Pareciera que Shin presuroso, ansioso e incrédulo de sus propios sentimientos, terminó su deliciosa bebida, incluso olvidó tomarle la fotografía de siempre, tomo su portafolio de piel, sacando sus guantes de terciopelo negro ideales para el crudo invierno surcoreano. — ¡Hasta mañana!, Estuvo delicioso. — Se despidió les dejó una generosa propina en un cerdito de porcelana. Mientras en su cabeza retumbaba, un pensamiento que le inundaba de emoción e incertidumbre, todo a causa de la sonrisa de esa extranjera, pareciera que unas chispas incandescentes de atracción le habían exasperado sus sentidos. « No, Shin no podemos volver a enamorarnos así, solo es una chica, es más es una extranjera, que no sabes si podrás volverla a ver, ¡Que carajos estoy diciendo!, ¡Cómo si quisiera darme la oportunidad de amar de nuevo!, ¡Es más!, Porque estoy considerando el hecho de enamorarme así de una completa desconocida», de pronto apretó los ojos y labios. Ese discurso resonó en su cabeza, como si
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