En cuanto subí al autobús que me llevaría hacia Dreamstone pensé en todas las cosas que viví ahí. Crecí siendo una niña huérfana de madre, aun así, la gente cuidó de mí en lo que pudo. Apoyaron a mi padre mientras crecía y nadie me hizo de menos por nada del mundo. Cuando mi padre falleció los vecinos pagaron por su funeral y no quisieron que me llevaran a un orfanato, pero legalmente no podían hacer eso. Aún así, hicieron lo que pudieron cuidando de mí ahí dentro al igual que otros del orfanato como Greta.Greta era una niña problemática, pero era una chica inteligente y creativa, a pesar de ello no tardamos en hacernos amigas. Ambas decidimos ir a vivirnos juntas al cumplir la mayoría de edad.Sin embargo, en cada una de nuestras carreras fuimos abriéndonos camino y pronto ella se convirtió en una exitosa arquitecta y yo en una publicista.Pensando en mi padre y sin querer, en mi madre, me quedé dormida hasta que llegué a Dreamstone.Al pisar tierra en la parada de bus, me sentí chi
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