Metida hasta el cuello. Capitulo 4
Sin más remedio, Kloe se levantó de la mesa y se dirigió a la cocina, a nadie le importaba si ella estaba embarazada o no, de igual forma, debía posponer por unos minutos mas su primera comida del día, para buscarle, un jugo de naranja sin hielo a la hija de su esposo, esto era una completa locura. Llena de impotencia, Kloe tiró el jugo con todo y vaso, quebrándose en el suelo y estando a punto cortarse.— Señorita Kloe, cuidado, no debió venir hasta acá, fácilmente me pudo haber llamado.— le dijo Marta, quien corrió a la cocina al escuchar el vaso quebrarse. — Descuida, solo se me resbaló, necesito un vaso con jugo sin hielo por favor.— le pidió amablemente Kloe el jugo a Marta, quien sabía mejor donde estaba, está era una enorme cocina, donde fácilmente, quien no la conoce, puede tardar horas buscando un simple cubierto para postres de plata fina. — Oh, lo olvidé, verdad que el jugo de la señorita Dasha era sin hielo, pero ¿Por qué vino usted a buscarlo?— le preguntó
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