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Todos los capítulos de El Socio Arabe: Capítulo 1 - Capítulo 10
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1. El Saludo
PDV Hassam    – Necesito cafeína y adrenalina – Me dije a mi mismo.Paré mi trasero del mueble, me harte de hablar solo, decidi ir a visitar a mis padres, pero primero un café. Si hay algo que puede subir mi adrenalina, eso está en mi cochera. Caminé hacia allá y con el mando a distancia abrí el portón, y ahí está, justo lo que necesito ahora mi Ferrari 488 pista spider amarillo, el único en la ciudad en su color.Por fortuna el día estaba fresco, luego de llevar mi spider a mas de 200 km/h, por las afueras de la ciudad, dónde hay menos cámaras, para no abusar de los beneficios de ser parte de la familia real. Volví al norte ya de mejor ánimo, bajé la velocidad y el techo para sentir la brisa fresca de noviembre, ahora sí, estaba listo para ir a un Starbucks, comprar café y luego ir hablar co
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2. ¿ Que pasó con el chico apuesto?
PDV Elena   En un abrir y cerrar de ojos paso una semana más, entre crear contenido para mi red social, atender la casa, jugar con los niños, y dar gracias a Dios por el internet y las redes sociales, las cuales uso para conectar con mis seres queridos, esto de no tener familia o amigos cerca me sigue perturbando desde que nos mudamos al medio oriente.   Apenas parece que fue hace dos días que me fui con Paula y Estaban de paseo por la ciudad, mientras Aston paso el fin de semana en planta trabajando o eso espero yo. Amo darles ese pequeño placer a mis hijos de llevarlos al parque, a comer helado y pasear por su lugar favorito, qrim una parte de la ciudad con colinas, restaurantes a la orilla de la playa, parques, y demás atracciones; dónde Esteban ama ver todos los autos de lujo o de carreras como los llama él.   Lavando los platos me sonrío al recordar
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3. La invitación
PDV Hassam.    – Salam alikum – conteste mi teléfono.    – Wa alaikum as–salaam – me responden y en seguida cambio a inglés el idioma de los negocios.    – Buenos días, su alteza Hassam, le habla, el secretario de su señoría Rashan Elshafai embajador de Egipto en el Sultanato.    – Si él habla, estoy muy bien, que desea.    – Le comunico al embajador.    – Apreciado su alteza Hassam ¿cómo has estado?    – ¿Cómo estás Amigo? – respondí cordialmente – estoy muy bien, a qué debo tu llamada.    – ¿Estás en el Sultanato? Quisiera hablar unos asuntos contigo en persona. ¿Cómo está tu agenda mañana en la mañana? &ndas
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4. ¿ Puedes poner música por favor?
PDV Elena.   Finalmente, la semana que viene Esteban sale de vacaciones del colegio y estoy feliz porque mis suegros nos enviaron pasajes para ir a visitarlos, alegando que extrañan mucho a sus nietos, para variar Aston está muy ocupado y no nos va a acompañar así que solo iremos Paula, Esteban y yo por una semana. La cuál aprovechare lo más que pueda, yo también extraño el occidentalismo de los Estados Unidos.   Y como estoy emocionada de ir a tierra occidental y usar mi ropa normal, ya tengo todo arreglado, nuestro vuelo es en tres días; esto de viajar sola con los chicos será algo nuevo para mí. Llegó el fin de semana y mi esposo se dignó a pasar un día con nosotros antes de irnos. Íbamos en el auto, rumbo al sur a conocer un wadi como se le llama acá a los ríos o riachuelos que usualmente están secos.Leer más
5. Mi complice
PDV. Hassam.         Está semana he estado ocupado, pero ya tengo todo listo, he hablado con el embajador de los Estados Unidos de América, el ministro de defensa y mi colega el ministro de relaciones exteriores, todo está preparado para que nos reciban, será un viaje de cinco días, cosa que lamento porque son unas catorce horas de viaje. El martes en la noche partiremos: mi tío, su majestad Nasser Al Tamin Bin Tasik quinto sultán de nuestra tierra, mi primo el príncipe heredero, su alteza Abdulah quien es el primer ministro, un pequeño comité de seis personas y yo.El lunes en la noche de camino a casa recibo la llamada de mi tío Nasser.    – Salam alikum su majestad, Dios lo preserve – Contesto.    – Wa leikud as Salam – me contesta.Y nos extendemos en nues
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6. USA
PDV. Elena– Abuelaa – grito Esteban al ver a sus abuelos que nos recibieron en el aeropuerto William P Hobby.– Grand Pa. – grito Paula mientras le estiraba los brazos a su abuelo desde el coche donde estaba sentada.– Mis nietos bellos cuánto los extrañamos – dijo la abuela Adela.– Hola hija, ¿cómo estás? – me tiende un brazo sin soltar a Esteban.– Molida – me rio de mí misma, por la expresión muy venezolana que se refiere a estar muy cansada.Mis suegros se intercambian a los nietos.– Hola bella Elena, sí que luces cansada hija, pero igual de guapa, vamos a casa, ya nos encargaremos de este par – dice mi suegro.– ¿Como estás Aston? – lo salude emocionada de verlos.– Más viejo será hija – respondió con su siempre
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7. La mejor suegra.
PDV. Elena     Estamos disfrutando en la piscina del hotel JW Marriot Grand lakes en Orlando, sorbo a sorbo disfruto de mi piña colada que está genial, mi suegra a mi lado acostada se toma una cerveza y brindamos.    – ¿Cómo está Aston querida? cada vez lo noto más distante, poco nos llama y cuando nosotros lo hacemos siempre está ocupado.Sabía que no me iba a escapar de esta conversación.    – Bueno está tan ocupado que la mayoría de las veces no lo veo llegar de noche. – dije sinceramente.    – ¿Y todo está bien con ustedes? tú sabes que nosotras las mujeres y más las madres tenemos un sexto sentido, puedes hablar con confianza, sabes que te queremos mucho.     Me sonrío y pienso que tengo la mejor suegra del mu
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8. Que no le pase nada.
PDV. Hassam.     – Hola. – Digo a la mesera que ya estaba sentada en el lobby de mi piso cuando subí. – Si que tiene ganas – pensé.    – Hola guapo. – sonrió pestañando coquetamente, varias veces – Te estaba esperando – mencionó sonreída mirándome de arriba a abajo.Esto es lo que me gusta de las occidentales no se intimidan a la hora de ir por lo que quieren.    – No esperes más, vayamos a mi habitación – le tiendo la mano para que avance delante de mí mientras observo cómo contonea el trasero que se le ve bajo los shorts de jeans rasgados que carga puesto y su espalda solo cubierta por una cinta.   Abro la puerta de mi habitación y al pasar noto su sorpresa a ver lo grande que es, y yo sin esperar le doy una nalgada para pr
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9. Starbucks
PDV. Elena    Llegó el día de irnos a casa, con lágrimas en los ojos nos despiden mis suegros, que no quieren soltar a Esteban ni a Paula.    – Te extrañaré tanto mi princesa – dice el señor Aston a Paula que aún está guindada a su cuello.    – Te Amo Grand Pa. – Le responde con su dulce voz. Y el gran hombre que la sostiene no aguanta las lágrimas.    – Adiós Grand Ma, nos vienes a visitar en diciembre ¿ok? – pide Esteban a la abuela.    – Está bien mi príncipe grande. Te amo tanto – le devuelve Adela quien no suelta su abrazo de oso.   Esteban también la abraza fuerte, y yo solo me quedo observándolos en un segundo plano, el amor les brota por todos los poros y yo me empapo de eso. Se intercambi
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10. La apuesta
PDV. Elena   Le pido a Esteban que ordene nuestras bebidas en el mostrador mientras yo me quedo con nuestra maleta y cuidando de Paula quien sigue dormida en el coche. Me siento en una mesa de manera que pueda mantener la vista en él, una vez que regresa me dedico como de costumbre a observar a las personas, sus posturas corporales, su forma de expresarse, los gestos faciales, me gusta adivinar quienes son familia, amigos o colegas por su forma de comunicarse.   De pronto me detengo en un rostro que se me hace familiar, es un señor de edad entrada, muy alto, delgado, pasado los sesenta, con barba larga y canosa, me pregunto si será algún amigo del señor Aston, pero su mandíbula gruesa, su nariz bastante pronunciada y piel blanca como el papel me indica que es árabe, así que descarto mi primera hipótesis.   Vuelvo a mirar a Esteban quien está co
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