Al día siguiente, Lucy despertó en casa de Ryan, estaba en ropa interior, así que asumió haber dormido con Ryan el día anterior, mientras Lucy se hacía ideas de cómo lidiar en el trabajo con esto, Ryan apareció. —¿Cómo te gusta el café? —decía con tranquilidad. —americano, oye Ryan, no recuerdo lo que paso anoche, pero espero que no afecte en nuestro trabajo…—Ryan la interrumpió entre risas. —No paso nada entre nosotros, bueno en realidad, me vomitaste encima, también te vomitaste, así que comenzaste a quitarte la ropa y yo la puse en la lavadora—todo esto mientras Lucy se ponía extremadamente roja—no te preocupes ya está seca, levántate y desayunemos. Ryan se fue y Lucy fue a ponerse su ropa, algo decepcionada por lo que paso y lo que no; Lucy siguió su fin de semana con normalidad, en otras palabras, aburrida. El lunes en un receso de Lucy pudo ver a Liam, en una de las mesas del comedor, tenía días sin verlo, se quedó observándolo un momento. —oye, cierra la boca se te está sa
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