Siento mi garganta atascada con una piedra. Sin embargo, trato de mostrarme neutral, que nada de lo que dice este hombre me intimida, pero no es así. Me sorprende mucho su seguridad, a la vez me da risa, porque… sé que está entrando en terreno minado, va a salir muy lastimado como llegue a generar sentimientos de verdad hacia mí.Me acaba de decir que gusta de mí, pero estoy casi segura que es capricho: una persona no puede tener sentimientos por alguien en unas cuantas horas, no es real, simplemente es su corazón jugando con su mente. —Espera menos de un mes —me dice con su estúpida voz segura—. Mientras eso sucede, vamos a tener más citas.Suelto un jadeo irónico y parpadeo varias veces al no poder creer lo que estoy escuchando.—Disculpa… —comienzo a decir.—Disculpada.Me detengo abruptamente y trato de hablar, pero únicamente gesticulo algunas palabras imposibles de entender.Veo que él está disfrutando mucho del momento, se burla de mi mal. ¡Ay, Eva, ¿por qué demoras tanto?!Me
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