Capítulo 28
Al ver la expresión confusa de Regina, Cristóbal aclaró:

—Cuando no duerme bien, el señor Navarro sufre de dolores estomacales y se pone de mal humor.

Regina no se tragó esa explicación. ¿Desde cuándo el jet lag y el dolor de estómago iban de la mano?

Ah, claro, pensó con ironía, ¿estás intentando justificar por qué Gabriel me gritó esta mañana?

Le daba igual si era por cuidar a su amante o por malestar físico. Lo importante era que había prometido el divorcio, y no pensaba tolerar que se echara atrás.

Regina empujó la puerta y entró. Lo primero que vio fue un amplio salón, con una habitación adyacente preparada para los familiares, tan lujosa como una suite de hotel. Al otro lado estaba la habitación de Isabela.

—Las negociaciones han sido intensas estos días, y el señor Navarro no ha descansado en absoluto. Anoche, antes de tomar el vuelo, seguía en reuniones. Y no solo él, yo también estoy agotado, con el cuello y los hombros adoloridos… —Cristóbal comenzó a hacer ejercicios con los
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