04. CAPÍTULO
¡Maldición!-¡Ariadna, sal de ahí ahora mismo! -gritó su madre furiosa.Rodó los ojos, no contestó. Afortunadamente, había puesto seguro a la puerta, por lo que no tardó en escuchar la forma forzada en la que Evangelini atacaba el pomo, intentando entrar.-¡Madre, estoy ocupada, vete!-¡Maldito sea el día en que naciste, Ariadna Metaxàs! -escupió como solía.La verdad es que no le sorprendía su veneno, la manera en la que reafirmaba una vez más que ella era un error, un error que no debería existir. Hacía mucho tiempo que se había acostumbrado a las dagas perforando su pecho, ya no dolía, un día dejó de sentirlo, un día pasó de ella, de su aborrecimiento cada vez que la miraba. No valía la pena quedarse atascada en la pregunta, ¿por qué la odiaba? La respuesta estaba definida por un embarazo adolescente, le echaba toda la culpa a ella, así fuera inocente en todo ese asunto.-¡¿Escuchaste?! -gritó nuevamente, golpeando la madera.-¡Créeme que sí, tampoco estoy orgullosa de que seas mi
Leer más