—¡Bien, chicos! Empecemos cuanto antes para que podamos irnos a comer lo más pronto posible —anuncia con cierto tono de humor en la voz.Todos comenzamos a reírnos antes de que a Cole y a mí nos dirijan hacia el centro de la pared blanca. Comienzo a ponerme nerviosa cuando me quitan mi batín y Cole hace lo mismo que yo, provocando que por un segundo me sienta intimidada e insegura por la perfecta visión de su cuerpo, armonioso, bronceado, definido a la perfección, de tersa piel y con los tatuajes, que le confieren cierto misterio, pero su rostro dulce y masculino hacen que sea irresistible.No me extraña que Stacey beba los vientos por él, porque, joder, hay que estar ciega para no ver que Lawrence ha sido creado como sinónimo de pecado.Nunca he tenido problemas con mostrar mi anatomía, pero a su lado siento que no puedo compararme, incluso hasta cuando escucho ciertos suspi
Leer más