Al llegar a su casa Isis pudo ver que el auto de su familia estaba en el lugar, era lógico que ya hubieran llegado, pero lo que la sorprendió fue ver el del alfa. Parece que tendrá que verlo nuevamente, solo espera que no la envíe a azotar nuevamente.
Al entrar vio que todos estaban sentados en la sala, lo que le causo algo de miedo. Pero, lo más sorprendente fue la mirada de Dilan. Sus ojos parecieron oscurecerse en cuanto entró. La observó detenidamente, tenía sus cabellos revueltos y traían en las manos las ropas desgarradas que rompió en su transformación.
Un gruñido aterrador se escuchó en el lugar. El hombre se acercó a ella de manera rápida y ágil. Comenzó a olerla y un cruel gruñido salió de su interior. Ella sabía lo que ocurría, lo olió en cuanto se acercó a la casa, en un primer momento se sintió feliz, su mate estaba en el lugar…pero ahora, que lo veía observarla con odio y asco comprendió que no era nada bueno lo que estaba ocurriendo.
Luna a su vez la miraba con furia. No podía creer que la inmunda omega fuera la mate de su novio, debía hacer algo para terminar de quebrar la imagen que él tenía de ella, no debía permitir bajo ningún concepto que él la aceptara.
_ Isis, vienes de verte con alguno de tus amantes _ gritó furiosa y a la vez avergonzada _ No puedo creer que seas tan descarada, llegando a esta hora y toda desarreglada…
No necesito seguir agregando leña al fuego. Dilan gruñó furioso. Su mate, su pareja destinada era una omega insignificante y lo peor de todo es que era una zorra, como todas las omegas que había conocido en otras manadas. Por eso siempre se sintió afortunado de que en Colmillo de Luna no existieran este tipo de lobas que solo sabían usar su cuerpo y sus encantos para engatusar a los alfas.
_ Yo…yo no he estado con ningún lobo…yo _ ella quiso explicar lo que había estado haciendo, pero una fuerte cachetada la hizo caer de rodillas al suelo.
_ No te atrevas a decir una palabra en mi presencia sucia omega…_ él la odiaba, ese no era el futuro que ella esperaba, ese no era el mate que ella soñaba _ voy a destruirte por tan solo haberte parado en mi presencia después de cometer tus cochinos actos, pero antes…_ él miró al suelo, en dirección a Isis, su rostro estaba marcado de rojo por la fuera ejercida en el golpe, las lágrimas bañaban ese delicado rostro y por un momento, tan solo uno sintió pesar en su corazón, sus ojos se nublaron y quiso tomarla en brazos y consolarla, pero… una mano se posó en su espalda, el volteó a verla y ahí estaba Luna, su prometida, la mujer que sería su esposa y luna de la manda, la que había sufrido lo indecible por culpa de esta astuta mujer que solo sabía fingir.
Dilan recobró la cordura y, sin mirarla siquiera, pronunció las desgarradoras palabras.
_ Yo Dilan Sloan, alfa de la manada Colmillo de Luna te rechazo a ti, Isis Carter como mi pareja destinada y luna de la manada _
Un grito desgarrador inundó el aire. Isis sujetó su pecho, en el que su corazón acababa de ser fragmentado. Lloró amargamente, lamentó sus sueños rotos, su vida miserable, su destino, y allí quiso morir, y sabía de qué manera lograrlo. Levantó la mirada y vio fijamente al hombre que acababa de terminar de destrozarla.
_ Yo Isis Carter acepto tu rechazo Dilan Sloan alfa de la manada Colmillo de Luna _ esas simples palabras fueron suficientes.
Dilan cayó al suelo con un dolor aún más profundo que el que ella sintió. Su cuerpo sentía como si una parte de sí mismo se estuviera perdiendo. La miró, ella se veía adolorida pero satisfecha, había logrado algo, aunque más no sea, de venganza. El odio que el alfa sentía en ese momento creció de manera exponencial y con su último aliento antes de perderse en ese dolor ordenó que la encerraran en el calabozo.
El resto miraba asombrado, lo que había ocurrido era algo que nunca pensaron ver. El rechazo nunca había causado tanto dolor, tan así que produjo el desplome del alfa que se desvaneció y permaneció inconsciente por dos días. Lo mismo le había ocurrido a la loba, ella solo había mantenido las fueras suficiente para aceptar el rechazo y luego sucumbió al dolor.
_ Mamá, esto no puede ser _ gritaba Luna desaforada por todo lo ocurrido _ esa m*****a es la mate de Dilan, él no puede abandonarme por ella, después de todo lo que he hecho para lograr estar a su lado _ la joven lloraba en brazos de su madre, que la consolaba de manera cariñosa.
_ Tranquila, ella está en los calabozos y sabes cómo es tratada cada vez que está en ese lugar _ dijo la mujer con absoluta malicia.
Dos días después el alfa por fin despertaba. Al comenzó estaba desconcertado, aún sentía algo de dolor en su pecho. Se enderezó en la cama y vio, acostada en un sofá de la habitación a Luna, su luna. Una sonrisa se dibujó en sus labios, esa hermosa mujer siempre había estado a su lado. Su mirada se oscureció al recordar a Isis y toda su maldad, le costaba entender que una niña tan joven pudiera ser tan malvada, pero lo era.
Desde pequeña, según su entendimiento, Isis había sido malvada. Había atentado contra la vida de su hermana Luna un sinfín de veces. Era necesario que le pusiera un alto o de lo contrario nunca dejaría de hacer maldades. Como pudo se incorporó, dio un beso en la frente de la joven que dormía en el lugar y salió de la habitación.
_ Emmett _ llamó a su beta, tenía órdenes importantes que dar _ quiero que la omega sea castigada todos los días. Debe recibir cincuenta azotes y se le debe rociar acónito a las heridas. Ella debe saber que con su alfa no se juega y cuando por fin la deje salir no quiera ni acercarse a cien metros de su familia o de mí _
Emmett lo observó sorprendido, esa niña no aguantaría mucho tiempo esos castigos. Él solía ensañarse con ella y la hacía azotar, pero no eran más de diez azotes, lo que de todos modos era demasiado para el débil cuerpo de una omega.
_ alfa, no cree que quizá sea mucho _ contestó el beta preocupado por la crueldad del otro.
_ ¿Te parece mucho? Yo en cambio creo que es poco a lo que ella merece después de todo lo que ha hecho sufrir a su hermana durante años, además de que se ha comportado de manera libertina y ha sido la zorra de todos _ eso parecía molestarle demasiado a un hombre que se acostaba con cuanta alfa se le pasaba por enfrente, la doble vara de su alfa era increíble.
_ No lo sé alfa, después de todo solo es una pequeña omega, eso la matará en poco tiempo _ insistió Emmett, creía que era mucho el castigo.
_ ¿Cuál es el problema si muere? ¿Acaso no intentó ella más de una vez matar a su hermana por celos?_ esas palabras estaban cargadas de desprecio y el beta no podía creer que ese hombre fuera su alfa, pero lo que dijo a continuación terminó por desconcertarlo _ ¿Eres uno de sus amantes verdad? Por eso te preocupa.
_ No señor, yo tengo mi pareja y jamás le causaría ese dolor _ contestó Emmett con seguridad.
_ Solo haz lo que se te ordena _ terminó por decir para volver a su habitación, quería pasar un buen momento con su amada Luna. Aunque la imagen de Isis lo envolvía sin entender muy bien por qué.
En la sucia celda de la prisión de la manda Isis respira con dificultad. Ha sido azotada y rociada con acónito. Su cuerpo se siente débil. No sabe cuántos días han pasado. Solo que el sol ha salido y se ha ocultado infinidad de veces. Su hermana y el alfa han realizado la unión, y ella ya ha sido marcada como luna de la manada. Ese día, para celebrar, los azotes fueron con puntas de acero, quería causar el mayor dolor posible en su pequeño cuerpo._ Espero que mueras de una vez, no entiendo cómo puedes seguir con vida después de tanto tiempo _ fueron las palabras finales que le dedicó Luna antes de salir del lugar.Había ido a informarle oficialmente que ella era la nueva luna de la manada, también mostró, orgullosa la marca que ostentaba como pareja del alfa.Isis pensó que ese día por fin sería el último, pero no tuvo tanta suerte. Nuevamente el sol salió y nuevamente se ocultó. El tiempo siguió transcurriendo. Ella era azotada a diario, excepto cuando se olvidaban de hacerlo, pero
En un lujoso departamento de Light City un hombre se encontraba desnudo sentado sobre un sofá observando a la mujer que aún permanecía dormida sobre la cama. La larga jornada de sexo había acabado finalmente y ella se había dormido de manera plácida y tranquila.Ramsés se puso de pie y se encaminó hacia la ducha. Se daría un baño rápido, necesitaba quitarse el nauseabundo olor de esa mujer de su piel. Sentía que, por alguna razón, los olores vulgares de los perfumes se quedaban impregnados sobre su cuerpo y no podía quitarlos con facilidad y eso era algo que le molestaba sobremanera.Mientras que el jabón recorría cada centímetro de su piel pudo sentir como dos manos comenzaban a acariciar su cuerpo._ Mi amor, pensé que pasarías la noche junto a mi _ dijo ella aun abrazando al hombre con el rostro apoyado en la espalda de él._Lo siento preciosa, pero yo no duermo con ninguna mujer, solo sexo _ dijo de manera tranquila mientras que la alejaba de él _ tampoco me interesa repetir, ya t
Ramsés limpiada cuidadosamente el cuerpo de su mate. El duro y fuerte alfa dejaba caer gruesas lágrimas de sus ojos al comprobar el lamentable estado en el que ella se encontraba. Nunca en su vida se había imaginado tanta crueldad contra una linda omega. Él estaba tan orgulloso de que su mate fuera una omega, ellas eran las más hermosas y dulce que podían existir. Por desgracia la diosa Luna había dejado de enviar omegas al mundo. La última había sido su madre, que murió hace ya muchos años. Él era apenas un cachorro cuando eso pasó. Su padre no pudo esperar mucho tiempo y volvió a casarse, pero con una alfa. Ella era hermosa, pero también despreciable. Lo había lastimado de incontables maneras frente a la mirada dura de su propio padre, todo en nombre de convertirlo en un alfa fuerte, el digno heredero de Shadow Moon, la manada de licans más importante y la que gobernaba a todo el mundo sobrenatural.Ramsés Licaón era el futuro Rey alfa, bajo su mando debían estar todas las manadas d
Ramsés tomó a su pequeña cachorra en brazos y la acercó a la cama. Allí se encargó de secar con delicadeza su cuerpo, centímetro a centímetro. No había una pisca de morbo en su acto, él actuaba con amor y devoción, cuidando ese hermoso tesoro que la diosa Luna le había confiado.Sabía que habría una larga y triste historia tras el deplorable estado en el que ella estaba pero esperaría lo que ella necesitara para contar, después de todo, él también tenía su triste historia.Isis era solo un despojo de ser humano. Su piel estaba delgada y lacerada, los huesos se dejaban ver por donde fuera que mirara. Su delicada columna se hacía presente y sus piernas estaban débiles y sin fuerzas. Ella era una loba, pero había estado tanto tiempo siendo torturada, rociada con acónito, durmiendo entre sus propios desechos y comiendo los restos de basura que le tiraban que iba a ser verdaderamente larga su recuperación. El acónito había sido eliminado, pero tenía que lograr reponer ella misma lo que fal
El sol acariciaba delicadamente la piel de Isis que aún permanecía en la cama. Ella abrió los ojos e inmediatamente una sonrisa se asomó a sus labios pensando en todo lo que había ocurrido la noche anterior. Ese hombre era un descarado, se la había comido completita y ella gustosa se había dejado devorar. Era la sensación más plena que había podido sentir en su vida. Nunca imaginó que ella podría vivir algo como eso después de los años de sufrimiento en Colmillo de Luna.Una sombra vino de repente a invadir sus pensamientos, el terror de que todo fuera mentira, de que lo que estaba ocurriendo no era más que un sueño, pero dentro de ella su linda lobita revoloteaba alertándola de que la experiencia de la noche anterior había sido muy vívida y sentida para ambas.Isis volvió a sonreír ante ese recuerdo. Sí, su licans hermoso la había hecho muy feliz durante la noche, y varias veces a decir verdad._ El que solo se ríe de sus picardías se acuerda mi hermosa cachorrita _ dijo Ramsés ingre
Los días habían pasado tranquilos. Isis estaba aprendiendo muy bien todo lo que Ramsés quería enseñarle, tanto así que la había convertido en su asistente personal, aunque él ya tenía uno, ella era como la ayudante del otro.Todo transcurría con calma, haciendo que Ramsés se sintiera el hombre más feliz del mundo, después de todo había encontrado a su mate, su otra mitad y aquella que hacía que sus días fueran verdaderamente los mejores.Nana Nila los veía con orgullo, estaba feliz de que el lazo fuera lo suficientemente fuerte. La marca de ella era hermosa. Era una luna blanca, brillante y un licans negro bestial. Era algo mágico y sublime, ver esta marca era un recordatorio de la espectacularidad de su especie. Simbolizaba la acción redentora de la Diosa Luna, quien se enamoró de Licaón y con su amor lo salvó de su trágico destino de soledad y barbarie.Al ver el prodigio Ramsés quedó consternado. Él nunca había visto una marca como esa, en sus 500 años de vida. Era algo especial y
Ramsés realizo las llamadas correspondientes y en breve las personas que él necesitaba llegaron al lugar. Él no era el único licans que se encontraba en el mundo humano. Había otros, muchos que se habían camuflado y vivían una vida tranquila y simple como cualquier otro mortal, aunque ellos eran superiores en todos los ámbitos pudiendo pasar desapercibidos a pesar de sus grandes logros en todo lo que se propusieran.Isis estaba preparando las maletas, un poco apesadumbrado, tenía mucho temor de lo que estaba por venir. No estaba segura de lo que fuera a suceder en ese lugar, después de todo ese ya no era el hogar de su alfa. Mientras ella acomodaba todo como Ramsés se lo había pedido escuchó un gran alboroto en la planta baja y con premura y aprehensión descendió para poder ver qué ocurría.Al llegar a la sala Isis se topó con una imagen un tanto molesta, a su ver, ya que una hermosa y esbelta mujer rubia abrazaba efusivamente a su mate. Ella solo arrugó el entrecejo y cruzó sus brazo
En una hermosa habitación una jovencita de tan solo 18 años habría los ojos por fin después de haber permanecido dormida, en coma, durante muchos días.La confusión en su rostro era evidente, no tenía la menor idea del lugar en el que se encontraba. Ella observaba todo con curiosidad, pero también con algo de miedo. Sus manos y pies estaban aún adormecidos después de tanto tiempo en la misma posición, aunque ella es una cambia formas y su recuperación es más rápida que la de los seres humanos comunes.Su mente permanecía en blanco, nublada por el tiempo que había estado dormida, e intentaba, por todos los medios recordar qué era lo que le había ocurrido, cómo llegó hasta ese lugar.Hasta que por fin, como flashes llegaron a su mente las imágenes del horror sufrido los días anteriores. No podía creer que todo eso hubiera acontecido, debía ser un error, pero las marcas en sus manos y en su cuerpo le decían que todo había sido real. Las heridas externas habían cicatrizado, pero las del c