7. No rompas las reglas
DamiánRecorro su cuello con mi boca dando besos húmedos, succionando y chupando, bajo por el valle de sus senos y meto un pezón en mi boca saboreando lo exquisita que es.Su piel se eriza al sentir mis labios. chupo, lamo, muerdo y luego hago lo mismo con el otro pezón, subo hasta encontrar su boca, la tomo entre la mía y profundizo el beso, besarla es como tocar el cielo con las manos y volver a bajar de golpe. Es como estar en una montaña rusa.Solo un beso bastó para volverme adicto a ellos. La beso con premura y de manera prolongada, bajo por su cuello dejando besos húmedos y marcas en su piel, paso por sus senos, su abdomen, hasta llegar al monte de venus, respiro sobre su lubricado coño y alzo la cabeza para ver su reacción, ella arquea la espalda sobre la cama, mi cama, la miro desde mi posición y sus ojos encuentran los míos, su mirada celeste, ahora oscura por la lujuria y el deseo me indican que quiere que siga, lamo su clitoris.. — No pares Da... ¡Joder! — me desperté
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