Protagonistas...
Shery Loon, una chica que se sacrifica para que su hermana menor pudiera llevar una vida mejor. Tiene 18 años pero le tocó llevar muchas responsabilidades con tan poco tiempo de vida. Ella es dulce y bastante agraciada, una belleza que solo le traerá desgracia.
Eve Loon, una joven divertida que siempre intenta sacarle sonrisas a su hermana. Para contar con 17 años es bastante madura y audaz, sabe que su hermana haría todo por ella y eso le hacía sentirse mal, no quería ser una carga. Eve, también es muy hermosa y dulce.
Ethan, un joven lobo quien pasaría a ser el nuevo alfa de su manada en algún momento. Empeñado en encontrar a su mate a como diera lugar.
—Shery, date prisa o llegaras tarde al colegio.
La voz proveniente del piso inferior era de su hermana pequeña Eve, bueno no tan pequeña, tenía 17 años mientras que ella contaba con 18 años de vida recién cumplidos. De los cuales muy pocos de esos años había disfrutado al menos uno o dos, el resto había sido sufrimiento humillaciones. ¿Patético no? Debería ser una chica que disfrutara de la vida como cualquier otra, pero la realidad es que no era así.
Su madre fue una mujer alcohólica y drogadicta que murió hace muchos años de una sobre dosis, dejándolas a cargo de su padre que era otro caso mucho peor que su madre. Éste las maltrataba emborrachándose a diario, mientras que la droga abundaba por toda la casa, y por si fuera poco sus asquerosos amigos iban a menudo hacer todo tipo de desastre en ella.
—Baja de una vez quieres, no esperare por ti toda la mañana.
Su hermana era una chica aplicada, le encantaba la vitalidad que tenía para levantarse todos los días para asistir a clases. A pesar de que la casa amaneciera patas arriba, llena de suciedad, condones, botellas de ron, cigarrillos y ni hablar de su mesa favorita, toda espolvoreada de polvo blanco.
Era sumamente asqueroso, detestaba las mañanas y odiaba las noches… Se levantó de la cama tratando de desperezarse, ir al colegio no le apetecía, pero tampoco quedarse en casa era una opción. Se metió en la ducha esperanzada que el agua fría le quitara todos los pesares de la noche anterior. Su padre seguramente estaría al borde del alcohol, los amigos de éste siempre se iban antes del alba y daba gracias al cielo por eso.
El agua fría comenzaba hacer efecto en su cuerpo, relajándose un poco, no tenía muchas horas en las que podía estar relajada, siempre tenía que estar pendiente de todo. La vida la había hecho madurar a toda prisa después que su madre diera a luz a Eve, ella había desaparecido por meses después que la niña tenía un par de años, dejándola a cargo de su padre.
Cuando volvió aparecer en sus vidas ya ellas eran casi unas adolecentes, pero como al tiempo que llegaba así mismo se iba. No podía dejar que los recuerdos se apoderaran de su cabeza tenía que ser fuerte por ambas, ya que sus padres eran un par de irresponsables sin sentimientos. Escucho pasos en la habitación y suplico porque no fuera su padre.
—Al menos ya te has levantado, quizás podrías haber respondió y dejar de ser tan floja.
—¡Déjame en paz quieres!
—Deja de ser tan obstinada hermanita, te arrugaras.
—Pareces una anciana Eve, te lo juro.
Escucho a la chica reír, desde que se volvieron un par de mujeres y sus cuerpos comenzaron a cambiar Shery decidió que era mejor que ella se mudara a su cuarto, no confiaba en su padre, a veces lo pillaba como las miraba sin vergüenza alguna de una manera muy lasciva y eso la asustaba. En el colegio escuchaba muchas cosas sobre padres que violaban a sus hijas, no quería pensar eso de él, pero nunca se sabía.
—Date prisa, o llegaremos tarde como siempre, me aburre eso.
—Llegaremos a tiempo descuida. Dijo saliendo del baño.
—¿No crees que estoy un poco grande para que sigamos compartiendo cuarto?
—Es por seguridad Eve, sabes cómo son los amigos de papá.
—Si bueno, tienes razón. Anoche escuche que intentaban abrir la puerta.
—Yo también lo oí, es muy peligroso que estemos durmiendo en recamaras separadas, no podría pegar ojo en toda la noche.
—Igual no lo haces, ¿O crees que no te visto?
Su hermana sabía que siempre estaba preocupada, no era segura esa casa desde luego que era más que obvio. Presentía que si algunos de esos tipos se metían en su habitación su papá no haría nada para impedir que no tocasen a sus hijas.
Era una m****a de vida, ¿Quién carajos podía vivir así? Se vistió rápido y ya estaban listas para salir, después de clases Shery trabajaba en una cafetería por tres horas. Como Eve la daba miedo llegar a casa sola, siempre la esperaba hasta que terminara el trabajo. Cuando bajaron a la planta de abajo, observaron todo lo que ya sabían que había (un desastre) Eve y ella estaban cansadas de tener que limpiar todas las porquerías que hacia su padre junto con la manada de idiotas que llegaban a esa casa.
De todo aquello, agradecía que ellas pudieran tener un baño propio, porque si no ya estuvieran más que enfermas. Las mujerzuelas que llevaban no parecían para nada sanas.
—Limpiaremos mucho cuando lleguemos.
—¡De nada sirve! Dijo la menor.
—Debemos hacerlo, de lo contrario papá se molestara y ya sabes cómo se pone.
—¿Cuándo nos iremos de aquí?
—Espero que pronto, tengo muchos ahorros escondidos, quizás en un mes podamos irnos.
Su hermana suspiro mientras salían de la casa. Para cuando llegaron al colegio Shery respiro hondo, no le contaba a Eve que el colegio era otro infierno más. La trataban muy mal, y no tenía ni una sola amiga más que ella misma. La humillación era a diario y sin poder evitarlo. Todos sabían que su madre era una drogadicta y muchas veces se acostaba con algunos tipos para poder conseguir un poco de polvo y alcohol.
Y por esa razón ella estaba más que rayada. En el colegio pensaban que ella también era como su madre, una prostituta barata que lo hacía con cualquiera y era sometida a infinidades de burlas. Hasta su padre lo pensaba.
La última vez se había escapado de la golpiza de un idiota que la acosaba constantemente, le había golpeado las costillas dejándole hematomas espantosos que fácilmente podían cubrirlos con pijamas. ¿Pero que podía hacer? Si lo denunciaba con el director o la policía podría hacerle algo a su hermana, ya la había amenazado con hacerlo, además ella era de estatura promedio sin ventaja para defenderse.
Su belleza le causaba muchos problemas, cabello color miel, rizado, le llegaba hasta la cintura, ella amaba el largo de su cabello era muy sensual o al menos eso era lo que le decía Eve que lo llevaba distinto a ella, por los hombros del mismo color. Lo único que habían heredado de su madre. Pero ambas se diferenciaban por el color de sus ojos Eve los llevaba verdes oliva y los de Shery eran marrones. Eran guapas, ¡claro que sí! Pero por ser sencillas y de belleza natural llamaban mucho la atención.—¿Qué te pasa? Cada vez que llegamos al colegio te pones así.—Odio esta institución.—Es el único al que podemos asistir, papá jamás nos pagaría uno privado.—Ya lo sé, pero quisiera que estudiaras en uno mucho mejor.—Estoy bien, no te preocupes por mí. No qu
—Detén tus quejas quieres, estoy aburrido del colegio, porque faltemos un día no pasara nada.—A mí me vale eso, aunque no bueno... si prefiero ir, ya que estar rodeado de todas esas hermosas lobas que nos persiguen es fantástico. Ethan suspiro.—Eres una pesadilla, cuando vas a madurar y decidir hablar con tu mate. Dejar de flirtear con todas esas chicas.—Eso no pasara…—Pero si ya sabes quién es, ¿Cómo puedes aguantar tanto tiempo sin querer estar con ella?—No lo sé Ethan, creo que no estoy listo para ella. Además no soy nada delante de ella. Y sabes muy bien cómo se ponen las lobas, se vuelven un poco locas con eso de tener mates. Muy posesivas. Negó con la cabeza.—¡Eres un cobarde! Si tu padre se entera que ya la encontraste y no la has aceptado te
Sintió los cálidos brazos de su hermanita alrededor de su cintura, ella era su único apoyo, la única a la que podría decirle familia. Pero su corazón pedía mucho más.—Todo estará bien, recuerda que pronto nos iremos de aquí. Ella lo creía así, pero a la vez sentía temor porque ¿y si su padre las buscaba? Las golpearía tanto que sería capaz de matarlas.—Vamos a limpiar todo este desorden, la ducha tendrá que esperar. Le respondió al final Shery.Las chicas se pusieron manos a la obra, aún mojadas, muertas del frío y del hambre. Pero si no lo hacían su padre se volvería un ogro y ya bastante que estaba furioso, cuando se encerraba en su habitación era para una sola cosa y no era nada saludable lo que allí hacía. El
Tenía que salir a trabajar temprano y sin poder dormir nada, sabía que le costaría mucho llevar el ritmo en la cafetería, suspiro profundo. De pronto alguien movió el pomo plateado de su puerta, la puso en alerta y de inmediato Eve se despertó.—Tranquila con esa silla trabando la puerta no podrán abrir.—Pero ¿Y si entran?—Tendremos que saltar por la ventana.Cada vez estremecían más la puerta, definitivamente querían entrar ¿Seria Daren? Escucho una voz gruesa y fuerte detrás de esta.—Imbécil ¿Qué demonios haces aquí?—Señor Daren estoy buscando el baño.—Miserable borracho, el baño esta abajo. Si te veo de nuevo cerca de esta puerta te cortare las manos.—Sí se&n
—He esperado tanto por ti Shery, tu virginidad es un gran trofeo para mí, ¿Sabes que las vírgenes son mi debilidad? Susurro.—Por favor no hagas esto. Dijo casi en suplica.—Pero pasara, ya te lo dije tú y tu hermana serán mías.—Déjanos en paz, nosotras no tenemos nada que ver con nuestro padre.—Eso ya lo sé, y es por eso que me gustas tanto. Tu hermana solo será un pasatiempo.Seguía oliéndola como si fuera un perro, subía hasta su oreja mientras le hablaba en silencio. Sentía mucho asco y desprecio, ella apenas era una niña para él.—Ya tienes muchas mujeres, para que querer a un par de inexpertas.—Ustedes serán mis preferidas, nadie las tocara excepto yo.Las manos de él bajaron hasta sus
—De verdad era un chico demasiado guapo Sher…—Eve por favor, nosotras no estamos para chicos.—Claro que sí, ¿acaso no quieres casarte? ¿Tener hijos? ¿Formar familia con un buen hombre?—Por supuesto que sí, pero ahora no tenemos tiempo para eso, no con tantos problemas.—Lo que pasa es que no has conocido al chico correcto, pero cuando eso pase ya verás de lo que hablo.Era cómico, hablaba como si tuviera mucha experiencia en el amor. Ella podía decirle algunas cosas acerca del amor y la realidad es que era demasiado doloroso, lastimaba como nunca. Simplemente había conocido un chico en el parque que flirteaba con ella y ya por eso se creía que el amor era hermoso. Nunca había experimentado el amor de verdad, sus propios padres jamás se lo dieron cuando era
Al parecer habían sido atacados por sorpresa por una banda de lobos salvajes, asesinando a su alfa en el proceso, juntos con una gran cantidad de lobos mayores. Los invasores conocían muy bien donde se encontraba el viejo convaleciente por tal razón pudieron acabarlo en su forma humana. Para mala suerte de su manada no tuvo hijos varones, solo una hija y aun no se había transformado en loba, por tanto no podía tomar el puesto de su padre. Por tal motivo el concejo de ancianos decreto que lo mejor era que las dos manadas se unieran estando al mando de un solo alfa, ya que los territorios de ambos estaban muy cerca.Su padre el alfa Marcus Dallas no estaba muy convencido por tal fusión, los lobos blancos eran conocidos por ser nada respetuosos y racistas, se creían mucho por el simple hecho de que todos los integrantes de esa familia eran de un mismo color. Pero a pesar de sus protes
Quizás hubiera sido mejor llegar tarde, además estaba oscuro con algunos contenedores verdes desperdigando basura, había muchos charcos con agua sucia y esos agujeros tan molestos que le impedían caminar con rapidez. Pero fuera de eso, seguía escuchando los pasos muy cerca así que correr era su mejor opción.Pero lo había pensado muy tarde, ya que un fuerte brazo la tomo por la cintura mientras una mano grande cubría sus labios. Su agresor estaba de espalda por ende no podía identificarlo y eso la asustaba aún más, pataleo e intento arañarlo pero de nada le sirvió. El misterioso atacante la golpeo contra la pared un poco mohosa para poder tener mejor dominio de ella, y al fin, pudo ver su rostro. Estaba pálida y muerta del pánico al observar al sujeto que la estuvo siguiendo.¡Derek! Su mente respondió.