¡Era Darko!, no podía creer ¿quién era el otro?, cuando escuché su voz quede inmóvil de la impresión. Era mi ¡hermano!, convertido en un lobo, lo sé, ¿por qué?, podía entender fácilmente lo que decía me sentía confundida y traicionada.—¡Darko!, dime, ¿cuándo le vas a decir quién eres?, no vez que su cumpleaños se acerca. Esto está ¡mal!, dices que ella puede entendernos lo ¡entiendo!, siendo quien es.¡Pero!, entiende algo, es grave que le guste alguien en la universidad, no sabemos de quién se trata.Roger, mi hermano reclamaba alterado sin percibir o instruir que alguien pudiese escuchar la acalorada disputa.—¡Te lo dijo!, y no pudiste ¿preguntarle quién era?, tenías que ¡huir!, como un niño, entiende, somos sus protectores, debiste indagar termino de decir Roger y mi impresión causada por lo escuchado aumentaba.—¡Ya lo sé!, no me reclames más, mis padres, mis abuelos, todos están enojados. No sé qué me paso, tengo claro que el día está cerca, no sé qué me pasó amigo. Me, llene d
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