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Un bebé en camino. Capitulo 2

Suficiente tormento había sido pasar toda la tarde con personas a las que no les agradas ni un poco solo por complacer a tu querido esposo, mientras él apenas y nota tu molestia y sin importarle nada de eso en lo absoluto.

Volver al encierro en la mansión era mejor que estar obligada a escuchar extensas conversaciones de negocios y chistes hirientes sobre ti y tu familia, alentados por el hombre que se supone debe estar para cuidarte y protegerte siempre.

Bien guardada quedó la tarjeta con el número de aquel agente del FBI, apuesto y atlético agente, ese era el tipo de hombre con el que siempre nuestra quería Kloe había soñado con casarse algún día. Aunque después de esta experiencia nupcial con el desgraciado de George, ella simplemente soñaba con un hombre que la quisiera, la respetara, la tratará como era debido y sobre todo que no la maltratara a su antojo.

Pero su vida no sería fácil y con una enfermedad difícil de tratar desde su niñez hizo que su padre se aprovechara de eso y le exigiera que se casara con el señor Harper para salvar su empresa, así como él se esforzó en su momento para curarla de aquella dolorosa enfermedad.

¿A caso ese no era su deber cómo padre?

¿Cuánto más debe sufrir Kloe por haber sobrevivido?

—     Despierta.— gritó George al entrar en la habitación, había pasado una semana desde su fiesta en el yate y afortunadamente él había estado tan ocupado, que apenas y le había hablado a su esposa.— necesito tener un hijo con mi nueva esposa.

Kloe despertó aterrorizada, George había llegado ebrio nuevamente y esto solo la hacia suponer lo peor.

—     Cielo, ¿Qué ocurre?— respondió Kloe muy nerviosa, rogando que no fuera cierto lo que él acababa de decir sobre tener un bebé, si había algo que ella odiaba mucho era tener que acostarse con él.

—     Desvístete, no seguiré siendo el hazme reír por no tener un hijo con mi esposa.— George se bajó los pantalones y se acercó hasta Kloe para que esta le hiciera sexo oral y lograra que tuviera una erección.

Ella pensó en oponerse a esto y rechazarlo, pero esto supondría lo peor de él y lo haría enfadarse muchísimo, golpeándola descontroladamente hasta cansarse.

—     Oh si, sigue, al menos sabes hacer algo bien.— gemía él de placer, mientras Kloe esperaba que acabara lo más rápido posible.— ahora acomódate, te penetraré, cómo mi perra que eres.

Kloe se puso en posición para que la penetraran y sin más acción George entró en su intimidad, sin ni siquiera prepararla para tal ocasión, haciéndola sentir mucho dolor, dado que ella  no sentía ningún tipo de deseo por él y esto no la dejaba lubricar bien su parte más sensible.

Afortunadamente todo acabó muy rápido, George sin más fuerza se tiró a su lado en la cama, mientras que Kloe se fue al baño y se dejó caer en el piso para llorar por horas, sintiéndose sucia tanto por fuera como por dentro.

Pasaron tres meses desde aquel encuentro sexual entre dos esposos sin amor y, para su mala suerte, Kloe salió embarazada ese día, así que ahora estaba mucho más amarrada a ese señor que la odiaba y que ella también odiaba tanto.

Como era de esperarse, George al enterarse de la buena nueva, mandó a organizar una enorme celebración para anunciar por todo lo alto que sería padre nuevamente, con su nueva esposa.

—     Cariño, te traje un regalo, mi asistente lo escogió para ti, dice que es uno de los más exclusivos del mercado.— dijo al entrar al baño sin importarle lo que Kloe estuviera haciendo, para entregarle una enorme caja donde estaba un hermoso vestido, acompañado de zapatos y joyería nueva.— pruébate todo esto para el gran evento de hoy.

—     Está todo muy lindo, gracias.— fingió ella algo de felicidad, aunque desde que se habían enterado del embarazo él no volvió a golpearla, ella sabía que nada en él había cambiado y que cuando el bebé naciera todo volvería a ser como antes.

—     Bien, te dejo, debo ir a resolver algunos asuntos y así poder celebrar mas tarde, los invitados llegarán a las ocho.

Todo estaba hermoso, pero esto a Kloe no le importaba, ella quería vivir una vida normal y llena de amor verdadero, pero le tocó vivir esto y ahora estaba amarrada hasta que su esposo muriera, o eso esperaba ella, que su esposo cuarenta y cinco años mayor muriera primero.

Aunque con sus arranques de ira, impulsadas por el alcohol que bebía constantemente, ella temía que algún día no parara de golpearla hasta verla muerta.

La hora de empezar a recibir a los invitados había llegado y Kloe, con su ropa nueva, bajó hasta el salón principal de la mansión para empezar una noche complicada para ella. Antes de la llegada de su esposo, Kloe recibió a muchos invitados, que le daban elogios falsos por su embarazo, la mayoría de los invitados estaban solo por cumplir con su esposo, no por ella, al cual también le temían por su posición social.

—     Señores, quisiera su atención por favor.— hizo sonar una copa George, para llamar la atención de todos los presentes.— como ya la mayoría saben, están aquí para festejar que seré padre nuevamente, mi cuarto hijo está en camino con esta hermosa mujer a la que me enorgullece decir que es mi esposa, gracias por asistir y salud, por mi nuevo hijo.

—     Salud.— gritaron todos al unísono y Kloe solo podía mostrar una falsa sonrisa en su rostro al saber de primera mano el engaño de esta celebración.

—     Señor Harper, muchas felicidades y gracias por invitarme a esta celebración a pesar de conocerlo por poco tiempo.— se acercó el agente del FBI que habló con Kloe en el baño de damas del yate de los Stone.

—     Tom, gracias por venir, cariño, él es Tom Spencer, un nuevo socio.— Tom le estiró la mano a Kloe mientras a ella le temblaban un poco las piernas.

—     Un placer, Kloe Harper.— saludó ella, asombrada de volverlo a ver y está vez en su casa.

—     Felicidades por tu embarazo.— dijo Tom, sonriendo.

—     Gracias, los dejaré solos para que hablen, iré a saludar a mis padres.

Kloe se alejó de ellos, sabía que a él no le interesaban los negocios, si no encerrar a George y ella no tenía intención de involucrarse en algo como eso, a pesar de desear alejarse de su esposo, ella no quería correr ningún riesgo ahora que estaba embarazada.

—     Papá, mamá, necesito hablar con ustedes.— dijo Kloe al llegar hasta donde estaban sus padres.

—     Cariño estás radiante.— expresó su madre al verla acercarse, esta actuaba como si todo estuviera normal en su vida.

—     No es momento para falsos halagos madre, papá necesito que culmines tus negocios con George para yo poder alejarme de él.— en los ojos de Kloe se podía notar toda la tristeza que estaba sintiendo por dentro.

—     Hija, creo que eso tendrá que esperar, George es ahora el socio mayoritario en mi empresa y sin él me iría a la quiebra, ¿Acaso no te importa tu familia?— Kloe dio un paso atrás al escuchar estás palabras de su padre.

—     ¿No me importa mi familia? ¿Cómo puedes ser capaz de preguntar algo cómo esto?— en la cabeza de Kloe no cabía el por qué sus padres eran tan insensibles con ella.— ustedes no tienen ni idea de todo lo que he tenido que soportar para que no se queden sin dinero, ahora ya no solo soy yo, si no también mi hijo y no puedo permitir que él viva en el mismo infierno que yo.

—     Entiendo tu punto cariño, pero déjame recordarte todo el tiempo y dinero que gasté cuando enfermaste, ahora deja de hacerte la víctima y cumple con tu deber y con tu familia.— sentenció la madre de Kloe, sin duda alguna ella estaba sola y si quería salir de las garras de su esposo, tendría que ser por su propia cuenta.— iremos a saludar a los Stuart, desde que volvimos a estar en la elite no hemos conversado con ellos.

Kloe se quedó parada en el sitio donde estaba hablando con sus padres, ella trataba de comprender el nivel de maldad que existía en su propia familia y esto la hacia comprender el infierno en el que había caído. Sus padres siempre le exigieron de más, ellos se excusaban con la enfermedad que ella sufrió cuando era una niña y con ese chantaje emocional la hicieron cometer una serie de actos en contra de su voluntad.

Mientras Kloe secaba sus lágrimas en una de las terrazas de la casa, la ventana se abrió y el apuesto falso nuevo inversor de su esposo se apareció a su lado.

—     Están celebrando tu embarazo y tú te escondes aquí.— dijo Tom mientras se acercaba a Kloe.

—     Que susto, no deberías estar aquí, vete.— el corazón de Kloe comenzaba a latir con fuerza, por más que no fuera su culpa, si alguien los veía en este lugar solos, ella no sabía lo que podría pasar.

—     Kloe, por favor, necesito de tu ayuda para encerrar a tu esposo, él es una mala persona y tu no mereces todo el daño que te ha causado.— le pidió Tom, viéndola con una mirada de impotencia, al ver los ojos de Kloe, él solo podía sentir eso.

—     No sé lo que te han dicho, pero esos son nuestros asuntos y tu no puedes interferir en ellos, así que si no te vas ahora, le diré a mi esposo que un agente del FBI quiere hacer negocios con él.— Kloe terminó de decir estás palabras y escuchó la voz de su esposo pronunciando su nombre del otro lado de la puerta de cristal.

Este era el fin, si George la encontraba hablando a solas con Tom, pensaría lo peor de ella y enloquecería de ira al finalizar la fiesta que había abajo, sin importarle su embarazo ni nada.

 

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