105

No podía apartar las dudas de su cabeza, nada de lo que le explicaban tenía demasiado sentido, si una persona se cae por las escaleras no se golpea en el labio. Vaya, al menos eso creía… Miró encima de su mesa, los papeles se le acumulaban así que se enfrascó en su trabajo. Oyó que Débora bajaba con su hijo y vio que se dirigían a la biblioteca, allí ya los estaba esperando la profesora. Los dejó trabajar y esperó al mediodía para comer con ellos. Le había pedido a José que sirvieran el almuerzo en el comedor pequeño y también aprovechó para preguntarle por la caída de Débora. Sorprendentemente José reconoció no saber nada, ni él ni ninguna de los otros miembros del servicio. Se extrañó que nadie hubiera oído el ruido de la caída. Aquello empezaba a no gustarle nada…Comieron con el niño en el comedor. David estaba muy contento de compartir con su padre y no paraba de hacer tonterías. Débora parecía asustada, como ausente. Se estaba preocupando. Con la excusa de acostar al niño
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo