Su belleza le causaba muchos problemas, cabello color miel, rizado, le llegaba hasta la cintura, ella amaba el largo de su cabello era muy sensual o al menos eso era lo que le decía Eve que lo llevaba distinto a ella, por los hombros del mismo color. Lo único que habían heredado de su madre. Pero ambas se diferenciaban por el color de sus ojos Eve los llevaba verdes oliva y los de Shery eran marrones. Eran guapas, ¡claro que sí! Pero por ser sencillas y de belleza natural llamaban mucho la atención.—¿Qué te pasa? Cada vez que llegamos al colegio te pones así.—Odio esta institución.—Es el único al que podemos asistir, papá jamás nos pagaría uno privado.—Ya lo sé, pero quisiera que estudiaras en uno mucho mejor.—Estoy bien, no te preocupes por mí. No qu
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