– ¿Pasa algo? – pregunté cuando me senté
– No tranquila no pasa nada, es que –dijo mirándome muy serio el abogado
– Luis, tengo que volver a la empresa, acabemos esto – le dijo Liam
– Andrea tengo en mi poder un documento, es un testamento que hizo su padre, sobre una herencia que le dejo a usted – me dijo
– ¿Qué? no entiendo nada – dije
– Su padre era muy amigo mío y quiso hacer un testamento a favor de su única hija, por si a él le pasaba algo. Pero la condición que puso su padre, era que debía casarse y tener un heredero dentro del año de matrimonio, siendo esa la única condición para que usted pueda disfrutar de su fortuna, dejando como albacea a su marido, que en este caso su padre eligió al señor Liam Curtis quien aceptó cuando s le ofreció la posibilidad de que se casarse con usted, y sobre todo cuando Liam se enteró en qué situación se encuentra usted ahora mismo, porque hasta que no cumpliera los veinticinco años, este testamento no tenía que haberse abierto, pero Liam me convenció ya que a usted le quedan días para cumplirlos – me dijo, dejándome sin saber qué responder
– ¿Tu lo sabías? ¿por eso me insistias tanto en que me casara contigo?– pregunté a Liam
– Si, no te voy a mentir, – me contestó
Llorando, me levanté de la silla marchando corriendo de aquel despacho, saliendo a la calle para marcharme a ningún sitio, ya que la misma rabia y las lágrimas que me caían por las mejillas, no me dejaba ver con claridad, hasta que me tropecé con un hombre, cogiendome este de la cintura no dejándome caer al suelo.
– La veo muy nerviosa, permítame invitarla a alguna bebida – me dijo el hombre
– No se preocupe, enseguida se me pasara – contesté
Pero como el hombre volvió a insistir, acepté su invitación, acercándonos a una cafetería que había al otro lado de donde estabamos. entramos sentándonos en una mesa que había en el fondo del local, atendiendonos enseguida el camarero. cuando tomo nota y se marchó, el hombre me miró fijamente como si me conociera.
– Me llamo David y me alegra haberte podido ayudar, eres muy atractiva – me dijo
– Gracias, yo me llamo Andrea – contesté
El camarero nos sirvió lo que le pedimos y nosotros seguimos hablando, David me contó que era empresario de una multinacional, que no tenía novia ni estaba comprometido con nadie y muchas cosas más, fijandome en sus labios carnosos y en su forma tan educada de hablar, me dio mucha confianza para contándole yo, que trabajaba en un bar como camarera y cuidaba a mi abuela enferma. Después de que David pagará la cuenta, salimos de la cafetería ofreciendose para llevarme a mi casa en su coche, ya que le dije que no tenía coche e iba a coger el autobús. Cuando llegamos a mi casa y fui a bajar del coche, nos quedamos mirándonos, sonriendome él con esos labios tan carnosos que tenia.
— Gracias por traerme, — le dije
— Dame tu numero de telefono, puede ser que necesite alguien para mi empresa — me dijo
Le di mi número de teléfono a David y él me dio el suyo quedando con él en vernos otro día.
Entré en mi casa acercándose Claudia a mi preguntándome. Nos sentamos en el sofá y cuando se lo conté, se quedó como yo me quedé en el despacho del abogado, estupefacta.
— ¿Y qué vas a hacer? si te casas con ese hombre, podrías llevar a tu abuela a una residencia donde estaria muy bien Andrea – me dijo
— No sé Claudia, Liam lleva tiempo pidiéndome que me case con él, pero hoy me he sentido engañada porque no me ha dicho nunca lo de mi herencia – contesté
– No lo mires así, ¿le has preguntado por qué no te dijo nada? — me dijo
— No, lo único que me ha dado por hacer era, salir corriendo del despacho — dije
Al día siguiente cuando vino Claudia para acompañar a mi abuela, salí de mi casa, cogi un taxi para ir a la empresa de Liam ya que necesitaba explicaciones. Baje del taxi y entre en el edificio, me saludaron la recepcionista y el guardia jurado, cogi el ascensor marcando la quinta planta donde tenía el despacho, salí del ascensor dirigiendome a la secretaria de Liam
— Hola, vengo a ver al señor Curtis – le dije
— Espera un momento, ahora mismo está con una visita — me dijo
Minutos después, abrieron la puerta de su despacho, saliendo Liam y su prometida dándose un beso en los labios. hasta que él se dio cuenta de mi presencia.
— Pasa Andrea – me dijo, mirándome su prometida con cara de asco
Cuando entré en el despacho, Liam me dijo que me sentara, poniéndose él enfrente mia de pie.
— Quiero que me expliques, porque tu sabias lo de mi herencia y porque mi padre te puso como albacea — le dije muy nervios
— Andrea yo trabaje para tu padre mucho antes de montar mi propia empresa, Me queria como el hijo varón que nunca tuvo y un buen día, me comentó que su padre le dejó en herencia una fortuna que te la concede a ti, pero su condición seria casarte conmigo, porque no quería que algún sinvergüenza se aprovechara y te dejará arruinada, y como ves soy un CEO multimillonario y no me hace falta tu dinero— me dijo
— Vamos que te eligió como mi marido y¿que vas a hacer con tu remilgada prometida si nos casamos? — pregunté
— Nada, tu y yo nos casamos en secreto, tu tendrias para vivir bien y podrías llevar a tu abuela a un centro donde tuviera los mejores cuidados y yo seguiria con mi prometida, cuando quieras tener el crío que tu padre te ha impuesto, vamos los dos a una clínica de fertilidad, te inseminan con mi semen y cuando nazca nuestro hijo y pase el año de nuestro secreto matrimonio, los dos nos divorciamos y tu sigues tu vida como yo seguire con mi vida — me dijo, pero no lo terminaba de comprender
Mientras me hablaba, no quise escuchar el plan tan retorcido que me estaba contando, ya que me engañaria a mi y lo que era peor, engañaria tambien a su novia, haciendome pensar en que Liam era un hombre perverso sin importarle los sentimientos de nadie.— ¿No se dio cuenta mi padre de lo retorcido que eres? tú lo tienes todo muy bien planeado, ¿y si nos enamoramos, y si yo me enamoro de ti?--- le dije — Vamos Andrea cariño, eso no nos pasará nunca, y además te estoy haciendo un favor, ¿Que dices, nos casamos? — me dijo— Entonces si acepto tu propuesta, tendrías que darme dinero para poder comprarme una casa y pagar los gastos de la residencia de mi abuela — le dije— No, nada más pagaré los gastos de la residencia de tu abuela, pero tú tendrás que ganarte mi confianza, servirás en mi casa hasta que te quedes embarazada,--- me dijo haciéndome reír– Te recuerdo que el dinero me lo dejó mi padre a mí – contesté--- ¿Que decides? — me dijo— ¿Que decido? quédate con todo, eres un cerd
Me quedaba poco para cerrar el bar cuando de pronto empezó a sonar mi móvil, lo cogi mirando quien me llamaba y cuando vi que era Claudia, enseguida contesté a la llamada — Dime Claudia ¿pasa algo? — le pregunté — Estoy en el hospital con tu abuela, en un momento que he ido a la cocina, se ha caído, ay cariño tu abuela nos está muy bien — me dijo — Tranquila Claudia, enseguida voy al hospital, no la dejes sola — le dije muy nerviosa. Se lo dije a mi jefa y llamé a un taxi. Cuando llegué al hospital, vi a Claudia en la sala de espera, sentandome a su lado abrazandonos las dos llorando. — ¿Ha dicho algo el médico? — le pregunté cuando me calme un poco — No todavía están en el quirófano con ella, lo siento Andrea cariño — me dijo — No te preocupes, tranquila todo saldrá bien — le dije autoconvenciendome a mi misma No sé cuanto tiempo pasó, pero para mi fue una eternidad, cuando vimos al médico dirigirse hacia donde estaba nos levantamos enseguida de la silla Claudia y yo. — ¿Seño
Al día siguiente cuando me levanté de la cama, me duche , me vestí, fui a la cocina para tomarme una taza de café, Sali de mi casa, cogi el ascensor para ir al garage, subiendo a mi coche después, para ir a la residencia donde se encontraba mi abuela. Aparqué el vehículo en el parking, entré en el edificio y al preguntar por mi abuela, una enfermera muy simpática me acompaño hasta su habitación – Abuela, soy Andrea ¿cómo está? – le pregunté – Estoy bien hija ¿y mi nieta?¿cuándo va a venir? – me preguntó – Tranquila señora, la enfermedad, va en aumento, menos mal que está en la residencia, aquí estára muy bien atendida – me dijo la enfermera que la cuidaba – Abuela soy yo, tu nieta Andrea – le dije, pero ya no me hizo caso Me quedé unos minutos más, pero al dormirse preferí marcharme porque las lágrimas que caían por mis mejillas,y ya no me dejaban verla bien, por lo doloroso que era mirarla, tan inocente y tan perdida.. Salí de la residencia llorando hacia mi coche, pero antes de
Salí del trabajo y David como me dijo me llevo a un restaurante a cenar, donde empezamos a hablar conociéndonos mejor — Conque eres un CEO de una multinacional, si no recuerdo mal y fue lo que me dijiste cuando nos conocimos— le dije — Así es, viajó mucho por mi negocio y me gustaría que en algún viaje, vivieras tú, yo sé que te encantaría Paris, Austria, Roma y Holanda, son las ciudades que más visito — me dijo — Podría acompañarte sin problemas si no fuera porque, tengo a mi abuela muy enferma y no me atrevería a alejarme de ella mucho tiempo — contesté — Eso no es problema Andrea, en mi avión privado estarías aquí en muy poco tiempo — me dijo — Bueno, creo que debo marcharme gracias por la cena — dije — Dame unos minutos más contigo, vamos a tomar una copa y te prometo que después te llevo a tu casa — me dijo sonriendo Salimos del restaurante y como todo un caballero, abrió la puerta de su coche invitándome a entrar en él, pocos minutos después para el vehículo en el club don
— A ti que te importa, voy a darme una ducha — le dije dejándolo solo en el salón Cuando entre en mi dormitorio, me desnudé metiendome en la ducha, sentí como Liam apretaba mis pechos, sintiendo el calor de su cuerpo pegado a mi cuerpo y su boca en mi cuello — Eres mia Andrea, no lo olvides — me dijo haciéndome gemir pellizcando mis pezones. — Tienes prometida — fue lo único que pude susurrarle, sintiendo un placer indescriptible — Tu hijo solamente puede ser mío, no te permitiré que lo vuelvas a ver, me perteneces — me dijo mientras sentía su miembro duro en mis nalgas. Después de hacer el amor en la ducha, salimos los dos secando mi cuerpo Liam, pasando suavemente la toalla por mis zonas erógenas haciéndome gemir mientras me miraba. Liam una vez se hubo secado el cuerpo se vistió marchandose de mi casa dejándome sola. Me vesti y bajando al garage cogi mi coche acercandome a la residencia donde estaba mi abuela para ver como estaba — Buenos días abuela ¿cómo se encuentra hoy? —
Después de la visita de Priscilla nos fuimos en el coche de David al Club en su coche, cuando llegamos como siempre nos saludó el portero sonriendo. Entramos en el local, quedándose en la barra David y Katia para pedir las bebidas, mientras Lorena y yo nos fuimos a sentarnos en los sillones. Poco tiempo después se acercaron a nosotras Liam y sus dos amigos, — Vamos a bailar Andrea — me dijo muy serio— No voy a bailar, estoy con David y mis amigas — le dije sin mirarlo— Esta bien cariño como quieras, en casa nos veremos despues — me dijo marchándose por donde vino con sus dos amigosEstuvimos en el Club hasta altas horas de la madrugada, cada vez que David me sacaba a bailar, ponía su boca en mi cuello haciendo que mi centro nervioso me hiciera sentir sensaciones inexplicables siendo tal el placer, que me hacía mojar mi tanga deseando hacerlo mio alli mismo. Estábamos tan cansadas de tanto beber y bailar decidiendo todos que ya era hora de regresar a casa, salimos del local y subim
Los dos nos fuimos de mi casa hasta la calle, donde David tenía su coche, puso mi equipaje en el maletero abriéndome después la puerta del vehículo como un caballero. Ya en marcha, le dije en qué residencia estaba mi abuela, al llegar bajé yo sola entrando en el edificio dirigiéndome a la habitación, entré viendo a la enfermera acomodandola en el sillón que tenía.— Hola abuela, ¿cómo está? — pregunté, pero no me contestó— No te preocupes Andrea, hoy no conoce a nadie — me dijo la enfermera— Tengo que irme un par de días fuera, ¿me llamará por si surge cualquier eventualidad? – le pregunté— Claro que si mi niña, vete tranquila cualquier cosa yo misma te llamaré — me dijo— Abuelita te quiero, — le dije, pero no me dijo nadaSubí al coche de David cayendo una lágrima por mi mejilla, dándose cuenta enseguida David— ¿Cómo está? — preguntó— Va a dias, pero me duele verla asi de esa forma — contesté Cuando llegamos al aeropuerto, pude ver el avión privado de David quedando impresiona
Sin mediar más palabras, se marchó de la habitación quedándome en posición fetal en la cama donde acababa de tener dentro de mí al hombre que yo amaba. Entre en el baño para lavarme, me puse unas bragas y bajé hasta el Hall donde me esperaba inquieto David. Subimos a la limusina y entonces me preguntó. — ¿Por qué has tardado tanto? a Priscila se la llevaban los demonios, ¿ha estado Liam contigo? — — Si, me ha cogido de sorpresa, pero no quiero hablar de él — le dije Por la noche para ir a la celebración me puse el vestido que David me compró. Largo, color malva, espalda abierta y escote marcando mis pechos. Cogida del brazo de David, entramos en la sala saludándonos varios de los invitados, nos mezclamos entre la gente hasta llegar a la barra del bar pidiendo David dos copas de champán. — La señorita no puede beber alcohol David, — escuche a Liam detrás de nosotros — Liam por favor, déjame en paz — le dije — Mi hijo no va a nacer alcohólico — me susurro Liam en el oído — Dejala