Al día siguiente cuando me levanté de la cama, me duche , me vestí, fui a la cocina para tomarme una taza de café, Sali de mi casa, cogi el ascensor para ir al garage, subiendo a mi coche después, para ir a la residencia donde se encontraba mi abuela. Aparqué el vehículo en el parking, entré en el edificio y al preguntar por mi abuela, una enfermera muy simpática me acompaño hasta su habitación – Abuela, soy Andrea ¿cómo está? – le pregunté – Estoy bien hija ¿y mi nieta?¿cuándo va a venir? – me preguntó – Tranquila señora, la enfermedad, va en aumento, menos mal que está en la residencia, aquí estára muy bien atendida – me dijo la enfermera que la cuidaba – Abuela soy yo, tu nieta Andrea – le dije, pero ya no me hizo caso Me quedé unos minutos más, pero al dormirse preferí marcharme porque las lágrimas que caían por mis mejillas,y ya no me dejaban verla bien, por lo doloroso que era mirarla, tan inocente y tan perdida.. Salí de la residencia llorando hacia mi coche, pero antes de
Leer más