—Detén tus quejas quieres, estoy aburrido del colegio, porque faltemos un día no pasara nada.
—A mí me vale eso, aunque no bueno... si prefiero ir, ya que estar rodeado de todas esas hermosas lobas que nos persiguen es fantástico. Ethan suspiro.
—Eres una pesadilla, cuando vas a madurar y decidir hablar con tu mate. Dejar de flirtear con todas esas chicas.
—Eso no pasara…
—Pero si ya sabes quién es, ¿Cómo puedes aguantar tanto tiempo sin querer estar con ella?
—No lo sé Ethan, creo que no estoy listo para ella. Además no soy nada delante de ella. Y sabes muy bien cómo se ponen las lobas, se vuelven un poco locas con eso de tener mates. Muy posesivas. Negó con la cabeza.
—¡Eres un cobarde! Si tu padre se entera que ya la encontraste y no la has aceptado te matara. ¿Porque no me dices quién es?, quizás pueda ayudarte.
Su amigo desperdiciaba la compañía de estar con su pareja, mientras que el llevaba algunos años buscando a la suya. Desde que tuvo su primera transformación a los quince años cosa que era común en los lobos Alfas, pensó que la encontraría como le había pasado a la mayoría de los de su manada.
Pero con él no había sido el caso, ya tenía doscientos años y aún no la encontraba ¿Dónde rayos estaba metida? Sospechaba que su loba no se encontraba en la manada Luna Azul. Su padre le dijo que no se desesperara, que si no la había olido en su primera transformación no pasaba nada, lo más probable es que ella aun siguiera siendo una humana de la manada esperando cumplir la mayoría de edad para lograrse transformar.
Ya que los lobos comunes, se transformaban a los dieciséis años.
Y tenía algo de razón, porque en la manada había muchas chicas jóvenes que aún eran humanas, pero con descendencia de lobo. Le preocupaba la idea que su pareja no lograra transformarse, esos casos eran pocos. Cuando una chica o chico hijos de lobos cumplía los diesi seis años ocurría el cambio, sino lo lograban serían simplemente humanos pero tenían el derecho de vivir en la manada haciendo su vida como cualquier otro lobo.
Pero, ¿cuánto tiempo tenía que esperar por ella? Realmente estaba desesperado por encontrarla, marcarla, hacerle el amor y sentir su calor, hacerla suya y de nadie más, la imperiosa necesidad de morder a su hembra era casi insoportable. Sobre todo cuando estaba en celo era tormentoso, su mal genio no era tolerado por nadie y tenía que permanecer encerrado por algunos días. Nunca se había enamorado de ninguna chica a pesar de tener muchísimas lobas detrás de él. Su paciencia estaba agotándose.
—Vamos Ethan por favor, llevas años buscándola ¿crees que la vas a encontrar aquí?
—No seas idiota.
—Entonces volvamos a casa ¿Si? Si no la estás buscando en este pueblo ¿Qué diablos hacemos aquí?
Su amigo lo miro de reojo, ya se estaba haciendo tarde no podían volver después del anochecer a las montañas. Si descubrían que estaban fuera de los territorios de Luna Azul se meterían en serios problemas, ya que estaba prohibido bajar al pueblo con los humanos comunes.
Siempre que lo hacían, antes de que cada uno llegara a su casa, se metían en el arroyo de camino a casa para quitarse el olor a humano, así nadie sospechaba nada...
—He terminado ya ¿Nos vamos a casa? Dijo Shery cansada.
—Si por favor estoy muerta del cansancio ¿Cómo te fue hoy?
—Las propinas fueron buenas. Le dijo riendo.
Las hermanas salieron de la cafetería donde trabaja Shery, iban riendo muy contentas porque pronto se acercaba el día que se irían de casa y empezarían una nueva vida sin su padre. Pero la sonrisa se les borró muy rápido en cuanto sintieron las primeras gotas de agua fría cayendo sobre ellas.
Empapadas y muertas del frío las hermanas Loon llegaron a casa, por más que corrieron por las calles y trataron de protegerse de la lluvia en algunos techos, de nada les sirvió porque igual se mojaron. La verdad era una tormenta muy fuerte, las calles del pueblo de Seattle estaban totalmente inundadas era horrible, con el frío que hacía a diario más la lluvia indicaba que se aproximaba el invierno antes de lo esperado.
—Estoy hecha un asco, me congelo. La menor se queja.
—Yo también, solo quiero darme una ducha caliente y meterme en la cama.
Pero nada de eso las esperaba al cruzar la puerta de la casa, encontraron a su padre realmente molesto y un tanto borracho. No se suponía que estuviera a esa hora en casa, nunca llegaba temprano.
—Son un par de perras cochinas. Les grito a todo pulmón el hombre.
—Papá por favor no nos hables así. Dijo Shery.
—¿Y cómo quieres que les hable? Si son unas asquerosas mujeres, no pudieron limpiar esta maldita casa temprano. Tengo que llegar y encontrarme con toda esta suciedad.
—Sabes que tenemos clases, y siempre limpiamos cuando llegamos del colegio.
—Salieron hace tres horas, ¿Dónde m****a se meten en ese tiempo? Son unas mujerzuelas igual que la estúpida de su madre.
Shery siempre se enfurecía cuando las comparaban con la desvergonzada de su madre, ellas dos eran dos mujeres decentes de lo que nunca fue su mamá. Eve sujeto su mano fuerte porque sabía que eso le molestaba, solo intentaba calmarla para que no discutiera con Steven y terminara por golpearlas.
—Papá está lloviendo mucho, además Eve y yo necesitamos hacer los deberes de la escuela.
—Esa es la mentira más grande que he oído nunca muchacha mal agradecida. Todo lo que hago por ustedes, tienen un techo donde vivir y no pueden hacer algo tan simple como limpiar la casa donde viven. Estoy harto de las dos.
Ella pensó que el sentimiento era mutuo, y que si eso era cierto porque no se largaba y las dejaba en paz de una vez, ni siquiera traía comida a la casa y aun así las llamaba malas hijas. Estaba segura que perderían la casa en cualquier momento con tantas deudas que tenía su padre.
—Ya nos ponemos a limpiar.
—Más vale, porque hoy viene mi jefe con sus socios, así que quiero que esta casa brille. Pónganse a limpiar flojas. El hombre se retiró a su habitación.
—¡Lo odio! Y odio que nos trate así como si no fuéramos nada para él. Dijo Shery con rabia en la voz.
Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, sentía tanto dolor y frustración. Ella solo quería tener una familia como todo el mundo que la apoyara y la amara. Al menos un padre comprensivo y menos borracho.
Pero solo le toco a una loca drogadicta como madre y un agresivo en todos los aspectos como padre ¿Qué había hecho para merecer un castigo así?
Sintió los cálidos brazos de su hermanita alrededor de su cintura, ella era su único apoyo, la única a la que podría decirle familia. Pero su corazón pedía mucho más.—Todo estará bien, recuerda que pronto nos iremos de aquí. Ella lo creía así, pero a la vez sentía temor porque ¿y si su padre las buscaba? Las golpearía tanto que sería capaz de matarlas.—Vamos a limpiar todo este desorden, la ducha tendrá que esperar. Le respondió al final Shery.Las chicas se pusieron manos a la obra, aún mojadas, muertas del frío y del hambre. Pero si no lo hacían su padre se volvería un ogro y ya bastante que estaba furioso, cuando se encerraba en su habitación era para una sola cosa y no era nada saludable lo que allí hacía. El
Tenía que salir a trabajar temprano y sin poder dormir nada, sabía que le costaría mucho llevar el ritmo en la cafetería, suspiro profundo. De pronto alguien movió el pomo plateado de su puerta, la puso en alerta y de inmediato Eve se despertó.—Tranquila con esa silla trabando la puerta no podrán abrir.—Pero ¿Y si entran?—Tendremos que saltar por la ventana.Cada vez estremecían más la puerta, definitivamente querían entrar ¿Seria Daren? Escucho una voz gruesa y fuerte detrás de esta.—Imbécil ¿Qué demonios haces aquí?—Señor Daren estoy buscando el baño.—Miserable borracho, el baño esta abajo. Si te veo de nuevo cerca de esta puerta te cortare las manos.—Sí se&n
—He esperado tanto por ti Shery, tu virginidad es un gran trofeo para mí, ¿Sabes que las vírgenes son mi debilidad? Susurro.—Por favor no hagas esto. Dijo casi en suplica.—Pero pasara, ya te lo dije tú y tu hermana serán mías.—Déjanos en paz, nosotras no tenemos nada que ver con nuestro padre.—Eso ya lo sé, y es por eso que me gustas tanto. Tu hermana solo será un pasatiempo.Seguía oliéndola como si fuera un perro, subía hasta su oreja mientras le hablaba en silencio. Sentía mucho asco y desprecio, ella apenas era una niña para él.—Ya tienes muchas mujeres, para que querer a un par de inexpertas.—Ustedes serán mis preferidas, nadie las tocara excepto yo.Las manos de él bajaron hasta sus
—De verdad era un chico demasiado guapo Sher…—Eve por favor, nosotras no estamos para chicos.—Claro que sí, ¿acaso no quieres casarte? ¿Tener hijos? ¿Formar familia con un buen hombre?—Por supuesto que sí, pero ahora no tenemos tiempo para eso, no con tantos problemas.—Lo que pasa es que no has conocido al chico correcto, pero cuando eso pase ya verás de lo que hablo.Era cómico, hablaba como si tuviera mucha experiencia en el amor. Ella podía decirle algunas cosas acerca del amor y la realidad es que era demasiado doloroso, lastimaba como nunca. Simplemente había conocido un chico en el parque que flirteaba con ella y ya por eso se creía que el amor era hermoso. Nunca había experimentado el amor de verdad, sus propios padres jamás se lo dieron cuando era
Al parecer habían sido atacados por sorpresa por una banda de lobos salvajes, asesinando a su alfa en el proceso, juntos con una gran cantidad de lobos mayores. Los invasores conocían muy bien donde se encontraba el viejo convaleciente por tal razón pudieron acabarlo en su forma humana. Para mala suerte de su manada no tuvo hijos varones, solo una hija y aun no se había transformado en loba, por tanto no podía tomar el puesto de su padre. Por tal motivo el concejo de ancianos decreto que lo mejor era que las dos manadas se unieran estando al mando de un solo alfa, ya que los territorios de ambos estaban muy cerca.Su padre el alfa Marcus Dallas no estaba muy convencido por tal fusión, los lobos blancos eran conocidos por ser nada respetuosos y racistas, se creían mucho por el simple hecho de que todos los integrantes de esa familia eran de un mismo color. Pero a pesar de sus protes
Quizás hubiera sido mejor llegar tarde, además estaba oscuro con algunos contenedores verdes desperdigando basura, había muchos charcos con agua sucia y esos agujeros tan molestos que le impedían caminar con rapidez. Pero fuera de eso, seguía escuchando los pasos muy cerca así que correr era su mejor opción.Pero lo había pensado muy tarde, ya que un fuerte brazo la tomo por la cintura mientras una mano grande cubría sus labios. Su agresor estaba de espalda por ende no podía identificarlo y eso la asustaba aún más, pataleo e intento arañarlo pero de nada le sirvió. El misterioso atacante la golpeo contra la pared un poco mohosa para poder tener mejor dominio de ella, y al fin, pudo ver su rostro. Estaba pálida y muerta del pánico al observar al sujeto que la estuvo siguiendo.¡Derek! Su mente respondió.
El hombre que había subido hacia unos minutos hablaba en secreto con su mano derecha, con cara muy seria. A los minutos este salió de la casa lo más rápido que sus piernas le daban.—Escúchame Ethan, esto no es buena idea, traerla a nuestro territorio es la peor de todas. Simplemente su olor llamara la atención, está sangrando a mares.—JB, por favor me estas poniendo nervioso, ya tengo bastante con lo que está pasando.—Debiste dejarla en el pueblo, en un hospital con los humanos para que la atendieran. Después podrías haber ido por ella.—¿Dejarías a tu pareja morir?—Es distinto, ella es una loba.Su amigo no respondió, había perdido la razón metiendo a esa humana a la montaña. Sus padres no estarían nada contentos. Llegaron a una pequ
Ella sonrió de medio lado. Le encantaba los mimos de su hermano a pesar de que a veces la molestaba un poco. Que le dijera pequeña lobita significaba que estaba de buen humor. Ella lo abrazo por la cintura fundiéndose ambos en un tierno abrazo de hermanos.—Debo irme ya, no es necesario que JB me acompañe es más seguro que se quede contigo.—Ni hablar, te llevara a casa. Ella suspiro por su demanda.—¿Dónde la encontraste? Dijo señalando la cabaña a su espalda.—En el pueblo, un imbécil la pretendía violar en un callejón solitario. Lo encontré golpeándola así que lo deje inconsciente y la traje aquí.—Pobre chica. Estas en problemas hermano, quebraste la orden de papá. Suspiro profundo. —Me marcho.JB apareció detrás d