Carajos, ahora sí estoy en problemas. ¿Cómo es posible que Joselyn ya esté de regreso? Pienso sin poder articular palabra alguna.—Amor, ¿estás ahí? —preguntó Joselyn al teléfono.—Sí, estoy aquí. Bueno, iré a verte al Penthouse —respondí.—No, te aviso, eh... me vine donde unas amigas. Cuando esté en mi casa te escribo.Fruncí el ceño, dudoso.—¿Viniste a quedarte o regresarás a Miami?—Vamos a hablar cuando nos veamos, ¿te parece?—Sí, de hecho, necesito conversar contigo sobre un asunto...—Amor, te hablo luego, bye.No me dio tiempo a terminar de hablar y ella ya había colgado. Suspiré, resignado; era normal en Joselyn ser así de impaciente.Marqué el número de Jovanny mientras salía del hospital.—Dime, hermano —respondió Jovanny.—Jovanny, Joselyn regresó y no tengo idea de cómo hablar con ella sobre mi matrimonio sin amor.Jovanny soltó una risa.—¿Por qué mierda te ríes de mi situación?—Calma, caramba. Es que tu situación es complicada. Sé que te casarás con Valeria para prot
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