-¡Cállate, no seas curiosa! – regañó nuevamente Dora.-No se preocupe Dora – pidió Débora – todo el mundo ya lo sabe, trabajé, pero sólo de camarera…, y te digo que ese lugar es sucio y muy oscuro. No te gustaría para nada Malena – aclaró con una sonrisa.-Entonces el señor la sacó de allí, se enamoró de usted…, y se casaron. Que romántico… - Añadió Carol, la más joven y soñadora de las criadas. – Es como esa película que…-Mejor cállate, Carol – La riñó esta vez Remedios.-Si…, el señor me sacó de allí, pero no creo que me quiera., lo hizo por…. – Intentó explicar Débora buscando las palabras adecuadas para no comprometerse mucho, por fortuna no necesitó terminar pues fue interrumpida certeramente por Remedios que intentó nuevamente cambiar el tema de la conversación, no creía fuera conveniente airear los motivos que había tenido el patrón para casarse con esa muchacha-Usted no es de por aquí, ¿Tiene familia señora?–-Si tiene, yo he visto las fotos de la habitación – Intervino Caro
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