Nicki escuchó lo que el atractivo hombre le dijo, primero sorprendida y luego, riendo histéricamente. Él no podía querer seguir casado con ella, seguramente era una broma, si, una terrible broma. Ella no era material de esposa, además, él era el tipo de hombre del que ella podría enamorarse. Y era lo que menos quería. Hizo memoria de todo lo que Gina siempre le contó sobre su hermano. Era leal, protector y amaba a su familia, y encima, ahora que lo conocía, notó el plus de su persona: era guapísimo y besaba muy bien, demasiado bien para su propio bien.Se alejó de Dylan, bueno, al menos lo intentó, ya que el presionó sus manos en las caderas de ella, evitando que se separara. La miró iracundo y la sacudió suavemente.—No es chiste. Deja de reírte.—No podemos seguir casados. Gina me mataría, mis tíos no lo creerían. Y mucho menos contigo, apenas nos conocemos— rebatió ella.—Mi hermana ya lo sabe, ¿y qué podrían decir tus tíos? Ya eres grande para andar dando explicaciones.—Yo no soy
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