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Todos los capítulos de Atrapada (sin salida): Capítulo 1 - Capítulo 10
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Traicionada
La mansión Ivanov resplandecía con luces y decoraciones festivas. Era el cumpleaños número 70 del abuelo de Anya, Vladimir, y toda la familia se había reunido para celebrar. Anya se paró frente al espejo, admirando su elegante vestido rojo que abrazaba sus curvas, esa noche era especial por dos razones: no solo compartiría la felicidad de sus amados abuelos, sino que también esperaba que su novio Misha le propusiera matrimonio después de años de noviazgo.—Te ves hermosa, querida. —susurró su tía, abrazándola por detrás —Misha es un hombre afortunado.Anya sonrió radiante —Gracias tía. Siento que esta noche será mágica.Bajaron al gran salón donde la fiesta estaba en su apogeo. Familiares y amigos reían, bailaban y brindaban por la feliz pareja. Anya buscó a Misha entre la multitud, ansiosa por estar a su lado.—Oye, ¿Has visto a Misha? —preguntó la mejor amiga de su prima Katya con una sonrisa maliciosa —quizás se cansó de esperar y fue a buscar compañía más... interesante.Anya la
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Confundida
La cena familiar en la mansión Ivanov estaba en pleno apogeo. Anya se sentó junto a su abuelo Vladimir, tratando de mantener una sonrisa educada mientras por dentro se sentía desmoronar. La traición de Misha y Katya aún quemaba en su corazón como ácido.De repente, las puertas del comedor se abrieron y dos figuras entraron. Anya se tensó al reconocerlos. Eran Misha y Katya.—Lamentamos llegar tarde —dijo Misha, su voz suave como la seda —tuvimos un pequeño contratiempo.Katya soltó una risita, sus ojos brillaban con malicia. —Sí, un contratiempo.Anya apretó los puños bajo la mesa, luchando contra el impulso de saltar y arrancarle los ojos a su prima. ¿Cómo se atrevían a venir aquí, a su casa, después de lo que habían hecho?Pero no podía hacer una escena. No con su abuelo y toda la familia presente. Así que forzó una sonrisa y se levantó para saludarlos, tal como dictaban las normas de etiqueta.—Katya, querida —dijo con falsa dulzura, besando el aire junto a las mejillas de su prim
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Celebración y circo
Anya no tuvo mucho tiempo para procesar lo ocurrido, porque en ese momento su celular sonó, era su abuelo.—Anya, querida, tengo excelentes noticias —la voz de Vladimir sonaba llena de júbilo —¡Alexei Petrova ha aceptado casarse contigo! La boda será en un mes.Anya se dejó caer en el sofá, aturdida. ¿En qué momento había aceptado esa absurda propuesta? Y con un hombre que ni siquiera conocía.—Abuelo, ¿Estás seguro de esto? Yo... su voz tembló —aún no lo he decidido.—Sé que es repentino, pero es lo mejor para todos —Vladimir suavizó su tono —Alexei es un buen hombre, Anya. Sé que cuidará bien de ti. Y juntos, llevarán a nuestras familias a nuevas cumbres de poder y prosperidad.Anya cerró los ojos, derrotada. Sabía que no tenía opción, su abuelo no la dejaría en paz, ya lo había decidido.—Está bien abuelo. Que se haga tu voluntad —susurró.El día de la boda llegó con una frialdad inusual para la primavera moscovita. Anya se miró en el espejo, apenas reconociendo a la novia de blan
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Luna de hiel
La limusina avanzaba por las calles de Moscú, llevando a los recién casados hacía su nido de amor, pero el ambiente dentro del vehículo estaba lejos de ser romántico.Anya miraba por la ventana, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos, a su lado, Alexei bebía champán directamente de la botella, ignorándola por completo.—Espero que estés satisfecha —dijo él de repente, su voz estaba cargada de veneno —has logrado atraparme en este matrimonio de farsa.Anya se giró para enfrentarlo, sus ojos azules ardían de indignación. —¿Crees que yo quería esto? ¿Casarme con un desconocido que me desprecia? Estás muy equivocado.Alexei soltó una risa amarga. —Claro, porque eres una pobre víctima inocente, no creas que he olvidado cómo me usaste aquella noche. Seguro planeaste todo esto con tu prima Katya —¿Katya? ¿Qué tenía que ver Katya con Alexei? Se preguntó Anya por un momento, ¿Alexei la conocía?—¡Yo no planeé nada! —estalló Anya —ni siquiera sabía quién eras hast
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Fuego y hielo
Anya llegó al restaurante Pushkin con la guardia en alto, la invitación de Alexei había encendido todas sus alarmas, ¿Un nuevo comienzo? Más bien una nueva trampa.Alexei la esperaba en una mesa privada, luciendo peligrosamente atractivo en su traje oscuro, su sonrisa podría haber engañado a cualquiera, pero Anya veía la amenaza oculta tras ese encanto.—Viniste —ronroneó él, levantándose para besar su mejilla, un gesto calculado para cualquier observador —sabía que no podrías resistirte a mí.Anya se apartó, su piel quemaba allí donde sus labios la habían tocado. —Ahórrate las falsedades, Alexei, ¿Qué quieres?Él fingió estar herido, llevando sus manos hacia su pecho —¿Tan difícil es creer que quiero arreglar las cosas? Eres mi esposa, Anya.—En nombre solamente —ella cruzó los brazos, como si fueran una armadura contra su magnetismo oscuro —Ambos sabemos que este matrimonio es una farsa.—Pero no tiene por qué serlo —Alexei se acercó, su voz bajó convirtiéndose en un susurro tentad
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Una noche de enredos y desenfreno
Anya no pudo soportar más la escena frente a ella, salió corriendo ante la risa burlona de Katya.—Eres una maldita zorra, como te has atrevido a entrar aquí y besarme, después de lo que me hiciste te desprecio Katya.—Ja, ja, ja, mi amor, no recuerdas cómo hace tiempo me pedías que gimiera tu nombre.Alexei no pudo soportar más la risa cínica de Katya, se puso una bata de baño y salió de ahí rápidamente.Alcanzó a Anya en el pasillo, sujetándola del brazo con firmeza para evitar que llegara donde los demás y se desatara un escándalo.—Espera Anya, tenemos que hablar. Lo que viste no es lo que parece —su voz era urgente, casi suplicante.Anya soltó una risa amarga, se detuvo y se le quedó viendo fijamente.—En realidad no me importa, Alexei. Allá tú si quieres caer en las garras de una arpía como Katya —Anya se estaba esforzando por no estallar, por no demostrarle que le importaba, aunque sentía un dolor profundo dentro de su pecho.Alexei parpadeó, desconcertado ante su reacción, hab
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Ilusiones rotas
A la mañana siguiente, cuando Alexei despertó, se dio cuenta de que tenía a Anya abrazada. Por un instante, su corazón latió con una mezcla de ternura y culpa, pero pronto la realidad golpeó con fuerza. Se apartó de ella de inmediato, como si su contacto quemara su piel, negándose a sucumbir a la tentación de su calor. Ella era una mujer infiel, indigna de su afecto, se reprochó el ser tan débil y desear su cuerpo. Se alejó de la cama con movimientos rápidos y precisos, como si el simple hecho de permanecer allí lo contaminara con su presencia.Antes de partir, dejó una sola rosa roja y una nota sobre la almohada, un gesto vacío de significado para él, pero que sabía que Anya valoraría. La nota era breve, apenas unas pocas palabras destinadas a mantener las apariencias.Anya despertó sola, su corazón se aceleró al ver el detalle de Alexei, una sensación de esperanza se encendió dentro de ella, un atisbo de lo que solía ser su amor. Se aferró a ese destello de felicidad como si fue
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Verdades y consecuencias crueles
El cuerpo inerte de Anya yacía en la cama del hospital, su piel pálida contrastando con las sábanas blancas, tras ser brutalmente empujada por las escaleras por la amante de Alexei, había perdido el conocimiento. Afortunadamente, Viktor, el mejor amigo de Alexei, había presenciado la escena oculto entre las sombras y había acudido en su rescate.Sin pensarlo dos veces, Viktor tomó a Anya en brazos y la llevó rápidamente hasta su auto para dirigirse al hospital más cercano. Durante el trayecto, no pudo evitar sentir una profunda compasión por ella, conocía a Alexei desde la infancia y, aunque eran como hermanos, no podía aprobar la forma en que estaba tratando a su esposa.Mientras Anya luchaba por su vida, en la mansión de los Ivanov el caos reinaba, los abuelos Vladimir y Anatoly, junto con los padres de Anya, Sergei e Irina, que habían llegado de su largo viaje, buscaban desesperadamente a la joven desaparecida.Alexei fingía preocupación, uniéndose a la búsqueda con falsa conster
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Aliados y enemigos
Con suavidad, Viktor la guió hasta su auto, la ayudó a sentarse y le abrochó el cinturón con ternura, como si fuera una muñeca de porcelana a punto de romperse.Durante el trayecto, Anya permaneció en silencio, perdida en su propio dolor. Miraba por la ventana sin ver realmente, su mente reviviendo una y otra vez la crueldad de Alexei, la traición de su familia.De pronto, un pensamiento la golpeó como un rayo, con manos temblorosas, sacó su móvil y entró a las noticias locales, allí, en la sección de sociedad, un titular le robó el aliento.—Heredera de la familia Ivanov huye con su amante en escandalosa fiesta.Una foto de ella, sonriente y feliz en brazos de Alexei, acompañaba el artículo, la ironía era tan dolorosa que Anya sintió náuseas.—Para... Detén el auto... —jadeó, luchando por respirar.Viktor obedeció al instante, orillándose en la carretera —¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?Por toda respuesta, Anya le mostró la pantalla de su móvil. —Mira... Mira lo que han hecho... Me han
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Una luz en la oscuridad
Al día siguiente, Viktor la llevó a la clínica, el doctor quería hacer algunos estudios más para asegurarse que el embarazo fuera como era debido.Cuando el doctor le entregó los resultados, Anya suspiró con alivió, su bebé crecía en tiempo y forma.Viktor la esperaba con una sonrisa alentadora, sin decir palabra, la ayudó a llegar hasta el mostrador de pagos, sosteniéndola con delicadeza.Anya extrajo una de sus tarjetas de crédito y se la entregó a la recepcionista, su estómago se encogió al recordar que quizás Alexei ya habría bloqueado sus cuentas, dejándola sin recursos.La recepcionista pasó la tarjeta, Anya contuvo el aliento, y tal como lo esperaba, la tarjeta había sido cancelada. dió sus otras tarjetas, todas fueron rechazadas, una tras otra, sin excepción.La vergüenza y la impotencia la invadieron, era obvio que Alexei o su abuelo habían congelado sus finanzas, dejándola a la deriva, querían verla en la calle, suplicando por ayuda.Viktor negó con un ligero movimiento de c
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