Capítulo 8. ¡Voy a matarla!
Kate abrió los ojos cuando Ricardo abandonó la cama, lo vio dirigirse a la ducha y minutos más tarde, salir de la habitación como si el diablo le pisara los talones. Ella se quedó un rato más, pensando en la reacción de su esposo, por mucho que analizara la situación, no encontraba razones para seguir con aquel matrimonio.No había atracción entre ellos, no había ni siquiera un minuto de paz, ellos se miraban, hablaban dos palabras y explotaban.Kate salió de la cama, sabía que no iba a encontrarse con Ricardo por la mañana, ni por la tarde, pero su encuentro por la noche sería inevitable y ella ya estaba preparada. Otro conjunto de esos que compró y con suerte su esposo buscaría otra habitación donde dormir.Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su móvil. Ella frunció el ceño, pues la última vez que lo había visto, fue en casa de sus tíos, pero esté sonaba estrepitosamente en algún rincón de la habitación.Kate se agachó bajo la cama, buscó en el futón que estaba a l
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