Año 1840 Las clases de piano eran tan aburridas, yo quería estar afuera, explorando el jardín como lo hacían mis hermanos, pero el pesado vestido que tenía no me dejaría ni siquiera brincar un charco. Respire hondo con resignación, tenía que quedarme aquí todo el resto del día, con la amargada de la señorita Herlinda y con mi madre muy embarazada, que estaba sentada en una silla frente a mi bordando algunas cosas para mi próximo hermanito. — quiero salir a jugar — le dije a mi madre, que dejo de bordar y me miro con consternación. Odiaba ser mujer, todo en ello implicaba estar en casa, con aburridas lecciones de piano, cocina y de bordar, yo queria ir y explorar el enorme jardin, desde que habiamos llegado aqui, nunca habia salido al jardin sin compañia, mi madre me decia que ahora era una señorita de sociedad y me tenia que comportar como tal.La señorita herlinda, siempre ha estado con nosotros, de hecho ella fue la institutriz de mi madre y por eso cuando yo naci, mi madre la b
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