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CAPITULO SEGUNDO LA INSISTENCIA DEL CEO

Los escuché y los vi cuando se marchaban, cogiendo los dos el ascensor, pero antes me di cuenta que  Liam dio un portazo a la puerta de su despacho como si estuviera enfadado, aunque yo seguí limpiando las oficinas, encontrándome a mi encargada delante de mí antes de que yo terminara de limpiar.

— Andrea, déjalo todo como está y pásate por la oficina — me dijo muy seria 

— ¿Pasa algo? — pregunté 

— En la oficina hablamos — me contestó

Cuando termine de limpiar las oficinas, guarde todo, subí a mi coche marchándome a la empresa de limpieza donde mi encargada ya me esperaba en su despacho. Nada más entrar la vi mirándome muy seria, haciendo que me sentara en la silla que había enfrente de ella. 

— Andrea lo siento, pero ya no necesitamos de tus servicios — me dijo 

— No me haga esto, sabes que cuido de mi abuela enferma y tengo muchos gastos, por favor — le dije cayéndome una lágrima por la mejilla 

— Lo siento, por favor coge el sobre de tu finiquito y que tengas suerte, — me dijo 

— Ha sido el CEO ¿verdad? — pregunté sin obtener respuesta

Salí de la empresa de limpieza como si me hubiera enfrentado al mismísimo diablo, cuando iba a subir a mi coche, sentí algo duro y frío en mi espalda y un hombre detrás de mí

— Sube al coche y calladita — me dijo 

— ¿Qué quiere?--

— Sube al coche y calladita — me dijo 

— ¿Qué quiere?--- pregunté asustada, intentando abrir la puerta de mi coche, temblandome las manos

Encima que estaba cabreada porque me despidieron en la empresa de limpieza sin razón por culpa de un niñato malcriado, lo que me faltaba era que me atracaran en mi mismo coche y me quitaran el dinero que tanta falta me hacía. Subí al coche como me dijo el hombre y arranque. Pero pasando por delante del edificio donde yo limpiaba, vi el coche del CEO que iba a salir del aparcamiento y sin pensarlo, acelere mi coche chocando con el suyo, saliendo el atracador de mi coche corriendo. Salí de mi coche mareada por el choque, pero vi como el Ceo se iba acercando a mi blasfemando pestes y detrás de él sus supuesta novia..

– Te has vuelto loca, nos podíamos haber matado, —me gritó el CEO

—  ¿Por qué has hecho que me despidan del trabajo? — le pregunté sin acordarme ya del atracador

— De esto te vas a acordar, mocosa — me dijo

— Y tú, eres un niñato engreído – le grite 

Los dos arreglamos los papeles de los coches, yo llamé a la grúa para que se llevaran mi coche, dandome cuenta que el atracador ya no estaba en mi coche, acercándome después a la parada del autobús para ir a mi casa. Cuando llegué, la vecina que cuidaba a mi abuela se quedó extrañada al verme llegar tan pronto.

— Has llegado hoy muy pronto, mi niña ¿te encuentras bien?— me dijo

— Me han despedido, haber que hago ahora Claudia — le dije

— No te preocupes cariño, algo te saldrá, eres muy trabajadora — me dijo

— Como no encuentre trabajo pronto, no sé qué haré — le dije

— ¿Andrea no vienen el sábado tus amigas? Salir y divertiros, yo vendré y me quedaré con tu abuela — me dijo

— No Claudia gracias, pero no tengo ánimos – contesté

— No seas tonta mi niña, el sábado vendré y quiero verte muy guapa y alegre cuando salgas con tus amigas -- me dijo

El sábado, vinieron mis amigas a mi casa a comer, como casi todos los fines de semana, me ayudaron a recoger la cocina sentándonos como nos gustaba en el suelo para hablar y ver la tele, después de darle de comer y acostar a mi abuela en su cama..

— Chicas, necesito otro trabajo – les dije

— Ya tienes las oficinas y el bar — me dijo Katia

— La empresa de limpieza me ha despedido por culpa del CEO, y el mismo día del despido chocamos los dos con nuestros coches y no veais como se puso conmigo, no sé qué hacer – les conté

— ¿Qué le has hecho? — preguntó Lorena

— Decirle que no, cada vez que me pedía casarme con él  – le dije

— ¿Como? — me preguntaron al unísono riendose despues

— Pues chica, tendrias el futuro asegurado – me dijo Katia

— Con lo bueno que está, yo le diría que sí sin pensarlo — me dijo Lorena

— Tranquila Andrea, te ayudaremos y si nos enteramos de alguna empresa o de alguien que necesite una chica para trabajar, cuenta con nosotras – me dijo Lorena.

Como me dijo Claudia, vino por la noche para que nosotras pudieramos salir, me puse un vestido negro corto y me pinte con colores suaves, cuando nos ibamos a ir, abrace a Claudia, dandole las gracias. Salimos de mi casa y cogimos el primer taxi que vimos, nos fuimos a un Club donde antes íbamos más a menudo reconociéndonos enseguida el portero.

— Vaya, vaya, hace tiempo que no os veo por aquí — nos dijo

— Es que somos trabajadoras y siempre estamos cansadas — le dijo Katia riéndonos las tres

Estando dentro, pedimos en el bar unos cócteles, saludándonos el barman con su sonrisa de siempre. Nos sentamos en unos sillones que habían, riéndonos y criticando la forma de bailar que tenían algunas, como si fuéramos unas crías de colegio.

— Vamos a bailar Andrea — me dijo Lorena, porque Katia estaba hablando con un chico guapisimo

Salimos a bailar, moviéndonos mientras nos reíamos, hasta que note unas manos que cogian de la cintura por detrás y un cuerpo caliente muy arrimado a mi espalda, moviéndose de tal forma que empecé a sentir algo duro en mis nalgas, me gire para ver quien era, encontrándome con los ojazos verdes de Liam.

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