Se refugió en su despacho. Desde allí oyó bajar a su hermana, iba cantando, parecía de buen humor, se alegró por ella, y por él. Ojalá fuera un buen augurio. Ambos tenían una conversación pendiente y dado que últimamente sus encuentros habían terminado siempre en riña mejor encontrarla contenta. La llamó, ella hizo como si no lo oyera…, vaya, pues no estaba de tan buen humor, no le quedó más remedio que salir de detrás de su escritorio y enfrentarla….-Lisbeth, ¿No oyes que te estoy llamando? – preguntó mientras la cogía suavemente por el brazo.-Si..., pero yo no tengo nada que hablar contigo. No sabía que ya habías vuelto. ¿Bien supongo…?- se interesó tímidamente por él, antes de seguir burlándose - ¿Cuántos millones hemos ganado este año?-¡Dé hemos nada! – ironizó – Fui a una reunión de accionistas de la Corporación Savater, de la que deberías saber formamos parte mama y yo, tú no tienes participaciones, así que no te importan los beneficios que hayamos obtenido por nuestro esfue
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