—Solo he venido a cambiarme, y aprovechar de saber cómo amanecías.
—¡Qué considerado para venir de un maldito sucio!
—Que boquita más sucia tienes Shery.
Se aproximó a ella rápidamente para abofetear su rostro con mucha violencia, arrancándole a Shery un gemido de dolor y muchas gotas de sangre.
—Si me provocas eso conseguirás. Y prepárate porque esta noche te haré mía, todas las malditas veces que yo quiera.
Shery no dijo nada, sabía que no podía hacer nada si el volvía abusar de ella. Se sentó en el sofá mientras que él se cambiaba de ropa.
—Es más fácil que seas sumisa Shery, te lo digo. Las prefiero así.
—¿Por qué yo? ¿Por qué me quieres a mí?
—¿Qué? Pero eso está a tres días. Reclama su hermana.—Es lo mejor. Shery no puede llegar a Luna Azul.—Pero es un viaje largo y peligroso, papá no lo aceptara.—Yo iré contigo. Sentencia JB.—¡Oh no! ¿Y a mí qué?—Te quedas. Ordena JB.—Te dije que no me ordenes nada.Los chicos habían emprendido la marcha al bosque mientras planeaban que harían. Pero JB y su hermana por más que se amaran nunca estaban de acuerdo con nada.—Basta. JB me acompañara, y tu Megan buscaras ropa y comida para llevar. Te quedas y le explicas a papá todo. También le dirás el escondite de ese Alfa. Yo dejare a Shery en el norte y luego regresare para matar a ese infeliz.—Estás loco Eth
Daren miro a su padre con desprecio, para nada había hecho el viaje al final no le dijo nada que le fuera de valor. Solo lo dejo con más dudas. Pero no debía tomarse las amenazas a la ligera. Lucían era el peor lobo más despreciable y cruel que existía. A parte de él.Salió de aquel lugar mientras Lucían lo miraba con ojos lobunos. Era un cabezota, perdería la cabeza por esa humana. Sinceramente era un estorbo para Lucían, arruinaba sus planes. Pero al menos estaría lejos, le daría tiempo para que su hijo buscara a esa maldita loba albina y la fecundara.(...)Tres lobos y una humana llegaban cansados a una cabaña de dos plantas, en una pequeña aldea abandonada al sur. Shery observo las pocas edificaciones que se encontraban destartaladas, al menos la mayoría. La que mejor se encontraba era en la que ellos estaban entrand
Los lobos de Daren le traían nuevas noticias. Unas que él esperaba que fueran buenas, ya que habían pasado tantos meses y no había logrado dar con ella. Los chicos llegaron y se agacharon a sus pies no más al verlo. —Que tienen que decirme. Los lobos habían descubierto que Ethan y su amigo habían llegado a la aldea del Alfa de luna azul, eso quería decir que había dejado sola a Shery. Algo que le daba ventaja ya que después de tanto tiempo había dado con el escondite de la chica.—Muy buen trabajo, tienen trabajo que hacer. ¡Vayan! Les ordeno.Él se puso en pie, transformándose en un inmenso lobo blanco corrió en dirección del escondite de Shery y sus nuevas amigas. Las destruiría a todas. —¿Cómo es posible que actuaras de esa manera tan imprudente E
Daren las atacaba una y otra vez, mientras que ellas como podían se defendían. Pero ya con sus cuerpos llegando al límite le era casi imposible no evitar los mordiscos del lobo. Este último golpe que les dio, hirió de gravedad a Deysi quien ya no se pudo levantar más del suelo. Aun en forma de lobo gemía como un cachorro herido.Megan al verla tan mal, saco fuerzas de todas partes e intento continuar protegiendo a Shery y Deysi. Se colocó en medio de las chicas y Daren y le volvió a gruñir. El lobo también hizo lo mismo y ambos chocaron sus cuerpos peludos mordiéndose y lastimándose. Megan gimió de mucho dolor, Daren la había tomado por el cuello con sus afilados dientes causándole un terrible daño a la pequeña loba.Al final la soltó, tirándola como un trapo viejo al suelo. Megan respiraba con dificultad y po
—“Ese lobo, se quién es” dijo Dom.—“¿Quién es?—“El padre de Daren” —“¿Qué hace aquí?”—“No lo sé”Daren se levantó y ataco a su padre, ya que este estaba interfiriendo en la pelea y desde luego no deseaba ningún tipo de ayuda del viejo.—“Te he dicho que no te metas Lucían”—“CALLA, ERES INSOPORTABLE”—“MALDITO VIEJO DE MIERDA, ME HARTE DE TI”El hijo ataco a su propio padre sabiendo que no tenía esperanza de ganar, Lucían por su parte esquivaba cada ataque de su primogénito sin hacerle daño. Mientras que el lobo atacaba para matar.—“Vuélvete humano”
Ethan había sido nombrado el nuevo alfa de la manada Luna azul… éste joven resultó ser tan sabio como el antiguo alfa, ganando más respeto de todos los que vivían a su alrededor.A su lado siempre lo acompañaba su mate, Shery. Éste chica era humana, y aunque el principio había sido difícil para todos aceptarla al final la joven se ganó el respeto de la manada. Y luego de enterarse de la reciente pérdida que tuvo la chica con su hermana, la situación logro ablandar un poco los corazones de los lobos.Esa noche Ethan cerraba la puerta del antiguo despacho de su padre, se frotó el puente de la nariz ya que se encontraba bastante agotado. Desde su nombramiento los días eran duros, y más que nada lo que hacía era trabajar.A duras penas y lograba transformarse en Dom para ejercitarse y correr por los alrededores. Camino por el desolado pasillo hacia
Protagonistas...Shery Loon, una chica que se sacrifica para que su hermana menor pudiera llevar una vida mejor. Tiene 18 años pero le tocó llevar muchas responsabilidades con tan poco tiempo de vida. Ella es dulce y bastante agraciada, una belleza que solo le traerá desgracia.Eve Loon, una joven divertida que siempre intenta sacarle sonrisas a su hermana. Para contar con 17 años es bastante madura y audaz, sabe que su hermana haría todo por ella y eso le hacía sentirse mal, no quería ser una carga. Eve, también es muy hermosa y dulce. Ethan, un joven lobo quien pasaría a ser el nuevo alfa de su manada en algún momento. Empeñado en encontrar a su mate a como diera lugar.—Shery, date prisa o llegaras tarde al colegio.La voz proveniente del piso inferior era de su hermana peque&ntil
Su belleza le causaba muchos problemas, cabello color miel, rizado, le llegaba hasta la cintura, ella amaba el largo de su cabello era muy sensual o al menos eso era lo que le decía Eve que lo llevaba distinto a ella, por los hombros del mismo color. Lo único que habían heredado de su madre. Pero ambas se diferenciaban por el color de sus ojos Eve los llevaba verdes oliva y los de Shery eran marrones. Eran guapas, ¡claro que sí! Pero por ser sencillas y de belleza natural llamaban mucho la atención.—¿Qué te pasa? Cada vez que llegamos al colegio te pones así.—Odio esta institución.—Es el único al que podemos asistir, papá jamás nos pagaría uno privado.—Ya lo sé, pero quisiera que estudiaras en uno mucho mejor.—Estoy bien, no te preocupes por mí. No qu