obligaban a sus humanos a obedecer, algo que dejó a todos molestos con su otra mitad, ellos consideraban que un licántropo que renegaba de su especia no era digno de reverencias.Isis caminaba a su lado con su espalda recta y su cabeza en alto, ella era la mate de ese increíble hombre, y no se dejaría intimidar por nadie. Aunque muchas mujeres se sentían molestas al ver la conexión que existía entre ambos, ella no era, a sus ojos, merecedora de ese privilegio por ser una simple omega.Una sonrisa burlona se asomó a los labios de Ramsés al notar la molestia con la que observaban a su cachorrita, y su pecho se infló de orgullo al observar como ella caminaba con elegancia y altivez, con pasos firmes y decididos, siguiéndolo a él en cada paso. L
La tensión era algo palpable en todo el lugar. Parecía que el tiempo se había detenido y todas las personas se encontraban petrificadas en sus lugares sin permitirse, siquiera, respirar.Ramsés caminaba con su mate tomada de su mano. Ella observaba todo con curiosidad y asombro, esa era por mucho la casa de manada más impresionante que jamás se hubiera imaginado, y no podía ser de otra manera, era la casa de la manada real, ellos dominaban sobre todos los hombres lobo y licántropos del mundo y es por esto por lo que debía de ser un lugar majestuoso._ ¿Dónde está mi padre? _ preguntó de golpe, él esperaba verlo en la sala principal, como debía ser tratado el funeral del antiguo alfa, pero no estaba allí._ El cuerpo de tu padre está en nuestra habitación _ escupió Casandra casi con asco.Ramsés la fulminó con la mirada, para él era claro que ella estaba actuando deliberadamente para humillar a su difunto padre en despedida final._ Quiero que preparen el salón principal para las exequ
En la cómoda bañera, Isis estaba apoyada en el pecho de Ramsés, mientras que él la bañaba con delicadeza dejando dulces besos en su pequeña cabeza. Ella ronroneaba, como un gatito feliz mientras que era más que mimada por ese fuerte hombre al que amaba con locura. Ella sabía que lo que sentía por él iba más allá del vínculo y ahora tenía un pequeño temor por ese fantasma del pasado que había llegado._ Es tu turno cachorrita _ dijo él un poco molesto porque ella lo había interrogado, pero no había mencionado nada sobre lo ocurrido con esa mujer, aunque él sabía de quien se trataba, quería que fuera ella la que lo dijera.Isis hizo un puchero monumental, ella no quería saber nada de esas personas, solo quería no volver a verlos nunca y encontrarlos allí no le parecía nada grato._ Isis…cachorrita, no puedo ayudarte mucho si no me dices quienes eran _ él solo intentaba que ella terminara de abrirse._ Ella es mi hermana _ dijo Isis temblando al recordar todo lo sufrido a causa de esa mal