—Me voy, y no me importa decir la verdad, esa mujer es mucho más hermosa de lo que tu lo eres, es toda una belleza, además, de buena familia, en cambio tú, ciertamente, has perdido tu belleza, te has vuelto aburrida — decía el hombre mientras colocaba el resto de su ropa en aquella maleta negra. Dispuesto a abandonar para siempre a aquella mujer a la que le había prometido un día su vida entera, la miro de soslayo con un deje de burla notando el aspecto desalineado y las lagrimas que le resbalaban por el rostro a su ahora ex esposa.La mujer miraba a aquel hombre que le había prometido ante Dios estar con ella el resto de sus días, ser su compañero de vida y quien la haría feliz el resto de ella. Sentía su corazón romperse en mil pedazos. Al comienzo, habría querido creer que él no la había traicionado, sin embargo, al verlo tomar aquella maleta ya dispuesto a marcharse, corrió para aferrarse a su brazo y no dejarle ir.—No te vayas, por favor, tu me prometiste que estaríamos juntos p
Leer más