Elizabeth salió del baño con una actitud arrogante y fría, decidió cambiar su forma de vestir, quería demostrar al mundo que ya no era esa niña ingenua y tierna, ahora sería una mujer fuerte que no le teme a nada y a nadie; fue a su closet y busco un vestido diferente a lo que estaba acostumbrada a usar. Encontró un vestido azul , se lo había regalado su hermana para una navidad, le había dicho que era cuando se sintiera una mujer diferente, se lo colocó, el vestido realzaba su figura, se sentó en su tocador, se miró al espejo, siempre llevaba su pelo suelto con algunos adornos, esta vez decidió cogerse el cabello, dejando a la vista su delicado cuello. Sacó también una pintura de labios que también Caroline se lo había regalado, comenzó a pintarse sus hermosos labios con un color carmín, el color del labial , su peinado y su vestido, la hacía ver una mujer totalmente diferente, ya no era la delicada Elizabeth , ahora era Elizabeth la fuerte. Bajo las escaleras, los empleados
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