Capitulo 03.| Mujer prohibida.
POV : BASTIANAun soy capaz de recordar con absoluta precisión, esa claridad que eriza el vello de mis brazos por el comienzo de nuestra historia.O por lo menos, como empezó todo para mí y cómo fué que llegué a convertirme en el guardian pque mí reina necesitaba. Tamara Ford, era todo lo que una señorita nunca debía ser: Era enojona, hablaba a gritos, no tenía miedo de dar su opinión, nunca peinaba su cabello y usaba vestidos extremadamente holgados. Algo que era sumamente chistoso, porque a pesar de que su madre intentaba disimular su salvajismo con vestidos caros, siempre acababan terriblemente sucios, pues su entretenimiento consistía en la práctica de juegos violentos y poco adecuados para una niña.En cambio, yo por mí parte, siempre había sido un chico correcto, muy bien portado y uno que jamás dudaba en obedecerla. La razón fue porque quede hipnotizado por el bonito rostro y la sonrisa tierna de aquél bello ángel. Mientras que otros padres se alegrarían por la felicidad de
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