En lo más profundo de su ser, Gloria se sentía desolada. Ansiaba consolarlo, pero se enfrentaba a la cruel realidad de no saber cómo hacerlo.El tiempo no lo cura todo; hay heridas que, cual espinas en descomposición dentro de la carne, invisibles por fuera, carcomen el alma hasta dejarla necrosada.Mario, en su deseo de soledad, le pidió que se marchara.Solo en la oficina, un temblor lo invadió. Encendió un cigarrillo y casi de inmediato lo apagó.Los recuerdos asaltaron su mente, especialmente aquel momento en que Ana, entre lágrimas, le reprochó: «¡Mario, realmente no sabes qué significa amar!».Antes, el poder lo era todo para él, relegando a mujeres y niños a meros adornos de su vida. Pero ahora, su comprensión del amor había cambiado profundamente.Aunque sabía de la existencia de otro en la vida de ella, decidió que, si algo le sucedía, todo lo que poseía, el Grupo Lewis incluido, pasaría a manos de ella.Hasta el amuleto para Emma, prometiendo añadirle todo lo suyo si fuese ne
Leer más