Epílogo.
CUATRO AÑOS DESPUÉS. Isla de Roatán—Honduras La delicada y blanca arena de la playa cubría los pies de Nick y Ary, quienes, tomados de las manos de Nachito, Tefa y Paolo, observaban el hermoso color turquesa del agua del mar. Los niños eran muy educados, tiernos, amorosos y solidarios no solo con sus padres sino con las personas a su alrededor. Ayudaban a Ariadna en el orfanato y en el centro comunitario; sin embargo, cada uno tenía características que los hacían diferentes: Nachito ya era un jovencito de once años, tímido, reservado, bastante maduro para la edad que tenía. Tefa, acababa de cumplir nueve: ella era extrovertida, alegre, divertida. Paolo estaba por llegar a los cinco, él era un pequeño muy ocurrente, simpático, travieso; algo entendible en su edad. Lo primero que quisieron hacer los niños en las hermosas playas de Roatán ubicadas en el hermo
Leer más