CAPÍTULO 41. Yo me opongo
Decir que el Jefe del precinto de policía se había sobresaltado cuando había visto entrar doce hombres y una psicópata, era poco.—Capitán, mi nombre es Lucio Hamilton, para servirle. Soy abogado, en este caso el abogado del capitán Gabriel Cross —se presentó y once hombres entraron tras él a la oficina—. Permítame presentarle: Teniente Lennox, Sargento Scott, sargento Douglas, Cabo Ferguson… podría seguir pero se lo abrevio, todos compañeros del Capitán Cross en las Fuerzas Especiales…—Pues me puede traer al ejército completo, señor Hamilton, pero las órdenes del Ministro de Defensa fueron claras, no podemos liberar al capitán Cross —lo interrumpió el Jefe del precinto con actitud severa—. Y yo no me tomo los casos de secuestro a la ligera.Lucio Hamilton sonrió y se sentó sin que lo mandaran, cruzando las piernas con actitud displicente.—Comprendo, pero verá: Yo tengo una declaración jurada, tomada a la supuesta víctima de ese secuestro, que exonera al capitán Cross —declaró—. La
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