Anastasia. —Lo siento… no estamos buscando su perfil por el momento, señorita… —tuve que soltar el aire mientras acomodaba mis gafas y miraba al hombre de traje frente a mí.Desde hace meses, y meses, esta siempre era la respuesta, y me pregunté qué podía hacer falta cuando incluso, en una de las mejores universidades de Rusia, me habían condecorado por mis notas.Había dado un discurso, quizás vi bostezos en el momento, a la gente le aburría hablar de la economía, pero yo encontraba cierta fascinación en estos números que incluso me llevaban a otro mundo.Vi como aquel hombre me ofreció la carpeta de vuelta, sin siquiera ojearla para percibir que estaba altamente calificada para el puesto, pero nadie quería pagar una suma justa, a una chica de veintiún años que se había graduado hace un año y no tenía experiencia laboral.1 AÑO. Ese era el tiempo que estaba desempleada, de hecho, nunca había tenido un trabajo, pero mis padres tenían una deuda enorme que descontaba los gastos necesar
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