10. La apuesta
PDV. Elena Le pido a Esteban que ordene nuestras bebidas en el mostrador mientras yo me quedo con nuestra maleta y cuidando de Paula quien sigue dormida en el coche. Me siento en una mesa de manera que pueda mantener la vista en él, una vez que regresa me dedico como de costumbre a observar a las personas, sus posturas corporales, su forma de expresarse, los gestos faciales, me gusta adivinar quienes son familia, amigos o colegas por su forma de comunicarse. De pronto me detengo en un rostro que se me hace familiar, es un señor de edad entrada, muy alto, delgado, pasado los sesenta, con barba larga y canosa, me pregunto si será algún amigo del señor Aston, pero su mandíbula gruesa, su nariz bastante pronunciada y piel blanca como el papel me indica que es árabe, así que descarto mi primera hipótesis. Vuelvo a mirar a Esteban quien está co
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