Me levanté de la cama sintiendo mis ojos pesados, y bostezando.Eran las 9:30 P.M, no me molesté en levantarme temprano para ir y buscar trabajo. Ya era sábado.Sentí el teléfono de la casa sonar, por lo que bajé las escaleras para llegar a la sala.― ¿Hola?― Contesté, aún con sueño...Me recosté en el cómodo sofá de la sala, acomodando mi cabello castaño oscuro, hacía los lados de mi cara.―Hola Keith... ¿Cómo estás?,―Preguntó Michael, en un tono suave,― Quería decirte que surgió un imprevisto en el trabajo, estaré en New Orleans esta semana, de todos modos, en lo que te pueda ayudar, no dudes en llamarme.―Está bien, no te preocupes...―Hice una pausa, dudando un poco en qué decir, ―Yo...― Escuché en ruido en la cocina.― Te llamo más tarde, ¿De acuerdo?―De acuerdo.―Asintió, por lo que colgué la llamada.Me levanté del sofá, para dirigirme a la cocina, con mucha cautela.¡Dios!, ha de ser el gato del vecino otra vez... Ése gato tenía la mala costumbre de entrar a mi casa sin que yo m
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