—Sí, acepto —dijo ella con voz firme, aunque temblorosaSus miradas se encontraron, sus corazones latían, sin saber si estaban cometiendo el peor error de sus vidas.—Hablaré con Hannah, ella preparará todo, ve a descansar.Anya obedeció.Más tarde, su madre entró en su alcoba, ella estaba recostada en la cama, no durmió, pensaba sin cesar, cuando vio a su madre, se levantó.—¿Lo planeaste todo, Anya?—¿Qué?—Sobre esto; la infidelidad, y arrastrar a Emerson a esto.—Pero ¿Cómo puedes culparme de todo lo malo que ocurre? ¿Cómo puedes tener tantas agallas? —exclamó frustrada—Anya, sé que has amado a Emerson desde la primera vez que lo viste, al principio creí que era algo inerte a la adolescencia, pero ahora debo reconocer que era serio, debí enviarte lejos de él, ¡Emerson es como tu hermano!—¡No lo es! No te metas en mi vida, madre, por una vez, déjame ser feliz.—¡¿Y crees que serás feliz?! Emerson me lo contó todo, desde que fuiste tú quien le dio la brillante idea de casarse, has
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