Los escuché y los vi cuando se marchaban, cogiendo los dos el ascensor, pero antes me di cuenta que Liam dio un portazo a la puerta de su despacho como si estuviera enfadado, aunque yo seguí limpiando las oficinas, encontrándome a mi encargada delante de mí antes de que yo terminara de limpiar.
. — Andrea, déjalo todo como está y pásate por la oficina — me dijo muy seria
— ¿Pasa algo? — pregunté
— En la oficina hablamos — me contestó
Cuando termine de limpiar las oficinas, guarde todo, subí a mi coche marchándome a la empresa de limpieza donde mi encargada ya me esperaba en su despacho. Nada más entrar la vi mirándome muy seria, haciendo que me sentara en la silla que había enfrente de ella.— Andrea lo siento, pero ya no necesitamos de tus servicios — me dijo
— No me haga esto, sabes que cuido de mi abuela enferma y tengo muchos gastos, por favor — le dije cayéndome una lágrima por la mejilla
— Lo siento, por favor coge el sobre de tu finiquito y que tengas suerte, — me dijo
— Ha sido el CEO ¿verdad? — pregunté sin obtener respuesta
Salí de la empresa de limpieza como si me hubiera enfrentado al mismísimo diablo, cuando iba a subir a mi coche, sentí algo duro y frío en mi espalda y un hombre detrás de mí
— Sube al coche y calladita — me dijo
— ¿Qué quiere?--
— Sube al coche y calladita — me dijo
— ¿Qué quiere?--- pregunté asustada, intentando abrir la puerta de mi coche, temblandome las manos
Encima que estaba cabreada porque me despidieron en la empresa de limpieza sin razón por culpa de un niñato malcriado, lo que me faltaba era que me atracaran en mi mismo coche y me quitaran el dinero que tanta falta me hacía. Subí al coche como me dijo el hombre y arranque. Pero pasando por delante del edificio donde yo limpiaba, vi el coche del CEO que iba a salir del aparcamiento y sin pensarlo, acelere mi coche chocando con el suyo, saliendo el atracador de mi coche corriendo. Salí de mi coche mareada por el choque, pero vi como el Ceo se iba acercando a mi blasfemando pestes y detrás de él sus supuesta novia..
– Te has vuelto loca, nos podíamos haber matado, —me gritó el CEO
— ¿Por qué has hecho que me despidan del trabajo? — le pregunté sin acordarme ya del atracador
— De esto te vas a acordar, mocosa — me dijo
— Y tú, eres un niñato engreído – le grite
Los dos arreglamos los papeles de los coches, yo llamé a la grúa para que se llevaran mi coche, dandome cuenta que el atracador ya no estaba en mi coche, acercándome después a la parada del autobús para ir a mi casa. Cuando llegué, la vecina que cuidaba a mi abuela se quedó extrañada al verme llegar tan pronto.
— Has llegado hoy muy pronto, mi niña ¿te encuentras bien?— me dijo
— Me han despedido, haber que hago ahora Claudia — le dije
— No te preocupes cariño, algo te saldrá, eres muy trabajadora — me dijo
— Como no encuentre trabajo pronto, no sé qué haré — le dije
— ¿Andrea no vienen el sábado tus amigas? Salir y divertiros, yo vendré y me quedaré con tu abuela — me dijo
— No Claudia gracias, pero no tengo ánimos – contesté
— No seas tonta mi niña, el sábado vendré y quiero verte muy guapa y alegre cuando salgas con tus amigas -- me dijo
El sábado, vinieron mis amigas a mi casa a comer, como casi todos los fines de semana, me ayudaron a recoger la cocina sentándonos como nos gustaba en el suelo para hablar y ver la tele, después de darle de comer y acostar a mi abuela en su cama..
— Chicas, necesito otro trabajo – les dije
— Ya tienes las oficinas y el bar — me dijo Katia
— La empresa de limpieza me ha despedido por culpa del CEO, y el mismo día del despido chocamos los dos con nuestros coches y no veais como se puso conmigo, no sé qué hacer – les conté
— ¿Qué le has hecho? — preguntó Lorena
— Decirle que no, cada vez que me pedía casarme con él – le dije
— ¿Como? — me preguntaron al unísono riendose despues
— Pues chica, tendrias el futuro asegurado – me dijo Katia
— Con lo bueno que está, yo le diría que sí sin pensarlo — me dijo Lorena
— Tranquila Andrea, te ayudaremos y si nos enteramos de alguna empresa o de alguien que necesite una chica para trabajar, cuenta con nosotras – me dijo Lorena.
Como me dijo Claudia, vino por la noche para que nosotras pudieramos salir, me puse un vestido negro corto y me pinte con colores suaves, cuando nos ibamos a ir, abrace a Claudia, dandole las gracias. Salimos de mi casa y cogimos el primer taxi que vimos, nos fuimos a un Club donde antes íbamos más a menudo reconociéndonos enseguida el portero.
— Vaya, vaya, hace tiempo que no os veo por aquí — nos dijo
— Es que somos trabajadoras y siempre estamos cansadas — le dijo Katia riéndonos las tres
Estando dentro, pedimos en el bar unos cócteles, saludándonos el barman con su sonrisa de siempre. Nos sentamos en unos sillones que habían, riéndonos y criticando la forma de bailar que tenían algunas, como si fuéramos unas crías de colegio.
— Vamos a bailar Andrea — me dijo Lorena, porque Katia estaba hablando con un chico guapisimo
Salimos a bailar, moviéndonos mientras nos reíamos, hasta que note unas manos que cogian de la cintura por detrás y un cuerpo caliente muy arrimado a mi espalda, moviéndose de tal forma que empecé a sentir algo duro en mis nalgas, me gire para ver quien era, encontrándome con los ojazos verdes de Liam.
— ¿Por qué no me dejas en paz? – le dije— Porque te he visto como bailas y me has excitado — me dijo— Pues ves para que tu novia te enfrie — le dije dejándolo en la pista, volviendo donde estaba Katia— ¿Qué te ha pasado? — me preguntó Katia— El CEO que ha hecho que me despidan de la empresa de limpieza, se estaba frotando con mi culo — le dije— ¿Hola, nos podemos sentar con vosotras? — nos dijeron, quedandome inerte cuando vi que eran Liam y sus dos amigos— “”No””, estamos ocupadas — les dije— Claro que os podéis sentar, me llamo Katia y ella Andrea – les dijo ellaLiam se sentó a mi lado haciéndome sentir incómoda por su presencia, sentándose Lorena al otro lado de Liam, cuando vino donde estábamos sentadas.— Si no puedes pagar el arreglo de tu coche, te puedo comprar uno — me susurro Liam al oído— No gracias, no me vendo por cosas materiales – contestéEstaba tan incómoda que me levante del sillón y me fui a la pista a bailar, bailando me cogieron de las manos intentando
– ¿Pasa algo? – pregunté cuando me senté– No tranquila no pasa nada, es que –dijo mirándome muy serio el abogado– Luis, tengo que volver a la empresa, acabemos esto – le dijo Liam– Andrea tengo en mi poder un documento, es un testamento que hizo su padre, sobre una herencia que le dejo a usted – me dijo– ¿Qué? no entiendo nada – dije– Su padre era muy amigo mío y quiso hacer un testamento a favor de su única hija, por si a él le pasaba algo. Pero la condición que puso su padre, era que debía casarse y tener un heredero dentro del año de matrimonio, siendo esa la única condición para que usted pueda disfrutar de su fortuna, dejando como albacea a su marido, que en este caso su padre eligió al señor Liam Curtis quien aceptó cuando s le ofreció la posibilidad de que se casarse con usted, y sobre todo cuando Liam se enteró en qué situación se encuentra usted ahora mismo, porque hasta que no cumpliera los veinticinco años, este testamento no tenía que haberse abierto, pero Liam me co
Mientras me hablaba, no quise escuchar el plan tan retorcido que me estaba contando, ya que me engañaria a mi y lo que era peor, engañaria tambien a su novia, haciendome pensar en que Liam era un hombre perverso sin importarle los sentimientos de nadie.— ¿No se dio cuenta mi padre de lo retorcido que eres? tú lo tienes todo muy bien planeado, ¿y si nos enamoramos, y si yo me enamoro de ti?--- le dije — Vamos Andrea cariño, eso no nos pasará nunca, y además te estoy haciendo un favor, ¿Que dices, nos casamos? — me dijo— Entonces si acepto tu propuesta, tendrías que darme dinero para poder comprarme una casa y pagar los gastos de la residencia de mi abuela — le dije— No, nada más pagaré los gastos de la residencia de tu abuela, pero tú tendrás que ganarte mi confianza, servirás en mi casa hasta que te quedes embarazada,--- me dijo haciéndome reír– Te recuerdo que el dinero me lo dejó mi padre a mí – contesté--- ¿Que decides? — me dijo— ¿Que decido? quédate con todo, eres un cerd
Me quedaba poco para cerrar el bar cuando de pronto empezó a sonar mi móvil, lo cogi mirando quien me llamaba y cuando vi que era Claudia, enseguida contesté a la llamada — Dime Claudia ¿pasa algo? — le pregunté — Estoy en el hospital con tu abuela, en un momento que he ido a la cocina, se ha caído, ay cariño tu abuela nos está muy bien — me dijo — Tranquila Claudia, enseguida voy al hospital, no la dejes sola — le dije muy nerviosa. Se lo dije a mi jefa y llamé a un taxi. Cuando llegué al hospital, vi a Claudia en la sala de espera, sentandome a su lado abrazandonos las dos llorando. — ¿Ha dicho algo el médico? — le pregunté cuando me calme un poco — No todavía están en el quirófano con ella, lo siento Andrea cariño — me dijo — No te preocupes, tranquila todo saldrá bien — le dije autoconvenciendome a mi misma No sé cuanto tiempo pasó, pero para mi fue una eternidad, cuando vimos al médico dirigirse hacia donde estaba nos levantamos enseguida de la silla Claudia y yo. — ¿Seño
Al día siguiente cuando me levanté de la cama, me duche , me vestí, fui a la cocina para tomarme una taza de café, Sali de mi casa, cogi el ascensor para ir al garage, subiendo a mi coche después, para ir a la residencia donde se encontraba mi abuela. Aparqué el vehículo en el parking, entré en el edificio y al preguntar por mi abuela, una enfermera muy simpática me acompaño hasta su habitación – Abuela, soy Andrea ¿cómo está? – le pregunté – Estoy bien hija ¿y mi nieta?¿cuándo va a venir? – me preguntó – Tranquila señora, la enfermedad, va en aumento, menos mal que está en la residencia, aquí estára muy bien atendida – me dijo la enfermera que la cuidaba – Abuela soy yo, tu nieta Andrea – le dije, pero ya no me hizo caso Me quedé unos minutos más, pero al dormirse preferí marcharme porque las lágrimas que caían por mis mejillas,y ya no me dejaban verla bien, por lo doloroso que era mirarla, tan inocente y tan perdida.. Salí de la residencia llorando hacia mi coche, pero antes de
Salí del trabajo y David como me dijo me llevo a un restaurante a cenar, donde empezamos a hablar conociéndonos mejor — Conque eres un CEO de una multinacional, si no recuerdo mal y fue lo que me dijiste cuando nos conocimos— le dije — Así es, viajó mucho por mi negocio y me gustaría que en algún viaje, vivieras tú, yo sé que te encantaría Paris, Austria, Roma y Holanda, son las ciudades que más visito — me dijo — Podría acompañarte sin problemas si no fuera porque, tengo a mi abuela muy enferma y no me atrevería a alejarme de ella mucho tiempo — contesté — Eso no es problema Andrea, en mi avión privado estarías aquí en muy poco tiempo — me dijo — Bueno, creo que debo marcharme gracias por la cena — dije — Dame unos minutos más contigo, vamos a tomar una copa y te prometo que después te llevo a tu casa — me dijo sonriendo Salimos del restaurante y como todo un caballero, abrió la puerta de su coche invitándome a entrar en él, pocos minutos después para el vehículo en el club don
— A ti que te importa, voy a darme una ducha — le dije dejándolo solo en el salón Cuando entre en mi dormitorio, me desnudé metiendome en la ducha, sentí como Liam apretaba mis pechos, sintiendo el calor de su cuerpo pegado a mi cuerpo y su boca en mi cuello — Eres mia Andrea, no lo olvides — me dijo haciéndome gemir pellizcando mis pezones. — Tienes prometida — fue lo único que pude susurrarle, sintiendo un placer indescriptible — Tu hijo solamente puede ser mío, no te permitiré que lo vuelvas a ver, me perteneces — me dijo mientras sentía su miembro duro en mis nalgas. Después de hacer el amor en la ducha, salimos los dos secando mi cuerpo Liam, pasando suavemente la toalla por mis zonas erógenas haciéndome gemir mientras me miraba. Liam una vez se hubo secado el cuerpo se vistió marchandose de mi casa dejándome sola. Me vesti y bajando al garage cogi mi coche acercandome a la residencia donde estaba mi abuela para ver como estaba — Buenos días abuela ¿cómo se encuentra hoy? —
Después de la visita de Priscilla nos fuimos en el coche de David al Club en su coche, cuando llegamos como siempre nos saludó el portero sonriendo. Entramos en el local, quedándose en la barra David y Katia para pedir las bebidas, mientras Lorena y yo nos fuimos a sentarnos en los sillones. Poco tiempo después se acercaron a nosotras Liam y sus dos amigos, — Vamos a bailar Andrea — me dijo muy serio— No voy a bailar, estoy con David y mis amigas — le dije sin mirarlo— Esta bien cariño como quieras, en casa nos veremos despues — me dijo marchándose por donde vino con sus dos amigosEstuvimos en el Club hasta altas horas de la madrugada, cada vez que David me sacaba a bailar, ponía su boca en mi cuello haciendo que mi centro nervioso me hiciera sentir sensaciones inexplicables siendo tal el placer, que me hacía mojar mi tanga deseando hacerlo mio alli mismo. Estábamos tan cansadas de tanto beber y bailar decidiendo todos que ya era hora de regresar a casa, salimos del local y subim