En un momento de descuido, mientras Kloe eliminaba todos los rastros de que en su teléfono estaba toda esta información, George ya no estaba en el jardín, con el corazón acelerado, salió del baño, nadie podía sospechar nada, todo debía estar en orden.
George entró en la habitación, utilizaría el baño, pensando que su esposa estaba haciendo lo mismo que él haría por todo este tiempo que no la había visto. Él pasó directo al inodoro, sin percatarse o simplemente sin darle a importancia a la presencia de su esposa en la habitación.Desesperada, con la adrenalina en su máxima expresión, Kloe se dirigió a la cocina, necesitaba un vaso con agua, tomar aire fresco, liberar toda la presión que sentía en su cuerpo por lo que acababa de hacer, ya no había marcha atrás, le había dado a la justicia lo que necesitaba para encarcelar a su esposo, al padre de su hijo.¿Está bien lo que hice?¿Cómo le diré a mi hijo que su padre pasó el resto de su vida en prisión por mi culpa?Pensaba Kloe, a quien desde niña, se le culpó de todo lo que le ocurría, su enfermedad, sus gastos excesivos, hasta por su inocencia, por todo, la única culpable era ella y ahora, haciendo lo correcto, desasiéndose del hombre que la ha maltratado y humillado tanto, sentía ese mismo sentimiento de culpa que arrastraba desde que tenía memoria.— Lo hice.— le dijo Kloe a Marta, cuando se aseguró de que nadie más estaba cerca de esa área.— Gracias.— respondió Marta, dejando más que confundida a Kloe, ¿Por qué me agradece algo que es para mi benefició?Kloe debía quedarse con esta duda, se oyó un grito desde el jardín, Dasha necesitaba algo con urgencia y Marta dejó a Kloe en la cocina, quien se sentía un poco mejor de liberar algo de su presión interior, pero que ahora sentía mucha curiosidad por saber el motivo de la ama de llaves para agradecerle por esto.— Peter, lo tenemos, ya la información está revisada, solo debes presentarla ante el fiscal para obtener una orden de aprensión hoy mismo.— le dijo Tom a su compañero, quien estaba junto a él en esto por más de un año, recogiendo al fin los frutos que muy difícilmente veían.— Perfecto, ¿Quieres formar parte de todo el espectáculo?— preguntó Peter, haciendo entender, si Tom quería participar en la captura del sospechoso.— Mejor no, tengo algo importante que hacer.— mintió Tom, quien no quería volver a esa mansión, sabía que ya había cometido muchos errores al involucrarse sentimentalmente con Kloe y no quería entorpecer las cosas.— Perfecto, te mantendré informado.— se despidió Peter.— Lo tenemos tío, ese malnacido no será nuestro próximo gobernador, al fin podremos quitarle la máscara que lleva puesta. — le dijo alegremente Tom a Randal, quien se levantó de su silla para abrazar a su sobrino.— Muchas gracias, hijo, estoy orgulloso de ti.— lo felicitó Randal, volteando hacía su hermano, esperando las felicitaciones de este para con su hijo.— ¿Algo qué decir Thomas?— Otro caso resuelto hijo y sigues vivo, te felicito, iré por otro trago.— dijo irónicamente Thomas, provocando la molestia de su hijo.…Las horas pasaban, aumentando la angustia de Kloe, quien esperaba que ya su esposo estuviera tras las rejas, pero debía mantener la calma, las cosas no siempre sucedían rápido y el momento de que alejaran a su esposo de ella para siempre llegaría en cualquier momento, solo quedaba seguir esperando.— M*****a sea.— gritó George desde algún lugar de la casa, pero Kloe lo escuchó perfectamente, saliendo de su habitación, para ver qué era lo que ocurría.— Papá, ¿Qué sucede?— preguntó Dasha, llegando al mismo tiempo que su madrastra hasta donde estaba su padre.— Algo malo hija, no sé cómo ocurrió, pero alguien de la casa me ha traicionado.— explicó George, quien después de semejante grito, ahora estaba asombrosamente calmado.— la pregunta es, ¿Quién lo hizo? ¿A quien debo matar ahora?— continúo George, quien ahora no mediaba sus palabras, no le importaba que todos escucharan, solo quería vengarse de quien se había atrevido a traicionarlo otra vez.— Yo no fui, papá, puedo jurártelo.— saltó Dasha, de inmediato, ella conocía a su padre y sabía que no le importaría de quién se trataba para ajustar cuentas.— Por supuesto que tú no fuiste bebé, aunque lamentablemente no estoy seguro de quién pudo haber sido.— decía George, volteando hasta donde estaba parada Kloe, viéndola fijamente.— Yo, yo tampoco he sido, ni siquiera salgo de este lugar, ¿Cómo puedes pensar que yo he hecho algo así?— se defendía Kloe de la mirada acusadora de su esposo.— Yo no he dicho que tú hayas sido, eres una inútil, igual que toda tu familia.— escupió George, desviando la mirada de su esposa, quien ahora respiraba tranquilamente, era obvio, George sí sospechaba de Kloe, pero sin ninguna prueba, era mejor concentrarse en cómo sobrellevar toda esta situación.— Escúchame bebé, estaré ausente, no sé por cuánto tiempo, te dejo a cargo de todo, Martial vendrá mañana, entre ustedes dos deben mantener mi imperio en pie.— le dijo George a su hija, Martial era su hijo mayor, quien tenía más de diez años sin venir a la ciudad, él se encargaba de todo lo que tenía que ver con los negocios de su padre en el exterior.— en cuanto a ti, todo seguirá igual, me perteneces, y si quieres que tus padres vivan de buena manera debes quedarte justo como estás.— se dirigió George esta vez a su esposa, quien observaba todo desde un rincón.Kloe no dijo nada, sabía que aún sin George en la casa, sería muy difícil huir, pero mientras más lejos él estuviera, no tendría oportunidad de ponerle una mano encima nunca más.George ojeaba documentos y los clasificaba, si eran muy comprometedores, los tiraba a la chimenea, del resto seguirían guardados en una carpeta, todo esto ante la mirada atenta de Kloe, quien intentó retirarse a su habitación, pero George la detuvo.— Papá, ya es hora.— entró al despacho del señor Harper, Dasha, indicándole a su padre que ya el servicio secreto estaba en su propiedad, en vano fueron los esfuerzos de Norman, el fiel ayudante de George, quien hizo hasta lo imposible porque la noticia no se filtrara a los medios, dado que ya habían más de una docena esperando afuera cualquier noticia desde la mansión.— Está bien hija.— respondió calmadamente George, acercándose a su hija, quien pensó que su padre le daría un beso, pero este solamente le dijo algo al oído y luego vio a su esposa.— adiós, volveré pronto.— Señor Harper, es usted el principal sospechoso del asesinato de su asistente de hace más de diez años, también, está vinculado a lavado de dinero, extorsión, maltrato físico y verbal.— dijo una señorita, leyendo la orden de captura y poniéndole las esposas a George, quien parecía disfrutar de todo esto realmente.Luego de que George Harper fuera llevado a prisión, Dasha, alejada de toda tristeza se dirigió a todos los trabajadores de la casa, que estaban reunidos alrededor de la escalera principal.— Esta noche ha ocurrido algo realmente triste, pero mi padre me ha dejado a cargo de todo y solo quiso decirles de que pronto estará de vuelta con nosotros.— comenzaba a decir Dasha, provocando que el corazón de Kloe se paralizara al imaginarse que su esposo volviera pronto y con toda la información de quien lo había traicionado.— así que, cada quien debe seguir con su trabajo, por hoy estaré a cargo yo, pero a partir de mañana mi hermano Martial lo estará.— finalizó Dasha, dándose media vuelta para retirarse a su habitación.Sin más remedio, Kloe se retiró a su habitación, algo le decía que se había equivocado, su esposo era una persona muy poderosa e influyente y sería muy difícil que la justicia lo tuviera retenido por mucho tiempo.— No puedes entrar sin tocar, esta es mi habitación.— le dijo Kloe a Dasha, quien entró en la alcoba principal como si nada.— No por mucho, mi padre cree que has sido tú quien lo traicionó, así que, si tienes pensado escapar, déjame decirte que estás equivocada, a partir de hoy se dispondrá de un equipo de seguridad que te vigilará, por lo menos hasta que des a luz a mi hermano, después ya veremos que hacer contigo.— amenazó Dasha, dejando aún más nerviosa a Kloe, ahora estaría presa en la mansión, sin opción a nada más.Pasar la primera noche si esa terrible persona al lado para Kloe era un sueño, aunque a mitad de la madrugada se convirtió una pesadilla que la despertó con el corazón acelerado.George vigilaba desde la cárcel a su esposa, incluso podía lastimarla, cosa que Kloe pensaba que no ocurriría mientras él estuviera lejos de ella.Con los primeros rayos del sol, Kloe pudo escuchar como ingresaban a la propiedad de su esposo varios autos, también se oían algunos ruidos afuera de su habitación, personas caminando de un lado a otro, situación que la ponía muy nerviosa y poco decidida de salir a tomar el desayuno, tan importante para ella dado su embarazo.— Señorita, pensé que no saldría de su habitación, aquí está su desayuno.— sorprendió Marta a Kloe, quien había tomado el camino más largo hacía el comedor.— Pensé en no hacerlo, pero mi hijo necesita que yo desayune.— respondió Kloe, viendo en esto la oportunidad de preguntarle a la ama de llaves de como y por qué estaba involucrada en los ac
Ante el juego de miradas que había al borde de la piscina, Oliver no pudo evitar sentir celos, era un hecho, se había enamorado a primera vista de la esposa de su padre, ¿Esto cómo podría terminar bien?Tom, por su parte, tuvo que involucrarse nuevamente en este caso, la evidencia había sido contundente, pero el equipo legal de George movió muy bien sus piezas, sumado a que tenían en sus manos a muchos altos cargos dentro del gobierno, dejando muy difícil que una condena fuese a ser pronunciada por un juez.Esto dejaba en claro la imperfección de este caso al involucrarse y no dejar de pensar ni un segundo en la esposa del acusado, ella estaba muy involucrada en esto, si George descubría la verdad sería muy difícil saber lo que haría con ella.— Entiendo tu punto hermano, pero no quiero hacerte perder más el tiempo, nada de lo que digas o hagas hará que yo cambie de opinión.— dijo Oliver, viendo como Kloe estaba muy incomoda, sin saber el infierno que ella sentía en su interior.— si no
Una semana pasó desde el día de la detención del empresario y futuro candidato político George Harper, era el mayor tiempo que el distinguido líder de su secta de socios multimillonarios había pasado tras las rejas.En la mansión, los ánimos se habían calmado un poco, los verdaderos herederos de la antigua familia se mantuvieron al margen de Kloe quien día tras día veía su vientre crecer poco a poco.— ¿No han encontrado nada aún?— preguntó secamente George, al ver que sus hijos se sentaban en la silla detrás de la ventana de vidrio reforzado de la cárcel de máxima seguridad de la ciudad.— Aún nada papá, ¿Estás seguro que fue ella?— replicó Martial, quien estaba serio, él era igual que su padre y por esta razón solían repelerse. — Por supuesto que fue ella, ¿Cuántas veces se los tengo que decir?— perdía la paciencia George, dándole un golpe a su escritorio, hacía mucho tiempo que no golpeaba a alguien y ya se empezaba a sentir sobrecargado de maldad.— deben apresurarse, sin mí en la
Kloe se encerraba nuevamente en su habitación, esto ya se convertía en una costumbre, pasar horas sentada en su balcón, observando el mundo exterior como un sueño, una ilusión o como una realidad que nunca llegaría a su vida.Esto se convirtió así, desde que sus padres prácticamente la vendieron a George, un trato ilegal por supuesto, pero que muy difícilmente puede ser disuelto por una víctima que estaba completamente sola este mundo, sin acceso a dichos documentos o con pruebas suficientes que puedan confirmar lo contrario.— Kloe, ¿Puedes salir un momento?— tocó la puerta de la habitación Oliver, este se había ausentado un par de días para asiatir a un evento de caridad en la ciudad de Miami.Kloe no respondió, ella odiaba a todo el que llevara apellido Harper, y aunque llegó a pensar que Oliver podía ser diferente, su odio se renovaba con cada día que pasaba encerrada en esa enorme mansión.— Por favor Kloe, debes salir, me dijo Marta que estas encerrada todo el tiempo, es
Para el agente encubierto del FBI, no solo estaba entre sus planes concretar su trabajo de encerrar por lo que le restaba de su vida a George Harper, ahora quería demostrarle a Kloe, la esposa del mafioso que podía confiar en él.La primera lección dentro del entrenamiento como agente encubierto es no involucrarse emocionalmente con cualquier persona dentro de un caso, lección que Tom había cumplido muy bien en todos los años que tenía haciendo este trabajo, pero que olvidó en este último.Él estaba hipnotizado, ya no solo le interesaba hacer justicia, ahora también estaba dentro de sus prioridades hacerle entender a esa hermosa mujer que ella le interesaba mucho más de lo que se pudiera imaginar.— ¿Algo salió mal en tu trabajo?— preguntó él padre de Tom, al verlo sentado en la terraza con una copa en la mano, esto era algo muy difícil de ver en él. — ¿Ahora si crees que es un trabajo digno?— preguntó Tom, sin ver la cara de su padre.— Vamos hijo, creo que preocuparme p
— Si, su confianza, la corrupción de tu esposo traspasó varias fronteras, incluso algunas que yo creí eran intraspasables.— seguía explicando Tom, esperanzado, Kloe había bajado la guarda un poco, este era su momento para pelear por ella.— ¿Qué quieres decir con eso?—preguntó Kloe, confundida. — Incluso en el FBI tiene gente comprada y aunque aún no ha llegado hasta donde quiere llegar, es cuestión de tiempo para que den conmigo, por eso necesito que confíes en mí.— respondió Tom, tomando una mano de Kloe y envolviéndola en las suyas. Por unos segundos, Tom sentía como diferentes choques eléctricos recorrían todo su cuerpo, era una sensación que nunca había sentido, sentir la suavidad de su mano era una experiencia increíble, ella era la indicada, no había duda de esto.Por su parte, Kloe sintió algo similar, no era exactamente igual a lo que él sentía, pero definitivamente su estómago había sido invadido por cientos de mariposas, revoloteando de un lado al otro, indicá
Sin saber el por qué, Kloe se sentía un poco más esperanzada, esto gracias solo a la sorpresiva visita de Tom, era reconfortante para ella sentir que alguien, aunque sea un poco, estaba interesado en ella. ¿La razón de su interés? Ella no lo sabía, pero ya esto había sido lo más grande que alguien había hecho por ella en toda su vida, después claro está, del esfuerzo de sus padres por salvarla de esa terrible enfermedad en su infancia. Aunque hubiese sido preferible morir en aquellos momentos, pensó alguna vez Kloe, si eso pasaba, ella no habría pasado tantos días de agonía, sufrimiento y desprecio, como lo fueron cada una de sus horas metida en esa mansión, al lado de un cerdo detestable como su esposo George.— No debes ser tonta Kloe, no confíes en él tan rápido.— hablaba Kloe, consigo misma, ella había perfeccionado sus conversaciones a solas, como siempre estuvo en casi toda su vida. — ¿Por qué no puedo confiar en él? ¿Quién más se arriesgaría de esa forma sin decir la
Solo por el lugar en el que estaban y por la cantidad de medios de comunicación que habían cohibieron una reacción realmente feroz por parte de Oliver. Tom había jugado sucio, se supone que esa información era algo secreto, solo unos pocos estaban informados de esa situación y ahora él inclinaba la balanza a su favor.— Debes ser un maldito lacayo muy adulador para saber esta historia.— rugió en silencio Oliver, él era muy calmado, en pocas ocasiones reaccionaba agresivamente y de estar en otro lugar esta podía ser una de ellas.— Puedo ser lo que tu quieras, pero no te aconsejo a que hagas lo que estás pensando.— sentenció Tom, alejándose del lugar, los ánimos ya estaban caldeados, a punto de ebullición y esto solo lo dejaría mal parado a él también. ¿Cómo Tom podría explicar un conflicto con el hijo de su jefe y salir bien librado de ello?Solo por esta razón era mejor dejar este asunto así, ya lo había asustado, quizás, Oliver ya no querría acercarse más a Kloe, esto le de