Inicio / Hombre-lobo / Dos Alphas para mí / Capítulo 51 - Capítulo 53
Todos los capítulos de Dos Alphas para mí: Capítulo 51 - Capítulo 53
53 chapters
Las inquietudes de Enzo
EnzoLa habitación está en completa oscuridad, el silencio solo es roto por mi respiración controlada. Pero dentro de mí, la frustración burbujea, una ola creciente de preguntas sin respuesta que me mantienen al borde.Pensé que iba a volverme loco cuando lo tomé en mi poder, pensé que iba a matarlo. Luego de la pelea en el bosque, aquello no me hizo ni cosquilla. ¡Y tenía ganas de pelea! ¡Demonios! No puedo calentar mi cuerpo, para luego llegar aquí y sentarme sin más y la idea de pelea, de pelear contra lobos, es tan dulce que aún me emociona.Maldito Thorne, debería de ser más agresivo conmigo, así, al menos, tendría en mis manos alguna excusa absurda para darle una paliza a sus hijos.Ezequiel aún es un niño, tan pequeño, tan indefenso, que no sabe nada.¿Y Emmanuel? Bueno… él sí que ha crecido. Cuando me reuní con Thorne y el resto de los alfas, sentí su poder. Estaba allí. Y era muy poderoso.Volviendo a Aidan, ni siquiera sé qué demonios hacía con Ezequiel o la maldita omega. T
Leer más
Lois: Los orígenes
Era una noche oscura en la que la luna apenas iluminaba el sendero. Teresa y Paolo, ambos omegas, caminaban con el peso de sus tareas diarias sobre sus hombros, el último eslabón en la jerarquía de la manada, siempre al servicio de los demás.La vida para ellos no había sido fácil; su existencia estaba marcada por la sumisión y el trabajo duro, un ciclo interminable de servidumbre que nunca parecía cambiar. Pero aquella noche sería diferente, aquella noche todo cambiaría.Teresa estaba exhausta, tanto física como emocionalmente. Un Beta, embriagado por la celebración de la manada, había intentado abusar de ella. Su piel aún ardía con el recuerdo de sus manos toscas, y su mente no podía dejar de revivir el horror de lo sucedido. Con el corazón palpitando de terror y repulsión, decidió huir, sin pensar en las consecuencias.Sabía que escapar de la manada, alejarse del territorio, la convertiría en una desertora, un destino peor que la muerte para cualquier lobo. Pero ya no podía soporta
Leer más
Renunciar a Lois
LoisMis pensamientos estaban hechos un caos. La culpa, el miedo, la desesperación, todo se mezclaba en mi cabeza, volviéndome incapaz de pensar con claridad.Aidan estaba en peligro, lo sabía, lo sentía en cada fibra de mi ser. Había intentado mantener la calma, encontrar una solución, pero la realidad era que no podía. No había forma de ignorar lo que estaba pasando, y cada minuto que pasaba sin hacer nada me llenaba de más angustia.Me puse de pie de golpe, incapaz de soportar la sensación de impotencia un segundo más. Emmanuel y Ezequiel entraron en la habitación al mismo tiempo, como si hubieran sentido mi desesperación a través del vínculo que compartíamos.—No sabemos cómo acabará esto —dije, rompiendo el silencio que había colgado sobre nosotros como una nube oscura. Las palabras me dolían en la garganta, pero necesitaba decirlas.Emmanuel se acercó a mí, y cuando tomó mi mano, el contacto me hizo sentir una chispa de consuelo, aunque breve.—Hay una solución clara para estos
Leer más