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Capítulo 5: Un gélido florecer de la alegría, parte 1

Poco después de tomar el descanso que tomó Shin, abrió sus ojos lentamente, mientras que sentía que su estómago estaba con el pleno gruñido, se levantó para así dirigirse a su nevera, tenía muchos alimentos pero en realidad ninguno le apetecía, por lo que se dispuso a pedir algo para comer pensó.

«Creo que unos fideos jajangmyeon estaría bien, los pediré para que cuando regrese ya estén listos, pero para ser sincero creo que no sería suficiente, tendré que ir también a la tienda de conveniencia.»

Pero sin antes verificar que seguía en su atiborrada agenda, que extrañamente tenía unas tres horas libres, por lo que con cierto alivio y alegría, mando su orden al restaurante de su elección y la pago se cambió de ropa a una más cómoda, aunque sea provisionalmente ya que debía cambiarse de nuevo para retornar a las siguientes actividades, por tanto debería su elegante y fina vestimenta.

Tenía mucho tiempo que no me quedaba tiempo libre de esta forma entre horas laborales, considerando que soy el jefe y dueño, muchos pensarían que es lo contrario que tengo mucho tiempo disponible. —, se estiro y tomo unas gafas de sol que estaban en la entrada.

Pese a que se había vestido de forma más casual o deportiva, con un pants gris, con sudadera negra, playera blanca y tenis blanco, acompañados de sus gafas de sol, no perdía ese porte que le distinguía, siempre lograba robar la atención de quienes pasaban cerca de él, algunas veces él se percataba de esto, pero la gran parte del tiempo no, pudiere ser que siempre estaba tan ocupado para notarlo.

Al llegar a la tienda de conveniencia entró, selecciono una bola de arroz, una, gelatina de café y un té negro, pagó y tomo sus compras, cuando estaba saliendo del establecimiento, se cruzó con dos de los asistentes de staff, quienes estaban parloteando.

Realmente crees que ese bombón extranjero te haría caso, ¡ella está en otra liga!, muy, pero muy arriba de ti mi estimado amigo Min-Ki; además con tu tono de voz como robot, dudo que te haga caso. —, se carcajeo el ayudante que respondía al nombre de Kyu-Bok.

Ríete cuanto quieras Kyu-bok, pero algo dentro de mi corazón me dice que es la indicada y que tengo alguna oportunidad por más mínima que sea. —, rezongo el chico de pelo ondulado.

Cuando escucho este fragmento de conversación Shin, frunció el ceño de forma casi instantánea, y no pudo no interceder de la forma más profesional que encontró; simulando toser.

Buenas tardes señores Kim y Rhee… Como buen y responsable CEO de Love Around Korea, me compete los asuntos que puedan desarrollar alguna complicación, así que no pude ignorar su conversación, por tanto les sugiero que mantengan sus relaciones laborales, como lo que son relaciones laborales simple y llanamente. — mientras mantenía una postura erguida firme y de autoridad seria.

Los encargados de staff, se inmutaron abrieron grandemente sus ojos de la tremenda impresión de ver al jefe de más alto puesto en sus empresas,  en ese momento ambos se inclinaron y respondieron al unísono cual niños regañados.

¡Señor Park! Perdónenos por nuestra imprudencia, no queremos causar ningún problema. — aguardaron inclinados hasta que su superior les respondió.

Está bien, comprendo su inquietud, además de esto muchachos, les recuerdo que es por nuestro propio bien, ¿Entendido? — contestó a los muchachos, a la par que se bajaba lentamente las gafas de sol.

El CEO respiro profundamente en señal de insatisfacción, les tomo por el hombro de forma ligeramente fraternal para agregar.

Bien dicho esto muchachos, espero que no me decepcionen, así pues me retiro y nos vemos mañana, por cierto una última cosa procuren que no le falte nada a señorita Schulz, ¿Vale? — entretanto soltó a los muchachos y se daba la vuelta.

Segundos después se retiró con paso firme y postura muy confianza, pero en ese instante él no había sospechado, el porqué de su actuar en ese momento, mientras en su andar la pregunta que era precursora de sus sentimientos asecho su mente, en forma de duda.

« ¿Por qué dije eso?», apretó los nudillos y gruñó.

En ese momento rodo los ojos para tratar de indagar en sus pensamientos, cuando llego a su edificio, tomo el ascensor y comenzó a subir a su apartamento de lujo, que habitaba solo cuando estaba en el centro de Seúl, puesto que era más conveniente por las distancias y el tráfico.

Al llegar a su puerta de su pent-house, echó un vistazo a la manija de su puerta y su pedido había llegado, un gran tazón de  fideos jajangmyeon, que tomo por el haza de la bolsa de plástico, para seguido de eso poner la clave de su cerrojo, una vez abierto ingreso, se quitó sus tenis colocándolos de forma ordenada; tomó los utensilios para comer.

Cuando ingería  sus alimentos, una imagen furtiva asalto su mente, cual recuerdo fugaz esa sonrisa autentica que miro en el rostro de Violeta sin saber que ella sería quien estaría trabajando en su empresa, justo al instante logro conectar esa pregunta con esa pista que su cerebro le había arrojado.

Con los fideos a medio sorber de sus labios se dio cuenta que ese actuar tan territorial disfrazado de responsabilidad empresarial, claro es obvio que es preferente que los empleados no tengan una relación íntima de pareja entre ellos, dadas las circunstancias de que podría ser perjudicial para el ambiente laboral. Porque estaba claro que eso en primer lugar siendo el CEO tan importantísimo que es, no debía inmiscuirse debido a que alguien más estaba a cargo de ese tipo de trabajo, que era cuidar la disciplina de sus trabajadores, y en segundo lugar ¿Por qué motivo debía haber mencionado el apellido de Violeta?, ¿Cómo es que atribuyo que esos chicos hablaban exactamente de ella?, tomando en cuenta que muchos extranjeros hacían trabajo de promoción turística en Love Around Korea.

Así que ¿Cómo sabía que hablaban precisamente de Violeta?, un mar de emociones le inundo y quedo por unos minutos absorto en sus pensamientos, mientras que los fideos colgaban de su boca aun, hasta que un repentino sonido de su teléfono, que rompió con ese tormenta de sentimientos y emociones. Miro su teléfono celular, para prestarle atención a la notificación que indicaba su móvil.

“Señor Park,  el abogado de la empresa hotelera de Jeju Home & Go, que está llevando el asunto de la compra de sus acciones, está pidiendo más dinero para la compra de dicha empresa, por asuntos de que se han expandido a Busan; ¿Quiere platicar con su abogado para llegar a un acuerdo?”.

Justo al leer el mensaje tomo un juguete anti estrés que comenzó a utilizar mientras respiraba, debido a que ese abogado ya le había dado problemas para obtener las acciones de ese hotel, había reconfigurado el trato tantas veces como quiso y a su antojo para obtener más ganancias, con las excusas tan simplonas. Pero como Shin realmente le interesaba obtener dichas locaciones por su ubicación, solo le restaba esperar a llegar a un acuerdo, de todas formas el dinero no era un problema, pero no significaba que Shin dejara que abusaran de su abundante fortuna.

“Claro, agéndame una  cita con mi abogado para poder dialogar sobre esta situación, además quiero otra con mi inspector de hotelería y centros turísticos, para poder evaluar el costo de ese dichoso nuevo hotel en Busan”

En tanto Violeta se encontraba en la casa de la señora Choi preparándose para salir a su primer destino, que está a medio camino de  Pocheon, se cambió de ropa a algo casual y cómodo, traía unos botines negros con algo de plataforma, pantalón de mezclilla de tiro alto, suéter de punto holgado de color beige playera de cuello de tortuga de color negra, además un abrigo de color café. Tomo su cámara, su material de trabajo y su paquete hecho por el equipo del staff.

Cuando salió del lugar, se dirigió a la estación del metro que tenía más cercana donde había quedado de verse con el chofer encargado de llevarla a su primer destino.

Mientras caminaba miraba que la nieve comenzaba a caer de a poco, lo cual le hizo pensar

“Esto es maravilloso, creo que será bastante bueno hacer unas tomas del paisaje para que tenga más impacto, el ambiente invernal y navideño de Corea del sur”

Al llegar a la estación encontró un lujoso auto con el logo de la empresa “Love Around Korea” con el conductor esperando para abrirle la puerta, Violeta se acercó y sonriendo.

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