Emmanuel está confinado en una habitación, vigilado por la guardia directa del Alfa Thorne, su padre. Cuando las puertas se abren, una diminuta mujer camina a toda prisa, su corto cabello moviéndose sobre sus hombros con cada paso.Observa a su hijo tendido en la cama y se acerca a él, llevando sus manos a sus ojos para secarse las lágrimas al verlo en esa situación.No puede creer que él y Ezequiel se hayan rebelado contra su padre o que se atrevieran a enfrentarse a él.Cuando se acerca, Emmanuel abre los ojos y empieza de nuevo su pelea, su fuerte lucha por salir de allí, poder escapar, volver con Lois, con Ezequiel.Su madre llora al ver cómo Emmanuel lucha por liberarse, sin poder llegar a nada. Se hace daño, se lastima, sus manos sangran, pero él no deja de pelear.—Emmanuel, por favor, detente —suplicó su madre, su voz quebrada por la angustia.Pero Emmanuel no escuchaba. Su mente estaba enfocada únicamente en la libertad, en la necesidad de volver con las personas que amaba. C
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