MatthewDesperté y ella ya no estaba sobre mi pecho, me asusté, será que también me abandonó. Rápido me levanté y al abrir la puerta, un delicioso olor a crepas me despertó por completo. Ella se movía en su pequeño pijama de una forma increíblemente ágil a través de aquella enorme cocina. La isla estaba servida con un bol sobre ella y un pomo de agua. Cuando volví a mirarla, ella estaba mirándome bien sería.—¿Buenos días?—Matt, buenos días. ¿Ya cepillaste tus dientes? Sabes lo importante que es eso para ti, ¿verdad? Así que ve ahora mismo sin detenerte por nada.Uy la que me lie, esta chica se cree mi madre o enfermera. No dije nada más y me fui directo al baño, para hacer mi rutina de belleza. Cuando regresé, ya ella estaba sentada esperándome, al verme me sonrió.—Um, hiciste desayuno, ¿cierto? Sentí que olía a crepas.—Sí, olía justo a eso, pero no para ti.—No, en serio, no vas a hacerme eso. Estás cometiendo un crimen mujer.En serio tenía ganas de llorar, hace tanto que no las
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