Salí del trabajo y David como me dijo me llevo a un restaurante a cenar, donde empezamos a hablar conociéndonos mejor — Conque eres un CEO de una multinacional, si no recuerdo mal y fue lo que me dijiste cuando nos conocimos— le dije — Así es, viajó mucho por mi negocio y me gustaría que en algún viaje, vivieras tú, yo sé que te encantaría Paris, Austria, Roma y Holanda, son las ciudades que más visito — me dijo — Podría acompañarte sin problemas si no fuera porque, tengo a mi abuela muy enferma y no me atrevería a alejarme de ella mucho tiempo — contesté — Eso no es problema Andrea, en mi avión privado estarías aquí en muy poco tiempo — me dijo — Bueno, creo que debo marcharme gracias por la cena — dije — Dame unos minutos más contigo, vamos a tomar una copa y te prometo que después te llevo a tu casa — me dijo sonriendo Salimos del restaurante y como todo un caballero, abrió la puerta de su coche invitándome a entrar en él, pocos minutos después para el vehículo en el club don
— A ti que te importa, voy a darme una ducha — le dije dejándolo solo en el salón Cuando entre en mi dormitorio, me desnudé metiendome en la ducha, sentí como Liam apretaba mis pechos, sintiendo el calor de su cuerpo pegado a mi cuerpo y su boca en mi cuello — Eres mia Andrea, no lo olvides — me dijo haciéndome gemir pellizcando mis pezones. — Tienes prometida — fue lo único que pude susurrarle, sintiendo un placer indescriptible — Tu hijo solamente puede ser mío, no te permitiré que lo vuelvas a ver, me perteneces — me dijo mientras sentía su miembro duro en mis nalgas. Después de hacer el amor en la ducha, salimos los dos secando mi cuerpo Liam, pasando suavemente la toalla por mis zonas erógenas haciéndome gemir mientras me miraba. Liam una vez se hubo secado el cuerpo se vistió marchandose de mi casa dejándome sola. Me vesti y bajando al garage cogi mi coche acercandome a la residencia donde estaba mi abuela para ver como estaba — Buenos días abuela ¿cómo se encuentra hoy? —
Después de la visita de Priscilla nos fuimos en el coche de David al Club en su coche, cuando llegamos como siempre nos saludó el portero sonriendo. Entramos en el local, quedándose en la barra David y Katia para pedir las bebidas, mientras Lorena y yo nos fuimos a sentarnos en los sillones. Poco tiempo después se acercaron a nosotras Liam y sus dos amigos, — Vamos a bailar Andrea — me dijo muy serio— No voy a bailar, estoy con David y mis amigas — le dije sin mirarlo— Esta bien cariño como quieras, en casa nos veremos despues — me dijo marchándose por donde vino con sus dos amigosEstuvimos en el Club hasta altas horas de la madrugada, cada vez que David me sacaba a bailar, ponía su boca en mi cuello haciendo que mi centro nervioso me hiciera sentir sensaciones inexplicables siendo tal el placer, que me hacía mojar mi tanga deseando hacerlo mio alli mismo. Estábamos tan cansadas de tanto beber y bailar decidiendo todos que ya era hora de regresar a casa, salimos del local y subim
Los dos nos fuimos de mi casa hasta la calle, donde David tenía su coche, puso mi equipaje en el maletero abriéndome después la puerta del vehículo como un caballero. Ya en marcha, le dije en qué residencia estaba mi abuela, al llegar bajé yo sola entrando en el edificio dirigiéndome a la habitación, entré viendo a la enfermera acomodandola en el sillón que tenía.— Hola abuela, ¿cómo está? — pregunté, pero no me contestó— No te preocupes Andrea, hoy no conoce a nadie — me dijo la enfermera— Tengo que irme un par de días fuera, ¿me llamará por si surge cualquier eventualidad? – le pregunté— Claro que si mi niña, vete tranquila cualquier cosa yo misma te llamaré — me dijo— Abuelita te quiero, — le dije, pero no me dijo nadaSubí al coche de David cayendo una lágrima por mi mejilla, dándose cuenta enseguida David— ¿Cómo está? — preguntó— Va a dias, pero me duele verla asi de esa forma — contesté Cuando llegamos al aeropuerto, pude ver el avión privado de David quedando impresiona
Sin mediar más palabras, se marchó de la habitación quedándome en posición fetal en la cama donde acababa de tener dentro de mí al hombre que yo amaba. Entre en el baño para lavarme, me puse unas bragas y bajé hasta el Hall donde me esperaba inquieto David. Subimos a la limusina y entonces me preguntó. — ¿Por qué has tardado tanto? a Priscila se la llevaban los demonios, ¿ha estado Liam contigo? — — Si, me ha cogido de sorpresa, pero no quiero hablar de él — le dije Por la noche para ir a la celebración me puse el vestido que David me compró. Largo, color malva, espalda abierta y escote marcando mis pechos. Cogida del brazo de David, entramos en la sala saludándonos varios de los invitados, nos mezclamos entre la gente hasta llegar a la barra del bar pidiendo David dos copas de champán. — La señorita no puede beber alcohol David, — escuche a Liam detrás de nosotros — Liam por favor, déjame en paz — le dije — Mi hijo no va a nacer alcohólico — me susurro Liam en el oído — Dejala
Me desperté asustada y mareada sin saber dónde estaba y que había ocurrido, me senté un momento en la orilla de la cama para mirar a mi alrededor, dándome cuenta de que estaba completamente desnuda, viendo a David durmiendo en la cama boca abajo y completamente desnudo también. Apoyándome en la orilla de la cama me pude levantar y poder llegar hasta el cuarto de baño, me miré al espejo preguntándome ¿qué había pasado realmente entre David y yo?— ¿Ya te has levantado? ¿como estas? — me preguntó, viéndolo apoyado en el marco de la puerta completamente desnudo— ¿Qué pasó anoche entre tú y yo? — le pregunté— Vamos a desayunar y te lo cuento todo, ¿necesitas ayuda para ducharte? — me dijo— No gracias, me puedo duchar yo sola, ahora ire a la cocina — le dijeDespués de ducharme, me sequé el cuerpo y me vestí en el dormitorio, acercándome después hasta la cocina donde David estaba haciendo el desayuno llevando solamente un pantalón corto, fijándome en sus perfectos abdominales. su espa
Entramos en el dormitorio y mientras Liam me miraba, sonriendo mire todo lo que allí se encontraba, una cómoda grande y blanca de diseño moderno, una cama tan grande que perfectamente podían dormir seis personas, un vestidor hermoso, entre en el cuarto de baño viendo mi reflejo en las paredes de cristal, una jacuzzi, no me podía creer lo que estaba viendo. — ¿Te apetece un baño conmigo? — me preguntó sonriendo — Contigo me apetece todo lo que tu quieras pedirme — le dije acercando mi boca a la suya, besándonos con lujuria y deseo Mientras nos besabamos nos fuimos quitando la ropa, ayudandome él después a preparar el jacuzzi, cuando estuvo listo nos metimos los dos, poniéndose Liam detrás de mi, besando mi cuello, mis mejillas, mi boca, mis hombros haciéndome desearlo cada vez más, mientras sus manos jugaban con mis pechos pellizcando mis pezones dándome placer. Después de amarnos en el jacuzzi, salimos secando Liam mi cuerpo. Nos pusimos los albornoces bajando al salón, me senté en
LIAM Cuando en Sicilia vi a Andrea con mi enemigo en aquella recepción, salieron todos los demonios que yo llevaba dentro, estaba preciosa y ver a David como le acariciaba su desnuda espalda, sentí por primera en mi vida celos por una mujer, luego la vi con una copa de champán y ya no pude más que enfadarme, ella sabía que quería un hijo suyo y el alcohol no era bueno, pues me hizo pensar que David podía aprovecharse de ella si la hacía beber más de la cuenta y eso no podía consentirlo. Al volver a Nueva York, no quise acompañar a Priscila a nuestra casa, aunque se enfado conmigo pero yo necesitaba ver a Andrea, hacerla mía, meterme en sus entrañas, demostrarle que era solamente mía y amarla, si, amarla como nunca ame a ninguna mujer, pero cual fue mi sorpresa al llegar a su casa verla con David y a la policía dentro de su casa. Cuando pregunté qué había pasado y el policía me dijo que iba a por ella, fue como si me hubieran disparado y herido, ¿A por Andrea?¿Pero quién? ¿Tendría el