Al llegar de regreso a Seúl el señor Na-moo dejo a Violeta en la estación, la chica se bajó, para hacer una leve reverencia en señal de agradecimiento, pero el clima había tomado más fuerza.—Señorita Schulz, ¿segura que no quiere que la lleve a donde se está hospedando?,el clima se ha alocado más, de hecho creo que fuimos suertudos en que no nos tocara en la carretera. — expreso preocupado el chofer, mientras veía asomado de la ventana a la joven.—No se preocupe señor Na-moo, en realidad ayer solo me quede con una amiga provisionalmente, pero que le parece que en cuanto tenga una ubicación estable le diré donde pueda dejarme, para próximas ocasiones ¿le parece? — acompañando su breve frase con un manierismo para dar a entender que todo estaría bien.La verdad que es que aunque Violeta confiaba mucho en el chofer, siempre procuraba no molestar a sus amistades con algo como dar su dirección por parte del trabajo, sobretodo porque no quería causar engorro a futuro, cosa que solo ella
En el momento que el metro se detuvo Violeta tomó sus pertenencias, justo en ese momento miro que aquel encantador joven con quien había tenido un agradable filtreo, se levantó, ágilmente se aproximó a la fémina con elegancia y carisma, pero desafortunadamente, ella estaba tan inmersa en salir que no prestó atención al acto del joven.Súbitamente estaba por caerse Violeta y ese misterioso hombre la tomo en sus varoniles brazos para evitar el accidente, con ese movimiento quedaron ambos con una escena tal de una película de romance, ella recargada en sus brazos, sus rostros contrapuestos sus rostros uno del otro, a escasos centímetros sus labios, , pero justamente casi como si una catapulta la impulsara ella se zafó de los brazos de él oportunamente para salir presurosa y exaltada por la intensidad del momento, dejando que la puerta del vagón se cerrara para que entre aquellos dos quedaran congelados mientras la puerta los separaba, el único gesto que tuvo aquel joven fue sonreír de f
Al día siguiente Violeta despertó con sus cabellos enmarañadas, se paró e inicio su rutina diaria, al escoger el conjunto de ropa indicado para ese día que era un blazer negro, una blusa de cuello de tortuga color blanca y unos pantalones rectos a la altura de la cintura con un cinturón de hebilla dorada, aliso su alocado cabello finalizo con un maquillaje sobrio pero elegante, tomó su bolso debido a que se había levantado relativamente tarde, no pudo tomar el desayuno, al ir saliendo noto que la dulce señora Choi aún se encontraba durmiendo profundamente, en la entrada donde se encontraban los zapatos calzo sus botines blancos para así quedar preparada para ese nuevo día.Saliendo corrió hacia la estación del metro, por pura suerte un pequeño espacio estaba disponible aunque estrujado debido a que la afluencia del transporte público era muy alta por las mañanas, al ir en el apretado espacio solo tomo aliento y trato de no estresarse, justo llego el momento de salir del vagón apresuro
Cuando el aliento de Shin pudo sentirse a una escasa distancia, la chica con el rabillo de su ojo puro notar que él no estaba prestando atención a su discurso sobre las propuestas para la mejora del proyecto invernal que el mismo había pedido, en ese instante una sensación de atracción y frustración a la vez mezclada invadió su cuerpo «Pero que carajos le pasa a este sujeto no me está prestando atención a lo que he trabajado, ¿cree que porque es increíblemente atractivo, masculino, guapo y rico… puede acercarse así a mi como todo un casanova?, ni de chiste sexy patán » mientras que Violeta pensaba esto su cuerpo ya había reaccionado casi por sí solo, su rostro estaba casi en una perfecta posición para un beso y sus ojos entre cerrados con sus labios dispuestos haciendo juego, por una fracción de segundo ambos estuvieron a casi nada de besarse, ambos pudieron percibir casi como una corriente eléctrica que atravesó de sus labios, la atracción había iniciado. Pero súbitamente Violeta lo
Al salir de la enorme y distinguida oficina de CEO, con pasos firmes salió mientras sentía la mirada de su superior, al cerrar las puertas de la oficina la secretaria hizo una leve reverencia ante Violeta quien devolvió el gesto con un sonrisa, se despidieron muy formalmente. Cuando se dispuso a presionar el botón del elevador Violeta comenzó a tener una sensación de calor en su cuerpo, al contrario de lo que muchos pensarían no era bochornoso en el sentido de vergüenza ni tampoco en el sentido de enojo o frustración, sino más bien una calidez que desde su mano que había estado en contacto por una fracción de segundos con la de Shin, esa sensación de calidez recorrió su cuerpo entero dejando una felicidad como un mar en calma durante un caluroso pero apacible verano.« ¡Wow! Pero… ¿Qué demonios acabo de sentir?, fue como si hubiera estado por un momento en el cálido mar, pero… ¡¿qué rayos estoy diciendo?! » Entre tanto agitaba su cabeza como una negación leve.Al abrirse las puertas
Al ir avanzando el auto en el trayecto miraba esos peculiares arboles sin ni una sola hoja, pero si con esos extraños brotes rojizos que resaltaban, en algunos lugares que parecían lúgubres esos árboles daban un toque gótico pero bastante lindo, continuaron con el paisaje invernal que les había permitido avanzar sin tormentas de nieve afortunadamente, aunque el inclemente frio no se hacía esperar, al arribar al destino Ikeson-dong Na-moo se retiro a estacionar el auto. —La veré en, ¿cuatro o tres horas está bien señorita Violeta? —Me parece perfecto señor Na-moo, le enviare un mensaje cuando haya terminado, muchas gracias. Violeta se dispuso a adentrarse al entreverado barrio de Ikeson-dong, un pintoresco y maravilloso lugar donde bien decían las reseñas de algunas páginas de internet, mientras se adentraba pudo ver una librería llamada “Drink a book” que además era un bar de cocteles únicos, entro y tomó un libro de la estantería que tenía escrito “El retrato de Darling Gris”, tomo
Al entrar a ese local lujoso de ropa, Violeta inmediatamente pidió aquel fabuloso conjunto que ya había integrado a sus expectativas del día que se llevaría a cabo la reunión de bienvenida destinada para ella, era un mini vestido de manga larga con un escote, que iba de hombro a hombro, de forma horizontal no tan abierto pero si lo suficiente para mostrar sus clavículas, junto con ellas sus característicos tres lunares alineados sobre una de estas; este vestido acompañado de unas medias negras con una línea de costura en la parte trasera justo a mitad de las piernas, como aquellas medias de los años cincuenta, además de unos botines redondeados con un detalle de un lazo atado como un moño al costado de los talones, que daba esa ternura y sensualidad exacta.En cuanto pudo probarse tal conjunto quedó bastante fascinada, aunque por su mente pasaba un pensamiento de cierta extrañeza "Realmente será un evento tan elegante, es decir solo para la entrada de un trabajador, uhm... bastante ext
El tan esperado día de la fiesta llegó, Violeta estaba especialmente emocionada nunca antes había pasado por una situación tan peculiar y especial, aunque de cierta forma sabía que no era una fiesta exclusiva para ella por parte de su trabajo, comenzó por alistarse para la ocasión, tomó un baño mientras escuchaba una radio especial de música pop coreana, dónde justo salía la reproducción de una canción de un grupo que le encantaba, en un pensamiento fugaz atravesó su mente al escuchar tan dulce y tierna melodía "Desearía que alguien me dedicará esta canción, pero... bueno es algo complicado, tal vez algún día", aquella frase que se había repetido a si misma hace algunos años repetidamente con esperar que alguien la quisiera de la manera en que ella esperaba le había traído recuerdos un tanto melancólicos, cuando hubo terminado salió rumbo a la fiesta, el chófer Na-moo ya estaba esperando en el punto de encuentro para recoger a Violeta.A unos cuantos metros miró a Na-moo que por supues