—He esperado tanto por ti Shery, tu virginidad es un gran trofeo para mí, ¿Sabes que las vírgenes son mi debilidad? Susurro.
—Por favor no hagas esto. Dijo casi en suplica.
—Pero pasara, ya te lo dije tú y tu hermana serán mías.
—Déjanos en paz, nosotras no tenemos nada que ver con nuestro padre.
—Eso ya lo sé, y es por eso que me gustas tanto. Tu hermana solo será un pasatiempo.
Seguía oliéndola como si fuera un perro, subía hasta su oreja mientras le hablaba en silencio. Sentía mucho asco y desprecio, ella apenas era una niña para él.
—Ya tienes muchas mujeres, para que querer a un par de inexpertas.
—Ustedes serán mis preferidas, nadie las tocara excepto yo.
Las manos de él bajaron hasta sus nalgas, si no lo apartaba la iba a ultrajar allí mismo. Actuó sin pensarlo mucho, le dio un rodillazo en el centro de sus entrepiernas tirándolo al piso del dolor. Ella salió corriendo hasta su habitación para no volver a salir al menos que fuese por la ventana.
—¿Qué paso? Pregunto su hermana acercándose a ella.
—Eve el loco de papá perdió la casa en una deuda con Daren, ahora él es el nuevo dueño.
—¡No puede ser! ¿Qué haremos ahora?
—Una sola cosa, irnos eso es lo que tenemos que hacer.
Dentro de la habitación no podían hacer mucho, si salían al exterior se toparían con algún borracho y eso no sería buena idea. Como sospechaba que algo podría pasar, saco comida de la cafetería, bueno de hecho Lancer el cocinero y jefe se la regalo. El más que nadie sabía por lo que ella vivía con su hermana en casa. Busco en su mochila y saco los envases con comida.
—¿De dónde has sacado esa comida?
—De la cafetería.
—¿Te la has robado?
—¿Como crees?, no seas tonta Eve. Lancer me la regalo.
—¡Oh! eso es genial, porque muero de hambre.
—Entonces comamos.
Las chicas comían de prisa, casi sin respirar, siempre tenían agua embotellada para beber en su recámara ya que era muy difícil para ellas tener que bajar por un poco de agua, cosa que era inexistente en su refrigerador.
—Escucha Steven aún falta porque termines de pagar tu deuda, ahora con este trabajo de ayer donde la cagaste por completo me debes mucho más.
—Te lo pagare Daren sabes que siempre lo hago.
—Sí, Hmm… ¿Y cómo lo harás?
—No lo sé, pero ya se me ocurrirá algo.
—Bueno yo sé con algo con lo que puedas cancelar todo.
El hombre lo miro uniendo sus cejas, tratando de adivinar de qué se trataba pero no se le ocurría nada.
—¿De qué se trata?
—Esas dos bellezas que duermen arriba me interesan mucho.
—Mis hijas no tienen nada de valor, son unas mujerzuelas.
—Eso no es lo importante aquí. Las quiero a las dos.
—Daren yo te estimo, pero no te las puedo dar, Eve apenas es menor y Shery no hace mucho que cumplió la edad suficiente. Además, ella son un poco locas, por no hablar de rebeldes. Me culparían por negligencia con Eve.
—Ya lo sé… pero aún así las quiero a ambas.
Steven permaneció callado por lo que fueron un par de minutos de los cuales parecieron horas, estaban los dos solos sentados en un rincón de la casa que no estaba lleno de hombres follando con las mujeres.
Este miraba hacia todos lados sin saber que responderle a su jefe, ya había perdido la casa a pesar de eso Daren le dijo que podían seguir viviendo allí, él sabía que lo hacía por las chicas. Pero si se las daba, él se quedaría en la calle y siempre pensó que las dos crías podrían proporcionarla una fortuna.
—No quiero que escapen o les pase algo malo, mucho menos que alguien las tocase ¿esta entendido?
—¿Quién podría hacerles algo? Ellas solo estudia y regresan aquí.
—Hablo de ti, he visto como las miras, eres un cerdo.
Steven apretó la mandíbula por la rabia que lo carcomía por dentro en ese momento, pero intento disimularla.
—Yo no las tocare, solo las reprendo cuando es necesario.
—Bien como sea… Cuando Eve sea un poco mayor me las llevare a las dos, no falta mucho para que la joven cumpla año, así que esperare un poco. La prefiero un poco más madurita.
—Si de acuerdo.
—Entonces vendidas...
No podía negarse, Daren podía ser muy cruel cuando alguien le negaba algo. Aunque sentía curiosidad por saber qué interés tenía en las chicas, eran como cualquier otra de las mujeres que siempre iban a la fiesta. Negó con la cabeza, no podía preocuparse por el bienestar de esas mocosas, además se podían cuidar muy bien ellas solas lo habían hecho durante años.
Lo que más le preocupaba era de donde iba a sacar el dinero que le quedaba debiendo a su jefe. Si con sus hijas pagaba sus deudas, no solucionaba la el problema de que no tenía ni un centavo en los bolsillos.
Al día siguiente era domingo, Eve y Shery después de limpiar la casa salían muy temprano y regresaban por la noche, el no entendía que hacían todo un día fuera de casa, pero a él no le importaba en lo absoluto.
Después de ver como las jóvenes salían, el abandonó su habitación, entrando en el de las jóvenes. Siempre lo cerraban con llave, pero ellas no contaban que él era el dueño y tenía llaves de todos los cuartos. Al mirarlo todo estaba muy ordenado y limpio, no había nada más de lo usual. Busco cuidadosamente para que no se dieran cuenta que alguien había entrado allí, entre su ropa interior tampoco había nada ¿pero que estaba buscando exactamente?
Entro sin ninguna razón, se agacho debajo de la cama de ambas hermanas y noto algo que si era muy inusual. Se arrastró dentro, saco su navaja la que siempre cargaba encima por si se presentaba algo que pusiera en riesgo su vida. Con el filo de la hoja de metal abrió el pequeño escondite en el suelo.
—¡Pequeña tramposa!
Miro el contenido y vio que había dinero guardado, sonrió de satisfacción. Su hija había donado para sus fondos ¿pero de donde había sacado todo ese dinero? Se preguntó.
—Qué más da, con esto podre mantenerme por unas semanas más. Dijo metiéndose el dinero en el bolsillo.
Observo a su alrededor, dudaba que existiera más plata en esa habitación, pero con lo que tenía le era suficiente por ahora. Salió cerrando la puerta, dejando todo como estaba, excepto porque le había quitado a las chicas su única oportunidad de ser libres.
—De verdad era un chico demasiado guapo Sher…—Eve por favor, nosotras no estamos para chicos.—Claro que sí, ¿acaso no quieres casarte? ¿Tener hijos? ¿Formar familia con un buen hombre?—Por supuesto que sí, pero ahora no tenemos tiempo para eso, no con tantos problemas.—Lo que pasa es que no has conocido al chico correcto, pero cuando eso pase ya verás de lo que hablo.Era cómico, hablaba como si tuviera mucha experiencia en el amor. Ella podía decirle algunas cosas acerca del amor y la realidad es que era demasiado doloroso, lastimaba como nunca. Simplemente había conocido un chico en el parque que flirteaba con ella y ya por eso se creía que el amor era hermoso. Nunca había experimentado el amor de verdad, sus propios padres jamás se lo dieron cuando era
Al parecer habían sido atacados por sorpresa por una banda de lobos salvajes, asesinando a su alfa en el proceso, juntos con una gran cantidad de lobos mayores. Los invasores conocían muy bien donde se encontraba el viejo convaleciente por tal razón pudieron acabarlo en su forma humana. Para mala suerte de su manada no tuvo hijos varones, solo una hija y aun no se había transformado en loba, por tanto no podía tomar el puesto de su padre. Por tal motivo el concejo de ancianos decreto que lo mejor era que las dos manadas se unieran estando al mando de un solo alfa, ya que los territorios de ambos estaban muy cerca.Su padre el alfa Marcus Dallas no estaba muy convencido por tal fusión, los lobos blancos eran conocidos por ser nada respetuosos y racistas, se creían mucho por el simple hecho de que todos los integrantes de esa familia eran de un mismo color. Pero a pesar de sus protes
Quizás hubiera sido mejor llegar tarde, además estaba oscuro con algunos contenedores verdes desperdigando basura, había muchos charcos con agua sucia y esos agujeros tan molestos que le impedían caminar con rapidez. Pero fuera de eso, seguía escuchando los pasos muy cerca así que correr era su mejor opción.Pero lo había pensado muy tarde, ya que un fuerte brazo la tomo por la cintura mientras una mano grande cubría sus labios. Su agresor estaba de espalda por ende no podía identificarlo y eso la asustaba aún más, pataleo e intento arañarlo pero de nada le sirvió. El misterioso atacante la golpeo contra la pared un poco mohosa para poder tener mejor dominio de ella, y al fin, pudo ver su rostro. Estaba pálida y muerta del pánico al observar al sujeto que la estuvo siguiendo.¡Derek! Su mente respondió.
El hombre que había subido hacia unos minutos hablaba en secreto con su mano derecha, con cara muy seria. A los minutos este salió de la casa lo más rápido que sus piernas le daban.—Escúchame Ethan, esto no es buena idea, traerla a nuestro territorio es la peor de todas. Simplemente su olor llamara la atención, está sangrando a mares.—JB, por favor me estas poniendo nervioso, ya tengo bastante con lo que está pasando.—Debiste dejarla en el pueblo, en un hospital con los humanos para que la atendieran. Después podrías haber ido por ella.—¿Dejarías a tu pareja morir?—Es distinto, ella es una loba.Su amigo no respondió, había perdido la razón metiendo a esa humana a la montaña. Sus padres no estarían nada contentos. Llegaron a una pequ
Ella sonrió de medio lado. Le encantaba los mimos de su hermano a pesar de que a veces la molestaba un poco. Que le dijera pequeña lobita significaba que estaba de buen humor. Ella lo abrazo por la cintura fundiéndose ambos en un tierno abrazo de hermanos.—Debo irme ya, no es necesario que JB me acompañe es más seguro que se quede contigo.—Ni hablar, te llevara a casa. Ella suspiro por su demanda.—¿Dónde la encontraste? Dijo señalando la cabaña a su espalda.—En el pueblo, un imbécil la pretendía violar en un callejón solitario. Lo encontré golpeándola así que lo deje inconsciente y la traje aquí.—Pobre chica. Estas en problemas hermano, quebraste la orden de papá. Suspiro profundo. —Me marcho.JB apareció detrás d
La suplica y las lágrimas en los ojos de ella le partieron el corazón al lobo, el amor que sentía por su hermana era muy grande, como el de él por Megan. Tenía que hacer algo por la pequeña y lo único que se le ocurría era traerla a la manada.—Yo la traeré aquí Shery te lo prometo.Ella volvió a quedarse dormida después de haber oído las últimas palabras del chico que estaba parado frente de ella. No supo más de nada, todo se volvió oscuro a su alrededor. Ethan la vio quedar inconsciente, más no podía hacer más por ella estaba muy lastimada, quizás esa noche no iba a poder llevarla a casa después de todo. Chasqueo la lengua por aquel inconveniente, ahora se le sumaba otro problema y ese era encontrar a la hermana de Shery ¿Cómo rayos la iba a locali
Ella lo miraba con los ojos abiertos mientras asentía con la cabeza. Si le llevaba la contraria su agresividad saldría a la luz nuevamente y la verdad es que su mejilla no soportaría otro golpe. Con el que tenía ya era más que suficiente, porque le ardía como el fuego.—Y ya que estas encubriendo a tu perra hermana, limpiaras toda la casa tú sola.Vio cómo su papá se encamino hasta las escaleras para desaparecer de su vista. Ella se giró para observar de nuevo el cuarto, si su padre hablaba en serio sobre Daren entonces lo que estaba viendo era la prueba de ello. Había tantas manchas de sangre que asumió que alguien había muerto allí, o al menos lo habían lastimado mucho. Se puso las manos en la boca para aguantar los sollozos. Las cosas no estaban saliendo bien, entro en la habitación resignada para limpiar todo e
—Shery ¿dónde has estado metida?—Te explico luego, ahora ayúdame a subir.—Si claro vamos. ¡Mierda estas hecho un asco!La subida había sido tan difícil como hacer el recorrido del bosque hasta la casa y solo con unos calcetines rosa. Pero lo lograron a duras penas, Eve estaba muy preocupada su expresión era muy obvio. Pero permanecía en silencio mientras le quitaba las prendas de ropa mojadas y al cubría con una manta seca. Acumulo toda la ropa húmeda en el baño y le busco un camisón limpio.—Gracias me estaba congelando. Me llevo mucho tiempo llegar hasta aquí.—¿De dónde vienes? ¿Qué te ha pasado?—Muchas cosas Eve.&n