El rojo de su cuerpo impactaba a todos a su alrededor, ahora con otro efecto deseado, algo planeado. Esta vez, el que generaba polémica era su vestido, caminando hacia el tribunal con la mirada certera. Cielo también estaba allí, con una falda gris y sus ojos verdes a juego, con la cabeza baja, esperando la sentencia.Lucio, al otro lado, con la mirada congelada, sin expresión alguna. Clara no le quitaba los ojos de encima, aún enamorada de ese hombre repleto de intrigas. No podía verlo sin querer arrepentirse, sin dar marcha atrás en el asunto y volver a sus brazos. No debía flaquear, seguir adelante era su único camino posible y al estar en boca de todos, se convirtió en una persona más fuerte de lo que alguna vez creyó poder ser. Lo amaba, sí, y también lo deseaba, no obstante, eso no borraría el engaño y la traición.La música que envolvía el lugar era desconcertante, allí nadie sabía lo que pasaría.Horas antes, su esposo, porque todavía no se habían divorciado, fue a su encuentr
Leer más