Capítulo 4. Es hora de pescar.
Los tacones de Aisha resonaban por el piso de mármol del vestíbulo de industrias Lombardi, se acercó al mostrador donde una joven elegante esperaba para atenderla.―Vengo a ver al señor Lombardi ―dijo Aisha con voz segura.―¿Tiene cita? ―preguntó con educación la recepcionista.―No, dígale que Aisha Sing, del Consorcio Khan desea verlo.―Por favor, tome asiento, señorita Sing, mientras me comunico con su asistente para que me informe si está disponible.Aisha se dirigió al mullido sofá que estaba cerca y se sentó, sacó su móvil para revisar sus mensajes y correos mientras esperaba. Estaba nerviosa y sabía que si se quedaba sin hacer nada se comería las uñas.Con sus recursos, no fue difícil hallar a Gabriel Lombardi, lo que nunca se imaginó era que el Gabriel sexy del bar, fuera el CEO principal de las industrias Lombardi, uno de los competidores de la empresa de su familia.―El señor Lombardi la verá ahora, señorita Sing, tomé el ascensor hasta el último piso, allí la recibirá su asi
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